16. «No hay palabras para expresar el orgullo que siento de
haber podido trabajar al lado de médicos, enfermeros y
traductores de esa calidad humana. Curar, y más en esas
circunstancias, no es solo poner vendas y dar pastillas. Es
saber sus nombres, que sientan que vas a hacer lo posible
por ellos e intentar que haya siempre esperanza»