El documento describe la situación histórica de la mujer en el Islam, donde era dominada y obligada a cubrirse el cuerpo y casarse a una edad temprana. También discute si las mujeres tenían alma y su posición como esposa o esclava, y cómo carecían de derechos y estatus. Hoy en día, el documento argumenta que las mujeres musulmanas gozan de más derechos y privilegios dados por el Islam originalmente, y que el velo es un símbolo de respeto, a diferencia de Occidente donde las mujeres han sido engañadas con
1. ISLAM
A lo largo de la historia islámica, el hombre domina por completo a la mujer, y la obliga, entre otras
cosas, a cubrirse la cara y el cuerpo completo con una burka . Estas son obligadas a casarse muy
jóvenes, siendo los matrimonios arreglados por conveniencia, con hombres de todas las edades,
pagando un dote. Desde el momento del casamiento la mujer tiene que jurarle fidelidad a su
marido, incluso después de muerto, y no cumplir esto, implica graves consecuencia, como la
muerte por lapidación. A lo largo de todo el mundo, sabios y filósofos, solían discutir a cerca de si
la mujer en el Islam, poseía alma o no, y si en caso de tener alma seria ¿mujer o animal?, y
suponiendo que poseía un alma humana, entonces su posición social en cuanto al hombre seria de
¿esposa o esclava?. Esta terrible situación y denigración hacia la mujer, continuo por mucho
tiempo sin que hubiera ningún cambio, de hecho, hasta 1900 la mujer tuvo derecho nulo. Además,
en esta religión, se permite que el hombre pueda poseer tantas mujeres, como le sean posibles
mantener (poligamia). Sin embargo, una mujer solo puede estar con un hombre aunque tenga que
compartirlo con otras mujeres. La mujer no solo puede salir a la calle únicamente con el permiso
del marido, sino que también se ocupa de las tareas del hogar y de sus hijos, no puede estudiar ni
trabajar, mientras que el hombre es el encargado de trabajar y administrar el dinero de la casa. La
realidad es que en el Islam, se ve a la mujer como esclava, y como un objeto inferior al hombre,
careciendo así de derechos sobre sus hijos, y hasta sobre si misma. También se la ve como el
sexo débil, por lo tanto se considera necesaria la protección, supervisión y el dominio constante del
hombre sobre ella. De hecho, esta podía ser abandonada por su marido, o aun peor, ser victima de
abuso por parte de el mismo, y aun así, seguir sin tener opción alguna al divorcio. Las mujeres a su
vez, carecían de estatus en la sociedad, y no eran respetadas ni como esposas, madres o hijas.
De hecho, a las hijas de las consideraba inútiles, y a menudo de las asesinaba al nacer. Además,
la educación que recibían era escasa o nula, ya que se consideraba que su capacidad era limitada
en cuanto al ámbito intelectual o espiritual. En la actualidad, la mujer musulmana, goza de un
status, derechos y privilegios los cuales el Islam les otorgó desde sus mismos orígenes y que la
mujer en la mayoría de los países occidentales obtuvo a penas en éste siglo, como el libre manejo
de sus bienes, el derecho al voto, etc. Además de esto la mujer es valorada en la sociedad
islámica por su inteligencia, su capacidad y su virtud, no por su aspecto físico. Es por eso el velo
que utilizan las musulmanas practicantes es para ella y para el hombre Musulmán un símbolo de
respeto, dignidad, y elevación de la persona, a la cual se la valora por lo que es por dentro y no por
su aspecto exterior. Retomando la cuestión sobre vestimenta islámica podemos adelantar, que la
misma es obligatoria para la mujer que a alcanzado la pubertad, y consiste en sólo dejar a la vista
de los hombres que no son íntimos, es decir; fuera de sus hijos, esposo, padres, tíos etc.; la cara,
las manos y los pies, utilizando una ropa no ceñida al cuerpo y un velo o hiyab que cubre la
cabeza. En contraposición a esto observa la mujer musulmana la situación de las mujeres
modernas en occidente donde la misma ha sido engañada con una falsa liberación que la ha
transformado en esclava de la moda y de un estereotipo femenino artificial, y sólo es valorada por
su cuerpo y su capacidad para vender, utilizada como objeto sexual al servicio del capitalismo
exhibiéndose en vidrieras como un producto mas de consumo.