Desigualdad de género en la religión Silvia Maceras y Lara Molina
1. DESIGUALDAD DE
GÉNERO EN LA RELIGIÓN
Maceras Ballesteros, Silvia
Molina Morales, Lara
Universidad Autónoma de Madrid
14 de enero de 2016
2. Índice
Metodología y por qué hemos elegido el trabajo
Introducción
El sistema sexo/género
• Cristianismo
• Islam
• Budismo
Tabúes sexuales
Cristianismo
Islam
Budismo
Tabúes espaciales
Cristianismo
Islam
Tabúes mentales
Cristianismo
Islam
Reflexión final
3. Metodología y por qué lo hemos elegido
Para realizar el trabajo hemos investigado sobre varias religiones (cristianismo, islam y
budismo) y nos hemos centrado en los tabúes que hay en estas religiones y por lo tanto
en la sociedad
Hemos elegido este trabajo porque nos parece un tema muy interesante y del que no se
habla mucho. Y también porque una de las integrantes del grupo ha tenido problemas
con una hermandad por querer salir con la procesión, ya que piensan que eso es tema de
hombre.
4. Introducción
Los estudios sobre religión se encuentran paralelos a la disciplina. La religión es
considerada como universal y cultural, que da una explicación del mundo abarcando
aspectos que se encuentran fuera del ámbito religioso, todo ello expresado a través de
una serie de normas, preceptos y prohibiciones que están relacionados con la
organización familiar, las reglas del matrimonio…
El sexo es considerado “una categoría biológica que hace referencia a elementos
orgánicos y presentes en todas las especies animales, según esa categoría ser macho o
hembra. Sus diferencias son anatómicamente visibles”. Por tanto es un sistema, que
incluye roles, actitudes, comportamientos, valores y todo lo que se espera de una
persona dependiendo de su sexualidad.
5. El sistema sexo/género
Cada cultura tiene mediante un sistema normativiza el sexo, y define las diferencias
pertenecientes a cada uno de ellos y lo que es sexualmente correcto, por lo que también
marca nuestro comportamiento y actitudes.
En la escala de valores de la sociedad actual, en la cual todavía se puede encontrar
hombres que son formados para desarrollar su independencia y su libertad de actuación,
mientras que las mujeres viven para depender psicológica y económicamente del varón,
en muchas ocasiones encontramos en las creencias religiosas y en los tabúes el origen
de esas discrepancias tradicionales, fomentando la desigualdad de trato entre hombres y
mujeres.
En los últimos años, la mujer ha comenzado a reclamar de manera paulatina el puesto
que le corresponde en la sociedad y que durante mucho tiempo le ha estado vedado. La
mujer ha avanzado en numerosos ámbitos, pero aun así sigue estando en muchos casos
apartada de los principales puestos de decisión y de poder, sin embargo ha conseguido
avances en ámbitos como la educación, en el trabajo o en el tema de la salud, y no lo ha
hecho tanto en el religioso.
6. Cristianismo
El niño y la niña deben adquirir los comportamientos que según su sociedad son
propios de su sexo y que deberían de satisfacer una serie de prescripciones rituales, las
cuales reproducen simbólicamente la diferenciación de los sexos.
Esta diferenciación empieza desde el nacimiento, el primer ritual es el bautismo o ritual
de iniciación, que supone la imposición de la identidad personal y sexual con el acto de
recibir un nombre que en la mayoría de las culturas se diferencian sexualmente. Otro de
los rituales es el proceso de construcción de la identidad sexual y concretamente de la
identidad femenina, es la primera comunión. En este acto los niños se ponían pantalón
largo y las niñas podían recogerse el pelo en un moño y comenzaban a preparar su
ajuar, es decir comenzaban a marcar con iniciales a punto de cruz lo que a su vez,
equivalía a inscribir su identidad de muchacha soltera, es decir que marcaba el paso de
la niñez a la juventud. Sin embargo no ha tenido el mismo valor para los niños que para
las niñas, las niñas de blanco para convertirlas en imágenes vivientes de la Virgen,
parecerse a María es para la Iglesia el ideal de la mujer cristiana. La virginidad se
convierte en un valor religioso, algo que debe ser guardado y cuya perdida es aceptada
únicamente dentro del matrimonio.
7. La mujer en el cristianismo no pude llegar a ser Papa o sacerdotisa solo por ser mujer,
hay una leyenda que dice que ha habido una mujer papisa que tenía apariencia de
hombre para que nadie la reconociera con el nombre de Juan VIII pero solo es un mito
no se sabe al 100% si es real o no. Y una mujer no puede llegar a ser sacerdotisa porque
la religión lo prohíbe y no concibe que una mujer de la comunión o que case a alguien
8. Islam
Es una religión que regula idealmente. El Corán y la sunna o tradición, recogen las
cuestiones que afectan a los creyentes, desde su relación con Dios, el reparto de la
herencia, las relaciones entre marido y mujer. Tanto el Corán como la sunna establecen
deberes y obligaciones de los miembros de la familia. La principal obligación de la
esposa es obedecer y no ofender al marido, y contribuir al éxito del matrimonio. Por lo
que este, es un ejemplo de cómo los sistemas religiosos imponen una serie de normas
que afectan principalmente al comportamiento de las mujeres, por lo que la religión
construye unos tabúes para mantener un orden en la sociedad.
9. Budismo
Buda dejó muy claro que tanto las mujeres como los hombres podían alcanzar la
Iluminación y las admitió en la orden monástica de ese entonces como bhikkhunis, que
era algo totalmente revolucionario en aquella época. Sin embargo, en las escrituras
Mahayana figuran ciertos ejemplos en que se manifiesta que la naturaleza femenina es
inferior.
10. Tabúes sexuales
La religión ha sido uno de los principales instrumentos para organizar el control social
de los cuerpos, principalmente el de la mujer. El discurso sobre la sexualidad está
presente en todas las religiones, casi siempre en forma de tabúes y normalmente la
obligatoriedad de su cumplimiento se refiere caso exclusivamente a las mujeres.
Existe una cierta angustia a menudo en miedo a abordar el tema de la sexualidad, ya
que las mujeres pueden llegar a tener un gran desconocimiento de su fisiología sexual
al estar marcadas desde la niñez para reprimir la expresión de su sexualidad.
En nuestra sociedad el sexo no se concibe únicamente como la capacidad de
reproducirse, es también una capacidad social de atracciones e interacciones que
pueden llegar a ser un factor de desigualdad.
11. Cristianismo
la iglesia ha puesto de manifiesto sus premisas, estereotipos y tabúes sexuales
conceptualizando lo masculino y lo femenino y asignando roles a cada sexo. A la mujer
ya se le asigna incluso un color, el rosa, ya que es un color suave y dulce, que después
son aplicados a la mujer, ya que se espera que sea dulce, cariñosa, dulce, pasiva…el
amor femenino debe ser romántico y por supuesto debe tener pasividad erótica. Todo
ello, teniendo en cuenta que durante mucho tiempo a las mujeres se las ha callado, se
les ha negado la libertad de expresar deseos y necesidades sexuales, limitando su
conducta sexual a satisfacer las necesidades de otros.
Mientras que en el hombre la identidad precede en la intimidad, en la mujer la
intimidad va con la identidad y la mujer llega a saber sobre sí misma en la medida en
que se relaciona con un hombre.
12. Mientras más experiencias sexuales tenga mucho ``más hombre´´ será considerado, sin
embargo para la mujer, la moral del respeto constituye una de las reglas de oro de la
feminidad. Para ser mujer esta debe acceder a la sexualidad, pero para ser respetable,
debe reprimir sus deseos.
En la religión católica ha sido siempre tabú mantener relaciones sexuales antes del
matrimonio, solo así será considerada una ``mujer decente´´ así mismo también ha sido
tabú hablar sobre ello y mucho más manifestar placer durante las relaciones sexuales.
La Biblia: el estado menstrual es considerado como una inmundicia capaz de transmitir
esta condición a cualquier objeto o persona que se ponga en contacto con la mujer en
esos días.
13. Islam
En esta religión también hay situaciones de represión de la sexualidad de las mujeres
musulmanas, por ejemplo: las costumbres relaciones con la menstruación toman formas
generalmente negativas, lo que se conoce como tabúes menstruales. El aislamiento de la
mujer menstruante, hasta considerar que la sangre menstrual es un líquido peligroso y
venenoso, y prohíben las relaciones sexuales en este periodo, también prohíben que la
mujer menstruante prepare o consuma determinados alimentos bajo el riesgo de
contaminarlos, impiden visitar lugares sagrados o tomar parte en liturgias religiosas. Se
tratan de tabúes que sirven para separar a las mujeres del resto de la sociedad mientras
dura la menstruación, marcándolas como impuras o fuentes de contaminación.
14. Podríamos pensar que las creencias en torno a la menstruación son propias de épocas
pasadas, de culturas tribales o de religiones no tan complejas, sin embargo muchas
personas siguen comentando cosas como que las mujeres con la menstruación no
pueden hacer mayonesa pues se corta, no pueden tocar las plantas o no pueden bañarse
porque se les corta el periodo para siempre.
El Corán: la menstruación se considera casi como una enfermedad, y las mujeres
musulmanas están exentas de ayunar durante los días de la menstruación en el mes de
Ramadán.
En el islam el hombre pude tener 4 mujer pero la mujer solo puede tener un marido y
soportar que el hombre tenga otras mujeres.
15. Existen culturas donde el tabú posparto es muy frecuente, las mujeres tras dar a luz,
tienen que evitar las relaciones sexuales durante un periodo de tiempo culturalmente
determinado, y también unas normas alimenticias impuestas desde la religión.
La mutilación o ablación genital femenina y aunque ninguna religión la prescribe si se
recurre a ciertas justificaciones. Es cierto que muchas mujeres circuncidadas pertenecen
al islam, aun así hay testimonios de tales prácticas antes del advenimiento de esa
religión e inclusive del cristianismo.
Una buen excusa para la extirpación al considerarse que hace más fuerte a la mujer para
luchar contra las enfermedades. También se llega a argumentar que garantiza la pureza
de las mujeres y asegura la higiene pues aquellas que no han sido sometidas a esas
prácticas no pueden acarrear agua o preparar la comida ya que no son puras, además
hacen más fértiles a las mujeres, y la mujer no tiene deseo sexual, ya que se reducen las
posibilidades de que busque el sexo fuera del matrimonio, por lo que el honor de la
familia está a salvo.
16. Budismo
La percepción de la sexualidad en la tradición budista varía según las escuelas, los
países, las culturas y las épocas. En general, en el budismo se considera que la
sexualidad es una manifestación importantísima a nivel humano de la energía vital
universal. Es la fuerza capaz de unir a dos seres y de crear nueva vida. Para el budismo,
la sexualidad en sí no es buena ni mala, es un instinto natural que forma parte de la
naturaleza humana
17. Tabúes espaciales
Hay prohibiciones que las culturas respetan por miedo a una sanción o un castigo
divino, impidiendo por ejemplo el contacto con personas o la ocupación de
determinados espacios, considerando que al infringirlos se comete un acto de
profanación.
18. Cristianismo
En Sevilla por ejemplo, muchas de las hermandades no le conceden ni siquiera la condición de
elegibles por lo tanto es imposible ocupar cargos directivos para la mujer, por lo que permanecen
como simples espectadoras.
Islam
En la mayoría de las mezquitas en España casi todos los asistentes son hombres, ya que en
muchos casos está prohibida la entrada a mujeres, siendo para ellas la casa el espacio
habitual donde practicar la oración. También existen espacios en las mezquitas destinados a
las mujeres, ya que deben evitar el contacto físico y visual con los hombres, son salas aparte
a veces ocultar tras celosías, en las sinagogas los hombres se suelen situar delante y las
mujeres detrás.
Por lo tanto podemos observar como el papel de la mujer continua en muchos casos oculto y
sigue sin valorarse positivamente el acceso al ámbito público. Pero lo más preocupante no
son los comentarios despectivos de los hombres, si no que las propias mujeres también los
hacen.
19. Tabúes mentales
Todas las religiones van evolucionando con el tiempo, por lo que deben de verse desde
el punto de vista de su historia.
Cristianismo
La iglesia católica tiene problemas con el papel de la mujer, en concreto con la
anticoncepción, con las extremas posiciones que se adoptan con la cuestión del aborto o
con la exclusión de la mujer en los cargos eclesiales más altos.
Islam
Los problemas son mayores, ya que el islam no ha pasado por el cambio de paradigma
de una reforma religiosa, ni se ha visto influenciado por la modernidad. Hay que
permitir que las mujeres musulmanas se definan por sí mismas, por ejemplo la
vestimenta o el pañuelo en la cabeza, para que de esta manera sean las propias mujeres
musulmanas las que marquen los ritmos del camino hacia su liberación.
20. Reflexión final
Como hemos podido comprobar las religiones siempre pretender tener el control
sobre las cosas y las personas, sobre todo de las mujeres, estableciendo una ideología
y unos valores que se han ido transmitiendo de una generación a otra, y que ha
mantenido a la mujer con una cierta dependencia.
Las primeras personas que deberían buscar el cambio son las mujeres porque en
realidad somos nosotras las primeras que nos criticamos y por eso para poder
conseguir el hombre nos respete, primero nos tenemos que respetar nosotras.