La Revolución Cubana ha dependido económicamente de la ayuda de la Unión Soviética y Venezuela por más de 55 años. Sin embargo, el colapso de la Unión Soviética y la crisis económica de Venezuela han dejado a Cuba sin sus "padrinos". Por lo tanto, Cuba se ha visto obligada a abrir su economía al capitalismo y la inversión extranjera para salvar al socialismo cubano, aprobando una nueva ley de inversión extranjera en 2014. El objetivo es fortalecer la economía cubana mediante la modernización