Este documento describe las virtudes de la prudencia, la cautela y la discreción. La prudencia implica actuar de forma justa y moderada, considerando los efectos de nuestras palabras y acciones. La cautela requiere proceder con precaución y reserva para evitar errores. La discreción significa expresarse con sabiduría y tacto para establecer confianza. Juntos, estos conceptos promueven una comunicación culta y respetuosa.