2. ETIMOLOGIA DE LA PRUDENCIA
La palabra prudencia proviene del latín,
“prudentia” y este del griego
“phronesis”, este concepto lo introdujo
Aristóteles en sus estudios de la ética.
3. Virtudes Humanas Fundamentales
Las virtudes humanas fundamentales son, desde Aristóteles, las
siguientes: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. La
prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir
en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los
medios rectos para realizarlo. "El hombre cauto medita sus
pasos" (Prov 14,15). La prudencia es la "regla recta de la acción",
escribe S. Tomás (S.Th. 2-2, 47,2), siguiendo a Aristóteles. No
se confunde ni con la timidez o el temor, ni con la doblez o la
simulación. Es llamada la "auriga virtutum": Conduce las otras
virtudes indicándoles regla y medida. Es la prudencia quien guía
directamente el juicio de conciencia. El hombre prudente decide
y ordena su conducta según este juicio. Gracias a esta virtud
aplicamos sin error los principios morales a los casos
particulares y superamos las dudas sobre el bien que debemos
hacer y el mal que debemos evitar.
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5. LA PRUDENCIA
La prudencia es una virtud de la razón,
no especulativa, sino práctica: la cual es
un juicio, pero ordenado a una acción
concreta.
6. La prudencia nos ayuda a reflexionar y a
considerar los efectos que pueden
producir nuestras palabras y acciones,
teniendo como resultado un actuar
correcto en cualquier circunstancia. La
prudencia en su forma operativa es un
puntal para actuar con mayor conciencia
frente a las situaciones ordinarias de la
vida.
7. La prudencia nos hace tener un trato
justo y lleno de generosidad hacia los
demás, edifica una personalidad recia,
segura, perseverante, capaz de
comprometerse en todo y con todos,
generando confianza y estabilidad en
quienes nos rodean, seguros de tener a
un guía que los conduce por un camino
seguro.
8. Para la ética católica, la
prudencia dispone la razón
a discernir, en cada
circunstancia, el
verdadero bien y a elegir
los medios adecuados para
realizarlo. Es guía de las
demás virtudes,
indicándoles su regla y
medida.
9. ¿Cómo alcanzarla?
* El recuerdo de la experiencia pasada: Si
una persona no sabe reflexionar sobre lo
que le ha sucedido a él y a los demás, no
podrá aprender a vivir.
*Inteligencia del estado presente de las
cosas: El obrar prudente es el resultado
de un “comprender” mirando la
comprensión como la total
responsabilidad.
10. * Asumir con humildad nuestras
limitaciones, recurrir al consejo de
todas aquellas personas que puedan
aportarnos algo.
11. La imprudencia
Es la falta de conocimiento actual, de
lo que ha de evitarse, la imprudencia
frente al dolo directo o eventual, es
la falta de previsión si en el proceso
se logra demostrar el conocimiento,
habrá de condenar por imprudencia y
la falta de conocimiento es un
elemento delimitador.
12. La falta de prudencia siempre tendrá
consecuencias a todos los niveles,
personal y colectivo, según sea el caso.
Es importante tomar en cuenta que
todas nuestras acciones estén
encaminadas a salvaguardar la
integridad de los demás en primera
instancia, como símbolo del respeto que
debemos a todos los seres humanos.