La Restauración Meiji en Japón (1850-1914) involucró la transferencia de la corte imperial a Edo bajo el Emperador Mutsuhito y la promulgación de una Carta de Juramento para establecer un gobierno constitucional. La oligarquía Meiji modernizó Japón mediante la adopción de leyes, sistemas económicos, educativos y militares occidentales. Esto llevó a Japón a emerger como una potencia militar, ganando guerras contra China en 1894-95 y Rusia en 1904-05.