Un choque se define como la colisión entre dos o más cuerpos que interactúan fuertemente durante un breve período de tiempo. Un choque puede ser elástico, en el que se conserva la energía cinética, o inelástico, en el que no se conserva. Los choques tienen el potencial de dañar o deformar objetos y su efecto acumulado puede reducir la vida útil de un producto aunque inicialmente no cause daños visibles. Es importante controlar y amortiguar las fuentes de choque para proteger objetos sensibles.