Juana de Arco vivió en el siglo XV en Francia y lideró el ejército francés a la victoria contra los ingleses a pesar de no estar calificada para usar armas. Interpretó voces celestiales que la impulsaron a luchar por Francia, aunque sus opositores la consideraron hereje. Fue quemada en la hoguera a los 19 años por herejía. Aunque fue anormal para su época, ha inspirado a otros a luchar por la compasión y la liberación de los oprimidos.