Los jueces de paz son elegidos por votación popular en una comunidad para resolver conflictos menores mediante la conciliación. Resuelven controversias aplicando principios como la concentración, celeridad e igualdad para garantizar la convivencia pacífica. Deben tener más de 30 años, solvencia moral y ser de una profesión reconocida para ejercer como alternativa de justicia en ausencia de un juzgado.