Este documento presenta las dos versiones contradictorias de los hechos en el caso de Los tres cerditos vs. El lobo. Según el lobo, persiguió a los cerditos por accidente después de estornudar y derribar sus casas de paja y madera sin intención. Los cerditos lo acusaron falsamente y llamaron a un cazador para amenazarlo. Según los cerditos, el lobo los persiguió para comérselos y derribó sus casas soplando intencionalmente. Al final, el lobo trató de entrar en
Cuento infantil tradicional de los tres cerditos y el lobo feroz.
El cual trata de unos cerditos que son perseguidos por el lobo el cual se los quiere devorar.
Cuento infantil tradicional de los tres cerditos y el lobo feroz.
El cual trata de unos cerditos que son perseguidos por el lobo el cual se los quiere devorar.
Obras cortas de teatro y pantomima de Petronio CáceresColectivo Arista
Cuatro obras cortas. Dos de teatro y dos de pantomima escritas por el maetro Petronio Cáceres.
Se ruega comunicarse con el autor antes de descargar el trabajo o montarlo.
a sus hermanos, - Construiré mi casa en un santiamén con todos estos
troncos y me iré también a jugar.
Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y
bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema:
-¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo!
- ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz! Detrás de un árbol grande
apareció el lobo, rugiendo de hambre y gritando:
- Cerditos, ¡me los voy a comer! Cada uno se escondió en su casa,
pensando que estaban a salvo, pero el Lobo Feroz se encaminó a la
casita de paja del hermano pequeño y en la puerta aulló:
- ¡Cerdito, ábreme la puerta!
Había una vez tres cerditos que eran hermanos y se fueron por el
mundo a conseguir fortuna. El más grande les dijo a sus hermanos
que sería bueno que se pusieran a construir sus propias casas para
estar protegidos. A los otros dos les pareció una buena idea, y se
pusieron manos a la obra, cada uno construyó su casita.
Estudio descriptivo del el caso de estudiantes que viben tensiones entre las demandas tecnológicas propias de su generación y las que le efectúan los profesores de la universidad
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Las capacidades sociomotrices son las que hacen posible que el individuo se pueda desenvolver socialmente de acuerdo a la actuación motriz propias de cada edad evolutiva del individuo; Martha Castañer las clasifica en: Interacción y comunicación, introyección, emoción y expresión, creatividad e imaginación.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
1. Juicio: Los tres cerditos vs. El lobo
Para la presente situación hemos de deliberar sobre la inocencia o
culpabilidad del lobo, el cual ha sido acusado de los siguientes Delitos:
Acoso e intento de homicidio .
Te mostramos las dos versiones de los personajes, en equipos de cinco
han de generar los argumentos para determinar un veredicto sobre este
caso.
Para el desarrollo de la situación se han de asignar los siguientes roles:
a) juez
b) defensor del lobo
c) defensor de los cerditos
d) indagador de las inconsistencias entre las versiones (para aportar
datos al juez)
e) indagador de las semejanzas entre las versiones (para aportar
datos al juez)
El equipo ha de emitir por escrito un veredicto y aportar los argumentos
que lo respalden.
Los tres cerditos y el lobo (La versión del lobo)
No entiendo por qué nos tienen que poner a los lobos como seres
despreciables, malvados y feroces. Yo soy un animal pacífico y solitario; no me
gusta meterme con nadie. El problema es que que a todos los lobos se nos
utiliza como si fuéramos marionetas. Sí, sí... Como lo oís. Veréis: A mí me
ocurrió que , un buen día de primavera, iba paseando por el bosque. Atisbé en
la lejanía una pequeña casa hecha de paja. Me acerqué. Aquel día estaba yo
fatal de la alergia y, para colmo, la casa estaba situada entre olmos. Llevaba
todo el día estornudando y al llegar a la casa, me dio un cosquilleo en el
hocico. Estornudé. Pude sentir cómo tembló la casa y se cayó. Descubrí a un
cerdo aterrorizado sentado en un sofá marrón sentado junto a un televisor
apagado. Me miró y emitió un especie de chillido ahogado. Repentinamente,
salió corriendo hacia un claro del bosque. Yo fui tras él para pedirle perdón,
pero el cerdo hacía caso omiso a mis disculpas.
Al llegar al claro pude ver una casa de madera semejante a la derribada. El
cerdo paró en seco ante la puerta de entrada y golpeó con las pezuñas con
desesperación contra la puerta. De pronto, se abrió y el cerdo penetró en la
casa a toda velocidad. Cerró la puerta de un portazo y echó la llave.Yo pude
parar justo a tiempo para que no me estampara la puerta en el hocico. Con
este gesto, volví a sentir un cosquelleo y, sin poder evitarlo, estornudé de
nuevo. Otra vez sentí cómo tembló la casa y se desmoronó. Dentro había dos
cerdos sentados alrededor de una mesa de cristal. Me miraron espantados e
incluso pude ver cómo se dilataron sus pupilas. Salieron corriendo y
desaparecieron de entre los escombros como una exhalación.
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2. Les perseguí, cada vez más avergonzado del resultado de mi alergia. Cuando
llegamos a otro claro cercano, descubrí otra casa, pero ésta era de ladrillos y
cemento. Los dos cerditos golpearon con desesperación la puerta y, cuando
ésta se abrió, entraron escopetados y cerraron con una rapidez admirable. Yo
estaba cada vez más confuso y les pedí por favor que me abrieran porque tan
solo quería disculparme. Los cerdos no me creyeron. Aguardé en la puerta
esperando a que salieran creyendo que me había marchado, y es que a mí,
cuando se me mete algo en la cabeza, no hay quién me lo saque.
Estuve esperando un buen rato y, de pronto, me di cuenta de que venía un
cazador a todo velocidad en dirección a donde estaba yo. Llevaba consigo una
escopeta con la cual, no me gustaría tener que volver a tratar nunca. Me
levanté de un brinco e hice lo primero que se me pasó por la cabeza: subirme
al tejado de la casa. No entiendo cómo, pero pero lo hice. Estaba yo en el
tejado cuando el cazador disparó un disparo que por poco me dio. Perdí el
equilibrio y caí por la chimenea, me di una terrible quemada de cola pues
estaban guisando la comida y, tras un momento de aturdimiento, vi a los tres
cerditos muertos de miedo en un rincón. Yo me acerqué cuidadosamente y les
dije que no tuvieran miedo, que no iba a hacerles daño. Esto parece que les
tranquilizó un poco y les conté lo realmente ocurrido. Tras una breve pausa, los
tres cerditos se miraron entre sí con miradas de complicidad. Uno de ellos se
adelantó unos pasos y me dijo que si quería salir ileso de allí, tendría que decir
que les perseguí porque quería comérmelos y que no estornudé contra las
casas, sino que las derribé a propósito. Yo reí sin ganas porque en el fondo
sabía que tendría que aceptar las condiciones. Los cerditos admitieron que
fueron ellos los que llamaron al cazador para acabar conmigo y que no le dirían
que se fuera hasta que jurase hacer eso. Yo estaba furioso, impotente,
acorralado. La rabia corría por mis venas. Apreté las garras y decidí aceptar.
No me quedaba más remedio. Los cerdos, pasado un tiempo, decidieron
escribir la historia, pero con la versión inventada. Registraron la obra y la
pusieron a la venta. Resultó ser un "Best-seller" durante mucho tiempo.
Más de una vez pensé en llevarles a los tribunales, pero siempre he acabado
desechando la idea, porque nadie me tomaría en serio, pero ellos se
adelantaron y aquí me tienen en este juicio. Ahora ni siquiera sé si vosotros
me creeréis, pero eso es algo que ya no me importa. Como os he dicho al
principio de esta historia, yo soy un animal solitario. Uno se acaba
acostumbrando a que la gente no quiera saber nada de él por una tonta historia
que ni siquiera es verdad. Si os soy sincero, desde ese día no he vuelto a
comer cerdo. Creo que acabaré siendo vegetariano...
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3. Los 3 Cerditos y el Lobo Feroz (La versión de los cerditos)
En el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. El lobo
siempre andaba persiguiéndoles para comérselos. Para escapar del lobo, los
cerditos decidieron hacerse una casa. El pequeño la hizo de paja, para acabar
antes y poder irse a jugar.
El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño
había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él.
El mayor trabajaba en su casa de ladrillo.
- Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras casas- riñó a sus hermanos
mientras éstos se lo pasaban en grande.
El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero
el lobo sopló y sopló y la casita de paja derrumbó.
El lobo persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en
casa de su hermano mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita de madera
derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí.
Casi sin aliento, con el lobo pegado a sus talones, llegaron a la casa del
hermano mayor.
Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. El
lobo se puso a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar.
Con una escalera larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la
chimenea. Pero el cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. El lobo
comilón descendió por el interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua
hirviendo y se escaldó.
Escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque.
Se cuenta que nunca jamás quiso comer cerdito.
(Versión narrada por el tutor de los cerditos, pues al ser menores de edad
no podían testificar en un careo)
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