El documento describe las ilusiones ópticas creadas por el artista Julian Beever en las aceras de varios países. A lo largo de 10 años, Beever ha pintado imágenes hiperrealistas de objetos y escenas que parecen reales aunque son solo pinturas, como un automóvil, un paisaje con botella, chicas sentadas en el piso y más. El artista demuestra su habilidad parándose sobre sus propias pinturas.