La Convención sobre los Derechos del Niño fue adoptada por la ONU en 1989 y ratificada por 191 países, estableciendo los derechos fundamentales de los niños y niñas a ser respetados, tener una nacionalidad, vivir con su familia, recibir educación y atención médica, expresarse libremente, jugar y ser protegidos contra la explotación y el maltrato.