El documento resume la Apología de Sócrates, en la que Sócrates se defendió de las acusaciones en su contra. Sócrates argumentó que las acusaciones eran desproporcionadas y que él no era un orador hábil como sus acusadores afirmaban. También señaló que las primeras acusaciones en su contra se basaban en rumores que escucharon cuando eran niños. Finalmente, Sócrates fue declarado culpable a pesar de que respetaba sus creencias y prefería morir a dejar de buscar la verdad.