La Apología de Sócrates presenta la defensa de Sócrates ante los tribunales atenienses cuando fue acusado de corromper a la juventud y no creer en los dioses de la ciudad. Sócrates refuta las acusaciones, argumentando que nadie corrompería deliberadamente a otro y explica que siguió una misión divina para investigar a los políticos, poetas y artesanos atenienses, descubriendo que no eran realmente sabios. A pesar de su sólida defensa, Sócrates es declarado culpable y conden