El documento describe cómo los terremotos y la actividad volcánica son fenómenos naturales que han amenazado a la humanidad desde la antigüedad, ya que se originan por el movimiento y desplazamiento de las placas tectónicas de la corteza terrestre. También señala la importancia de instalar más estaciones sismológicas y crear mapas de zonas sísmicas para aplicar medidas de construcción antisísmica que protejan a las personas y sus bienes.