La casa esconde un sofisticado criadero de marihuana en su interior, accesible a través de una puerta oculta en el garaje. La "Cueva de María" se extiende más de 50 yardas bajo la colina, equipada con un sistema de riego por goteo, luz y ventilación ideales para el cultivo. En sólo 60 días se puede cosechar un negocio multimillonario de marihuana escondido bajo una aparentemente normal casa residencial.