Celestina intenta convencer a Melibea de los males de la vejez para que aproveche su juventud amando. Menciona a Calisto, irritando a Melibea, pero la calma diciendo que sólo desea que rece por él. Luego describe positivamente a Calisto pero dice que sufre por un dolor de muela desde hace ocho días. Melibea se arrepiente de haberse enojado y acepta darle su cordón a Celestina, pero le pide que vuelva mañana para recibirlo en secreto.