La conciencia es una realidad de experiencia que todos los hombres experimentan al juzgar si sus acciones son moralmente correctas o incorrectas. Es un conocimiento intelectual de nuestros propios actos que no es una potencia separada de la inteligencia o la voluntad, sino que puede considerarse como la propia inteligencia cuando juzga la moralidad de una acción basándose en principios morales innatos a la naturaleza humana.