La Declaración de los Derechos Humanos establece las necesidades básicas que todo ser humano requiere para vivir y desarrollarse, como la dignidad y libertad. Fue proclamada por la ONU en 1948 y protege derechos como la igualdad, libertad de religión y acceso a recursos para vivir. El Papa Benedicto XVI defendió estos derechos en el 60 aniversario de la Declaración.