La empresa minera Drummond ha causado graves daños ambientales en varias regiones de Colombia y se ha aliado con paramilitares, lo que resultó en el asesinato de tres sindicalistas. La empresa también alteró sus regalías para aumentar sus ganancias y recibió multas por detrimento patrimonial a la nación. El modelo de explotación minera de Drummond ha generado contaminación, violencia y engaños, y ha creado resistencia a la minería en general en las comunidades locales.