La economía actual se caracteriza por la feminización del empleo y la vulnerabilidad del mercado laboral, donde las altas tasas de desempleo, pobreza y estancamiento salarial afectan principalmente a las mujeres. A pesar de que las mujeres producen la mayor parte de los alimentos y del trabajo en general, a menudo se les niegan los beneficios económicos y la propiedad legal de la tierra.