El autor expresa su molestia por la sobreexposición del reggaetón en la radio y en fiestas. Considera que el género musical suena siempre igual debido a sus ritmos repetitivos y a la falta de talento de sus intérpretes. Además, critica canciones específicas como "Shaky Shaky" y "Despacito" por ser, en su opinión, de mala calidad musical.