La economía solidaria ofrece una alternativa al sistema capitalista tradicional que ha creado problemas como la desigualdad y el desempleo. Funciona a través de la organización, cooperación y asociación de grupos menos favorecidos para mitigar la pobreza y exclusión. Una forma de organización son las cajas de ahorro y crédito que ayudan a las personas de bajos ingresos a financiar pequeñas iniciativas productivas y generar desarrollo económico a nivel familiar y comunitario.