La equidad y la justicia son principios morales que deben primar tanto en la escuela como en el hogar. La equidad consiste en dar a cada persona lo que merece según sus méritos y condiciones, mientras que la justicia implica obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde. Ambos conceptos requieren no favorecer injustamente a unos sobre otros.