Este documento discute la naturaleza subjetiva y única de la experiencia del tiempo. Señala que vivimos realmente solo en el presente y que debemos recordar que el presente no es simplemente un momento del tiempo, sino el momento vivido en su plenitud. También indica que la eternidad y el tiempo en sí mismos no existen, sino más bien la "tempiternidad", que se abre a nuestra conciencia a través de la experiencia del valor único de cada momento presente.