El conocimiento constituye el activo más valioso de cualquier organización en la Sociedad de la Información. La competitividad de las organizaciones depende de que este conocimiento pueda preservarse y utilizarse de forma eficiente. Los avances en herramientas para la expansión del conocimiento, como las Tecnologías de la Información y la Comunicación, permiten conjugar la Sociedad del Conocimiento y la Economía del Conocimiento.