Jesús llega a Jerusalén donde purifica el templo. Luego cena con sus discípulos y ora en el huerto de Getsemaní, donde es arrestado. Es juzgado por el Sanedrín y Poncio Pilato, condenado a muerte y crucificado en el Gólgota, siendo enterrado en el sepulcro de José de Arimatea.