Un niño encontró una pequeña flor roja en una cueva de su planeta contaminado. Al no poder cuidarla en su planeta, la llevó a la luna en una nave espacial. Con los cuidados del niño, la flor creció y se multiplicó hasta cubrir toda la luna de flores. De vez en cuando, cuando las flores se abren, la luna se tiñe de rojo para recordarnos la importancia de cuidar nuestro planeta.