La misa es el sacrificio del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo que se ofrece a Dios a través del sacerdote. Durante la misa, escuchamos la Palabra de Dios, ofrecemos nuestras vidas a través de las ofrendas, y Jesucristo convierte el pan y el vino en su Cuerpo y Sangre durante la consagración, momento principal de la misa. Al final, el sacerdote nos bendice antes de despedirnos para dar gracias a Dios.