El documento anuncia el Año de la Fe para conmemorar los 50 años desde el Concilio Vaticano II. La fe se inicia con el bautismo y conlleva un camino de toda la vida que termina con la vida eterna tras la resurrección. La fe en la Trinidad significa creer en un solo Dios que es Amor: el Padre envió a su Hijo Jesucristo para redimir al mundo, y el Espíritu Santo guía a la Iglesia hasta la segunda venida de Cristo.