La resolución de una imagen digital se mide en el número de píxeles o puntos de imagen en las filas y columnas. Una alta resolución permite ver más detalles. Para impresión, se recomiendan al menos 200 puntos por pulgada, y entre 300-1500 puntos por pulgada para impresión comercial. La resolución máxima de impresión de una imagen depende del ancho en píxeles dividido por la resolución en puntos por pulgada.