La revolución industrial transformó la economía agraria en una industrializada, comenzando en Gran Bretaña en 1780. La máquina de vapor fue un factor clave, impulsando la industria textil y siderúrgica. Esto creó una nueva sociedad dividida entre obreros y burgueses. Los primeros movimientos obreros incluyeron el ludismo, el sindicalismo y el cartismo, que lucharon por mejorar las condiciones laborales.