Este documento describe cómo varios eventos del Antiguo Testamento prefiguraron la Eucaristía, incluyendo el sacrificio de Isaac, la Pascua judía, el maná en el desierto, y la Última Cena de Jesús. Jesús es la verdadera Pascua que trajo la salvación a todos a través de su muerte y resurrección, que se hace presente en cada Eucaristía.