La sociedad anónima es una empresa cuya propiedad está dividida en acciones y cuyos accionistas no responden personalmente por las deudas de la empresa. Las acciones dan derecho a recibir dividendos en proporción a la participación en el capital social. Para controlar una empresa se requiere tener entre un 30-40% de sus acciones. La junta general de accionistas elige a los administradores que dirigen las operaciones diarias de la empresa.