Este documento discute la importancia de conocerse unos a otros y de amarse mutuamente como discípulos de Cristo. Argumenta que no podemos amar lo que no conocemos, por lo que debemos compartir aspectos de nosotros mismos para generar confianza y apoyarnos mutuamente en nuestro camino hacia una formación integral que nos permita extender más eficazmente el Reino de Dios.