Una niña de 5 años quiere ser una abuela cuando sea grande porque las abuelas escuchan y comprenden a los niños, reúnen a la familia en su casa, pasean y conversan con los niños sobre la vida, no tienen prisa y pasan más tiempo con los niños, les enseñan sobre la naturaleza, responden pacientemente a sus preguntas, y sus abrazos reconfortan a los niños cuando están tristes.