Alberto era un niño de 14 años que quería abandonar la escuela porque no entendía la utilidad de las matemáticas. Años más tarde, trabajando en una biblioteca, se obsesionó con un libro sobre números que despertó su interés por las matemáticas. A partir de entonces, todo lo expresaba de forma matemática, lo que terminó aislando a Alberto y hundiéndolo en una crisis existencial.