Las crisis económicas son inherentes al capitalismo y ocurren cuando hay una sobreproducción relativa de mercancías que no encuentran salida, lo que obliga a las empresas a reducir la producción y despedir trabajadores. Estas crisis son soluciones momentáneas a las contradicciones del sistema que restablecen el equilibrio roto entre la oferta y la demanda antes de iniciar una nueva fase de reanimación y crecimiento. Las crisis también afectan a la agricultura y tienen un impacto devastador sobre las grandes masas campesinas.