1. LAS PROPIEDADES QUÍMICAS DEL SUELO
La química de suelos se define como aquella parte de la ciencia del suelo que estudia
la composición, las propiedades y las reacciones químicas de los suelos.
Los esfuerzos mayores de aplicación de ésta parte de la ciencia del suelo han estado
dirigidos a tratar de explicar y/o resolver problemas relacionados con la dinámica de
los nutrientes vegetales y con la fertilidad del suelo.
LOS COLOIDES DEL SUELO
Una partícula coloidal es aquella que posee un tamaño menor de 0,001 mm de
diámetro (1000 nm), dimensiones responsables de la alta superficie específica que
las caracteriza; poseen además carga eléctrica que les confiere una alta reactividad
química. En el suelo los colides están representados por las partículas de tamaño
arcilla y los compuestos húmicos,, siendo los responsables de la actividad química que
se desarrolla en aquel, así como de buena parte de su comportamiento físico.
Los colides del suelo pueden adquirir dos tipos de carga: Permanente o variable,
mediante la acción de diferentes mecanismos. La carga permanente es aquella que
está presente siempre en el coloide sin importar las condiciones del medio en el cual
se encuentre, debido a que dicha carga la adquiere durante su proceso de formación.
Predomina en los silicatos laminares 2:1 y 2:1:1 (vermiculita, montmorillonita, illita,
atapulgita)
La carga variable corresponde a aquella que se desarrolla en el coloide cuando
cambian las condiciones ambientales del medio en el cual se encuentra. La propiedad
que más afecta los colides del suelo, con respecto a su carga, es el pH por lo cual a
esta carga variable también se le conoce como carga dependiente del pH, pues son
los cambios en el los que la generan en mayor proporción. La carga variable
predomina en los minerales silicatados del tipo 1:1 (caolinita, haloysita, dickita,
nacrita), en sesquióxidos de hierro y aluminio y en los colides orgánicos.,
EL INTERCAMBIO IÓNICO
Es un proceso reversible, estequiométrico y rápido mediante el cual la fase sólida del
suelo retira y retiene algunos iones de la solución del suelo y libera a ellas cantidades
equivalentes de otros, para establecer un nuevo equilibrio entre las dos fases. Los
procesos de intercambio mencionados se dan tanto con cationes como con aniones y
la retención se lleva a cabo debido a la presencia de cargas electrostáticas en los
coloides del suelo y en los iones presentes en la solución del mismo, los cuales se
atraen hacia los sitios de carga contraria para neutralizarse.
1. Factores que controlan el intercambio iónico. Los procesos de intercambio
iónico dependen de:
Las propiedades del cambiador. El cambiador en el suelo corresponde a las
partículas sólidas del mismo que tienen la posibilidad de intervenir en los
procesos de intercambio, es decir, a los coloides minerales y orgánicos de
aquel, es decir a las arcillas y materia orgánica.
2. 2. CAPACIDAD DE INTERCAMBIO CATIONICO (CIC). Es la medida de la
capacidad que posee un suelo de adsorber (retener superficialmente iones,
obedeciendo a diferencias en la carga electrostática que presentan) cationes
intercambiables y es equivalente a la carga negativa del suelo. Esta propiedad
en los suelos está asociada directamente con la textura, el tipo de arcilla y el
contenido de materia orgánica en ellos.
Esta propiedad es la que define la cantidad de sitios disponibles para almacenar
los cationes en el suelo y la fuerza para retenerlos en contra de los procesos que
tratan de evacuarlos de aquel, como la lixiviación, evitando así que se pierdan
nutrientes para las plantas.
Los cationes intercambiables más importantes en los procesos de intercambio
catiónico son Ca2+, Mg2+, K+ y Na+, los cuales se conocen como las bases del
suelo; en suelos ácidos, a partir de ciertos valores de pH, el Al 3+ juega un papel
muy importante en el complejo de intercambio del suelo constituyendo junto con el
H+, la acidez intercambiable del mismo. La CIC del suelo se expresa en
miliequivalentes meq/100gr de suelo y depende de la cantidad y tipo de coloides
que tiene.
El valor que toma la CIC de un suelo está fuertemente afectado por el valor del pH
al cual se hace la determinación, aumentando el valor de aquella al aumentar el
pH. Es deseable que todo el suelo presente una CIC alta, asociada con elevada
saturación de bases, ya que esta situación indica una gran capacidad potencial
para suministrar Ca, Mg y K a las plantas. En términos generales, un estimativo
conceptual de la CIC en los suelos es el siguiente:
Menor de 10 meq/100 g de suelo: Baja
10 – 20 meq/100 g de suelo : Media
Mayor de 20 meq/100 g de suelo: Alta
LA REACCIÓN DEL SUELO. Es aquella propiedad, que establece el grado de acidez
o de alcalinidad que el presenta y tiene una gran influencia en muchas de sus
propiedades físicas, químicas y biológicas, razón por la cual es una de las propiedades
más importantes.
Una sustancia se considera como un ácido, cuando al disociarse en agua libera
protones a ella para formar hidronio (H3O+); se considera una base cuando al
disociarse recibe protones; las siguientes reacciones ilustran lo anterior:
HCL + H2O ↔ H3O+ + CL-
NH3 + H2O ↔NH4+ + OH-
En las reacciones anteriores, el HCL es un ácido y el NH3 es una base; obsérvese que
el agua tiene la capacidad de actuar como una base, en la primera reacción, o como
un ácido en la segunda; el ácido y la base que se producen después de la reacción
con el agua se llaman conjugados; así el H3O+ es el ácido conjugado del H2O y el CL-
3. es la base conjugada del HCL, en la primera reacción; en la segunda reacción, el NH 4+
es el ácido conjugado del NH3 y el OH- es la base conjugada del H2O
PH O GRADO DE ACIDEZ. La acidez es una medida de la concentración de iones de
Hidrógeno (H+) presentes en la solución del suelo. La cantidad de iones de Hidrógeno
se expresa en valores de pH según convención científica establecida y aceptada
universalmente. La medida de la concentración de iones (H+) indica que hay presencia
de ácidos en el suelo tales como ácido nítrico (HNO3), Acido Sulfúrico (H2SO4), Acido
Carbónico (H2CO3), Acido Fosfórico (H3PO4), entre otros.
Determinación del pH del suelo. El pH se mide en laboratorio por el método del
potenciómetro y por métodos colorimétricos.
Calificación del pH del suelo. De acuerdo con el valor de pH que presenten y con el
método utilizado para determinarlo, los suelos se califican de varias maneras, según
diferentes autores, para este caso utilizaremos la calificación de acuerdo al ICA:
Menor de 5.5: Fuerte a extremadamente ácido. Posible toxicidad del aluminio y
del manganeso. Posibles deficiencias de P, Ca, Mg y Mo. Es necesario encalar
para la mayoría de los cultivos.
5.5 a 5.9: Moderadamente ácido, baja solubilidad del P y regular disponibilidad
del Ca y Mg. Algunos cultivos como las leguminosas requieren encalamiento.
6.0 a 6.5: Ligeramente ácido. Condición adecuada para el crecimiento de la
gran mayoría de los cultivos.
Menor de 6.6 a 7.3: Casi neutro o neutro. Buena disponibilidad de Ca y Mg;
moderada disponibilidad de P y baja disponibilidad de micronutrientes a
excepción del Mo.
7.4 a 8.0: Alcalino. Posible exceso de carbonatos. Baja solubilidad del P y de
micronutrientes a excepción del Mo. Se inhibe el crecimiento de varios cultivos.
Es necesario tratar el suelo con enmiendas.
Mayor de 8.0: Muy alcalino. Posible exceso de Na intercambiable. Se inhibe el
crecimiento de la mayoría de los cultivos. Es necesario tratar el suelo con
enmiendas.
IMPORTANCIA DEL pH EN EL SUELO
Prácticamente la disponibilidad de todos los nutrientes de la planta está controlada por
el pH del suelo como se aprecia en la figura, en la cual se representa la solubilidad de
los nutrientes en el suelo, en relación con el pH del mismo; en esta figura el mayor
espesor de la barra correspondiente a un elemento indica la mayor disponibilidad de el
en la solución del suelo, y el rango de pH en el cual se presenta, ese mayor espesor
es el rango óptimo de suministro de dicho elemento; a medida que el espesor de la
barra se va haciendo menor, va disminuyendo la disponibilidad del nutriente.
4. IMPORTANCIA DEL pH EN EL SUELO
Prácticamente la disponibilidad de todos los nutrientes de la planta está controlada por
el pH del suelo como se aprecia en la figura, en la cual se representa la solubilidad de
los nutrientes en el suelo, en relación con el pH del mismo; en esta figura el mayor
espesor de la barra correspondiente a un elemento indica la mayor disponibilidad de el
en la solución del suelo, y el rango de pH en el cual se presenta, ese mayor espesor
es el rango óptimo de suministro de dicho elemento; a medida que el espesor de la
barra se va haciendo menor, va disminuyendo la disponibilidad del nutriente. Por
ejemplo, el aluminio y el manganeso son más solubles en el agua edáfica a un pH bajo
y al ser absorbidos por las raíces son tóxicos a ciertas concentraciones. Determinadas
sales minerales que son esenciales para el crecimiento vegetal, como el fosfato de
calcio, son menos solubles a un pH alto, lo que hace que esté menos disponible para
las plantas.
También el pH del suelo afecta al proceso de lixiviación de las sustancias nutritivas
para las plantas. Un suelo ácido tiene una capacidad menor de retención catiónica
porque los iones hidrógeno desplazan a los cationes como el de potasio y el de
magnesio.
En un suelo con pH ácido, los iones H+ reemplazan a los de Ca2+, Mg2+ y K+, los cuales
son posteriormente lavados del suelo, disminuyendo la riqueza de nutrientes
disponibles
5. En un suelo de pH neutro o básico los iones de Ca, Na y K
reemplazan a los de H
El pH de la mayor parte de los suelos varía entre 4 y 8, pero algunos se salen de este
rango. El pH de algunos bosques varía entre 2.8 y 3.9, es decir, es muy ácido, pero en
suelos salinos el pH es mayor de 8.5.
El rango óptimo del pH del suelo para el crecimiento de la mayor parte de los
vegetales es de 6.0 a 7.0 porque la mayor parte de las sustancias nutritivas de las
plantas están disponibles en este intervalo.
El pH del suelo influye en el desarrollo de las plantas y a su vez el pH del suelo es
afectado por los vegetales y otros organismos. Por ejemplo, el intercambio catiónico
realizado por las raíces de las plantas reduce el valor del pH del suelo, la
descomposición del humus y la respiración celular de los organismos edáficos.
La lluvia ácida (un tipo de contaminación del aire, del agua y del suelo producida por
los ácidos sulfúrico y nítrico generados por actividades del hombre) altera la
composición química del suelo y reduce gravemente el pH del suelo. Este fenómeno
6. provoca la destrucción forestal debido a la alteración química del suelo y al deterioro
gradual de los árboles de los bosques como ocurrió en Europa y Estados Unidos de
América.
LOS ELEMENTOS QUÍMICOS Y EL CRECIMIENTO DE LAS PLANTAS
En la Tierra se han encontrado 92 elementos químicos y alrededor de 60 de ellos
forman parte de las plantas, pero se ha demostrado que sólo 16 de ellos son
esenciales para el crecimiento y desarrollo normal de las plantas. A 9 de ellos se les
conoce como macronutrientes porque se encuentran en cantidades mayores de 0.05
% en peso seco y son: el carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo, potasio,
azufre, calcio y magnesio. A los 7 elementos químicos que se encuentran en
cantidades menores al 0.05% en peso seco y que son necesarios para el crecimiento y
el desarrollo normal de las plantas se les conoce como micronutrientes o elementos
traza y son: el fierro, boro, manganeso, cobre, molibdeno, cloro y zinc.
El carbono, el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno provienen del aire y del agua, y los
otros 12 elementos químicos esenciales los obtienen del suelo plantas como iones
disueltos en el agua (provienen de la roca madre de la que se formó el suelo).
El carbono, el hidrógeno y el oxígeno forman parte de la estructura de las moléculas
de importancia biológica como los lípidos, los carbohidratos, las proteínas y los ácidos
nucleicos. El nitrógeno forma parte de la estructura de las proteínas, los ácidos
nucleicos y la clorofila. El fósforo es un componente de los ácidos nucleicos, los
fosfolípidos (esenciales para la membrana celular) y de las moléculas de transferencia
de energía como el ATP (adenosin trifosfato o trifosfato de adenosina). El calcio tiene
una función estructural fundamental como componente de la lámina media (capa
cementante entre las paredes celulares de las células vegetales adyacentes). También
se considera que el calcio participa en otras actividades fisiológicas de las plantas
como la modificación de la permeabilidad de las membranas. El magnesio es parte
fundamental de la estructura de la molécula de la clorofila y el azufre forma parte de la
estructura de algunos aminoácido y vitaminas.
El potasio lo utilizan las plantas en forma de ion (K+) para el mantenimiento de la
turgencia de las células mediante el fenómeno de la ósmosis. La presencia del ion
potasio en el citoplasma hace que la célula tenga una mayor concentración de solutos
que las células circundantes. También el potasio participa en la apertura y cierre de los
estomas.
El cloro en forma de ion (Cl1-) es esencial para el proceso de la fotosíntesis y también
participa en el mantenimiento de la turgencia de las células.
El boro interviene en proceso del transporte de los carbohidratos a través de la
membrana celular y en el aprovechamiento del calcio.
El níquel participa en reacciones enzimáticas de las leguminosas nitrificantes como el
chícharo y el frijol. El silicio favorece el crecimiento de varios pastos.
Los elementos químicos esenciales y sus principales funciones en las plantas.
7. Partícula
Elemento química
Principales funciones
químico en que lo
capta
Componente de algunos aminoácidos y
Azufre SO42-
vitaminas
Participa en el transporte a través de la
Boro H2BO31- membrana celular y en el aprovechamiento
del calcio
Componente cementante de las paredes
Calcio Ca2+ celulares,; participa en la permeabilidad de
la membrana; activador enzimático
Reactivo de la fotosíntesis; componente de
Carbono CO2 carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos
nucleicos
Participa en la fotosíntesis y en el balance
Cloro Cl1-
iónico
Cu1+,
Cobre Activador enzimático de la fotosíntesis
Cu2+
Participa en reacciones enzimáticas y en
2+ 3+ moléculas de transporte de electrones en
Fierro Fe , Fe
los procesos de la fotosíntesis, respiración
y fijación del nitrógeno
H2PO41- , En ácidos nucleicos, fosfolípidos, ATP (en
Fósforo
HPO42- la transferencia de energía)
Componente de carbohidratos, lípidos,
Hidrógeno H2O
proteínas y ácidos nucleicos
Componente de la clorofila; activador
2+
Magnesio Mg enzimático en el metabolismo de los
carbohidratos
Activador de enzimas que participan en la
Manganeso Mn2+ respiración y en el metabolismo del
nitrógeno; necesario para la fotosíntesis
Activador de enzimas que participan en el
Molibdeno MoO42+
metabolismo del nitrógeno
NO31-, Componente de proteínas, ácidos
Nitrógeno
NH41+ nucleicos, clorofila, algunas coenzimas
Componente de carbohidratos, lípidos,
Oxígeno CO2, H2O
proteínas y ácidos nucleicos
Participa en el balance iónico celular
Potasio K1+ mediante la ósmosis; apertura y cierre de
estomas; activador enzimático
Activador de enzimas en la respiración y en
Zinc Zn2+
el metabolismo del nitrógeno
En un ecosistema natural los elementos químicos esenciales que las plantas o los
animales toman de los minerales del suelo para su crecimiento y desarrollo son
reincorporados cuando las plantas y los animales que los consumen mueren y son
8. descompuestos. Pero en un suelo agrícola este patrón es alterado cuando los cultivos
son cosechados y consumidos por las personas o los animales. Como los nutrimentos
no pueden ser reincorporados al suelo después de un cierto tiempo el suelo pierde su
fertilidad (capacidad de producir cultivos en cantidad apropiada).
El crecimiento vegetal depende de ciertos factores limitantes como el agua, la luz solar
y ciertos elementos químicos esenciales para el crecimiento vegetal como el nitrógeno,
el fósforo y el potasio. Para sostener la productividad de los suelos agrícolas se
utilizan periódicamente productos químicos solubles en agua llamados fertilizantes
para reponer los elementos químicos que actúan como factores limitantes. Los
fertilizantes inorgánicos son de acción inmediata y de tiempo de duración corto en
comparación con los orgánicos. Un fertilizante inorgánico, por ejemplo, 10, 20, 20,
indica las concentraciones relativas de nitrógeno, fósforo y potasio respectivamente. A
los fertilizantes orgánicos se les llama abonos y consisten, por ejemplo, en estiércol de
bovinos, vacunos, caballar, residuos de cultivos, harina de huesos, sangre y composta.
Son complejos y son de composición variable; son de acción lenta y duración
prolongada.
Capacidad Buffer de un suelo. Es la resistencia de un suelo a cambiar de pH al
adicionarle ácidos o bases, dentro de un determinado rango de valores de pH; esta
capacidad es de especial importancia en Andisoles (suelos derivados de cenizas
volcánicas como los del Oriente antioqueño, zona cafetera, entre otros)
La capacidad Buffer del suelo depende fundamentalmente de su contenido de
coloides, así como de la naturaleza de éstos; altos contenidos de materia orgánica y
de alófono incrementan fuertemente la capacidad buffer de los suelos, en tanto que
otros coloides la reducen.
Formación de suelos ácidos. Este tipo de suelos es muy importante en Colombia
pues, según datos del IGAC reportados por Jaramillo et al (1994), más del 85% del
área del país está ocupada por este tipo de suelos.
Algunos de los factores que favorecen la formación de suelos ácidos son:
Unas condiciones climáticas en las cuales se presente un exceso permanente
de la precipitación sobre la evapotranspiración potencial genera excedentes de
agua que, en suelos con una condición adecuada de drenaje, puede causar
altas pérdidas de bases por lixiviación, reduciendo su participación en el
complejo de intercambio y favoreciendo la acumulación de Al, Fe y otros
cationes de carácter ácido.
Los procesos de alteración de los minerales del suelo, bien sea por
meteorización o por pedogénesis, van liberando de sus estructuras cationes
que pasan a la solución del suelo; entre los cationes que se liberan, los básicos
son los más solubles y por lo tanto los que más fácil se pierden por lixiviación,
acumulándose los de carácter ácido; este mecanismo de acidificación del suelo
se expresa fuertemente en suelos como los oxisols y ultisols.
Algunos materiales parentales en su composición mineralógica no poseen
materia prima para que el suelo que se desarrolle de ellos tenga un adecuado
contenido de bases como es el caso de las areniscas cuarcíticas y las
cuarcitas, entre otros; también es conocido el caso de los suelos de la
altillanura colombiana, donde se han producido oxisols favorecidos, en parte,
9. por la pobreza del material parental sedimentario que les dio origen, producto
de la erosión en la cordillera, el cual llegó ya meteorizado, y por tanto
empobrecido a estos paisajes.
El consumo de bases por parte de las plantas también ayuda a desbalancear el
equilibrio entre cationes básicos y ácidos, favoreciendo la acumulación de los
ácidos.
Prácticas de manejo de suelos como fertilización continua e intensiva con
ciertos fertilizantes de efecto residual ácido, favorecen la acidificación del
suelo; el drenaje excesivo de los suelos también puede ayudar eficientemente
a su acidificación al incrementarse la lixiviación de bases en él.
TIPOS DE ACIDEZ EN EL SUELO
En el suelo se distinguen varios tipos de acidez, dependiendo de los iones que la
producen.
Acidez Activa. Es la que se evalúa cuando se mide el pH del suelo; es la que está
determinando las condiciones de acidez actual del suelo e involucra los iones H3O+
disociados en la solución de éste.
Acidez intercambiable. Es la acidez que está asociada al Al 3+, Al(OH)2+, y al Al(OH)2+
(está constituida por el Al y el H intercambiables). En los suelos minerales predomina
el Al. Generalmente, a valores de pH por debajo de 5.5 en suelos minerales y por
debajo de 5.0 en suelos orgánicos, existen problemas con el Al.
Manejo de los suelos ácidos. Para neutralizar la acidez del suelo se aplica cal. El
propósito fundamental del encalamiento es neutralizar la acidez intercambiable que
hay en exceso en el suelo para una determinada especie vegetal; sin embargo se
obtienen otros beneficios colaterales con esta práctica como son: se reduce la
toxicidad de Al, Mn y Fe; se eleva el pH; se aumenta la disponibilidad del P y del Mo
(molibdeno); se mejora el suministro de Calcio y/o de Mg, así como de N; se mejora la
actividad microbiológica en el suelo, especialmente de las bacterias; si no hay buena
estructuración en el suelo, el encalamiento puede mejorarla.
Con relación a la dosis de cal que deben aplicarse al suelo hay varios criterios, para
fines prácticos puede tomarse la recomendación del ICA (1992) que establece que por
cada miliequivalente de Al3+ por 100 gramos de suelo que haya que neutralizar, se
deben aplicar 1.5 ton/ha de cal agrícola con 80% de CaCO3, si el suelo tiene menos de
10% de materia orgánica y pH < de 5.5 o más de 10% de materia orgánica y pH < 5.0
La cal necesaria se aplica al voleo (esparcida en forma continua sobre la superficie del
suelo) y se incorpora a la capa arable del mismo con un mes de anticipación a la
siembra del cultivo por lo menos, para que haya tiempo suficiente de reacción y sea
eficiente la neutralización del Al3+.
Materiales utilizados para neutralizar la acidez del suelo
Para neutralizar la acidez del suelo, es decir para aumentar el pH, se pueden utilizar la
cal o las Escorias Thomas. Existen cuatro clases de cal: agrícola, viva, apagada y
dolomítica.
10. Cal agrícola. Es el producto formado principalmente por carbonato de calcio (CaCO 3)
en cantidad del 70% como mínimo. En forma natural se encuentra como piedra caliza
o piedra de cal.
Cal viva. Es la misma piedra caliza o carbonato de calcio, calcinada o quemada en
hornos. Esta cal también recibe el nombre de óxido de calcio (CaO) y se encuentra en
el comercio en forma de terrones más o menos grandes. Para aplicarla al suelo se
puede pulverizar. Inmediatamente después de su aplicación absorbe agua y forma
gránulos que se endurecen por la formación en sus superficies de carbonato de calcio;
en este estado puede permanecer en el suelo por largo tiempo. Su aplicación se
recomienda solamente cuando se puede asegurar una mezcla en el terreno, pues
existe el peligro de “quemar” la semilla.
Cal apagada. Es la misma cal viva después de haberla tratado con agua; también
recibe técnicamente el nombre de hidróxido de calcio (Ca(OH)2 y de cal hidratada. Es
menos fuerte que la cal viva y como el óxido de calcio, es un polvo blanco, de
manipulación difícil y desagradable.
Cal Dolomítica. Es una mezcla de carbonato de calcio y magnesio. Generalmente
contiene 40% de carbonato de calcio (CaCO3) y 8 a 10% de carbonato de magnesio
(MgCO3) Esta cal tiene mucha importancia en suelos ácidos deficientes en magnesio.
Escorias Thomas. Son un subproducto de la industria del acero. En Colombia son
producidas por acerías Paz del Río. Poseen un contenido relativamente alto en fósforo
(P2O5), aproximadamente 10% y mediano de CaCO3. Se aplica a los suelos, más por
su contenido de fósforo que como material de encalamiento, pero por su poder de
neutralización son adecuadas para suelos ácidos deficientes en fósforo como los de
los Llanos orientales. Las Escorias Thomas son también fuente de Magnesio (Mg).
SUELOS BÁSICOS. Se incluyen en este grupo aquellos suelos que presentan valores
de pH > 7.3
Formación de suelos básicos
Condiciones climáticas en las cuales la evapotranspiración potencial sea mayor
que la precipitación generan déficit de agua en el suelo y por lo tanto no hay
lavado de bases y/o sales sino que estas se acumulan en aquel; esto hace que
los suelos básicos sean más comunes en regiones áridas y semiáridas.
Sedimentos acumulados bajo áreas marinas o bajo cuerpos de agua salada
como lagos y lagunas, son enriquecidos en sales por efecto de la evaporación
de las aguas; cuando estos depósitos quedan expuestos en la superficie del
terreno, dan origen a suelos básicos.
Zonas con nivel freático alto y contaminado con sales provenientes de aguas
subterráneas salobres, pueden alcalinizar el suelo por ascenso capilar de sales
a partir de aquel.
Como en el caso de los suelos ácidos, el mal manejo de los suelos puede
generar condiciones de alcalinidad en él; las actividades que con mayor
frecuencia producen estos problemas en el suelo son las malas prácticas del
riego como en el caso de hacer malos diseños, drenaje insuficiente o usar
11. aguas de mala calidad; también el uso continuo de fertilizantes con efecto
residual alcalino, como el fosfato diamónico
Grupos y propiedades de los suelos básicos
Suelos salinos: Son suelos que presentan un porcentaje de sodio
intercambiable PSI < 15% y generalmente su pH es menor a 8.5; estos suelos
con frecuencia presentan costras salinas blancas en la superficie por lo que
son llamados álcali blanco.
Como estos suelos generalmente se desarrollan en condiciones de climas
secos, su contenido de materia orgánica es bajo y por tanto hay deficiencia de
nitrógeno; en las condiciones de pH que predominan en estos suelos también
son comunes las deficiencias de fósforo y en elementos menores, exceptuando
el molibdeno (Mo); los contenidos de base son generalmente altos, pero son
frecuentes los desbalances entre ellas pudiendo ocasionar deficiencias en las
plantas por antagonismo; normalmente tienen buenas propiedades físicas.
Suelos sódicos: Poseen un PSI > 15%; generalmente presentan pH mayor de
9.0; se les da el nombre común de álcali negro porque normalmente presentan
acumulación de materia orgánica dispersa en la superficie por lo cual
adquieren un color oscuro.
En estos suelos, el alto contenido de sodio intercambiable genera problemas
importantes de porosidad y permeabilidad originados por la dispersión de los
coloides, aparte de que este elemento también puede producir toxicidad en
plantas susceptibles.
Con relación a sus propiedades nutricionales, estos suelos presentan las
mismas limitaciones que los salinos, aunque un poco mayor por los mayores
valores de pH.
Suelos salino – sódicos: Son suelos que presentan PSI > 15% y
generalmente su pH es menor a 8.5 debido a la presencia de exceso de sales;
esta misma condición de alta salinidad no deja que la estructura del suelo se
colapse al impedir la dispersión de los coloides, por lo cual estos suelos no
presentan los problemas físicos de los suelos sódicos.
La eliminación de las sales antes que el sodio (Na+) en estos suelos los
transforma en sódicos; los limitantes de fertilidad que presentan se encuentran
en una situación intermedia entre los dos grupos anteriores de suelos básicos.
Manejo de los suelos básicos: La recuperación de los suelos básicos exige
una serie de prácticas que se llevan a cabo, las cuales son supremamente
complejas además de los altos costos en insumos y tiempo que requieren (más
de 3 o 4 años), por lo cual en este texto se hará un esbozo general de las
principales actividades involucradas.
Suelos salinos: La principal acción para recuperarlos consiste en eliminar las
sales que se encuentran en exceso en él; lo cual se logra haciendo pasar a
través del suelo una cantidad adecuada de agua, generalmente aplicada con
algún sistema de riego; algunos autores sostienen que el método más eficiente
12. de hacer los lavados es fraccionando la dosis en varias aplicaciones en lugar
de aplicarlas en un solo riego.
Para garantizar que las sales disueltas en el agua realmente sean eliminadas
del suelo, debe proveerse un adecuado sistema de drenaje que las reciba y las
exporte del lote que está en recuperación.
Generalmente, después de que se han eliminado las sales perjudiciales del
suelo con los lavados, es necesario hacer unos lavados de mantenimiento, los
cuales pueden hacerse periódicamente e independientes del riego
convencional para el cultivo o pueden hacerse en estos riegos, aplicando un
exceso de agua en cada uno de ellos.
Suelos sódicos: Estos suelos son más difíciles de recuperar debido al
deterioro de sus propiedades físicas; en este caso se requiere remover del
suelo el Na+ que está ocupando los sitios de intercambio.
La remoción del sodio (Na) del complejo de intercambio se hace adicionando al
suelo enmiendas químicas que aporten Ca2+ o que activen el que hay en el
suelo para que lo reemplace y aplicando riegos para lavar lo que remueva
aquel; es precisamente aquí donde se presentan la mayoría de complicaciones
para la recuperación, pues el suelo ha perdido su estructura y por tanto su
espacio poroso y su permeabilidad, dificultando los lavados.
Gran parte de las veces se hace necesario mejorar las propiedades físicas del
suelo para mejorar la eficiencia de los lavados; lo cual se puede conseguir así:
Mecánicamente, mediante aradas profundas para romper
discontinuidades hidráulicas entre horizontes del suelo o con subsolado
para romper horizontes y/o capas compactadas o cementadas
Adicionando arenas a suelos arcillosos para cambiar su textura y por
tanto sus propiedades hidrológicas.
Aplicando materia orgánica para mejorar la estructura del suelo y las
propiedades relacionadas con ella, los productos de la descomposición
de este material pueden mejorar la solubilidad de ciertas sales de calcio
en el suelo y favorecer la sustitución de Na+ por Ca2+.
Luego de aplicar las enmiendas se hacen los lavados correspondientes por lo
cual aquí como en el caso de los suelos salinos, es indispensable un buen
sistema de drenaje para su recuperación.
Suelos salino – sódicos: En este grupo de suelos, primero se debe resolver el
problema del exceso de Na+ y luego el de las sales. De acuerdo con lo anterior,
inicialmente se deben aplicar enmiendas para desplazar Na+, como en los
suelos sódicos y luego hacer los lavados, tanto para eliminar el Na+ como las
sales, teniendo en cuenta que el lavado de las sales es más eficiente que el del
Na+.
Aparte de las prácticas analizadas anteriormente, en la mayor parte de los
suelos básicos se presentan problemas nutricionales que pueden ser resueltos
mediante:
Fertilización edáfica: según los requerimientos del cultivo y los
contenidos en el suelo se aplican fertilizantes que suministren N, P y K
13. Fertilización foliar: Haciendo un seguimiento juicioso al desarrollo de los
cultivos pueden detectarse deficiencias de elementos menores en la
planta que pueden ser resueltas por medio de aplicaciones foliares de
los fertilizantes que los posean.
La adición de materia orgánica, aparte de ir mejorando el medio físico,
puede aportar algunos nutrientes a las plantas, sobre todo si se aplican
ciertos tipos de ella.