El documento proporciona evidencia de que Alberto Fujimori desvió fondos públicos por cientos de millones de dólares para su campaña de reelección y pagos a medios de comunicación durante su presidencia, incluyendo declaraciones de testigos, actas de verificación e incineración, y radiogramas que ordenaban las transferencias ilegales. Cuando huyó del Perú en el 2000, Fujimori llevó un pesado equipaje de 30 bultos y maletas, lo que sugiere que transportaba grandes cantidades de dinero robado.