La EXPIACIÓN EN EL Nuevo Testamento trascendiendo la expiación histórica
Lección 6 - Los Hechos del Espíritu Santo en y a través de la Iglesia
1. EL SEÑOR JESÚS TRANSFORMÓ
A SAULO EL PERSEGUIDOR.
Lección # 6 – Los Hechos del Espíritu Santo en y a través de
la Iglesia
2. A. SAULO EL PERSEGUIDOR
HECHOS 8:1-3
“Y Saulo (Pablo) estaba de completo acuerdo con ellos en su
muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra
de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las
regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles. Algunos
hombres piadosos sepultaron a Esteban y lloraron a gran voz por
él. Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en
casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la
cárcel.” - NBLH
3. B. LA OBRA DE LOS
CREYENTES ESPARCIDOS
HECHOS 8:4-8
“Así que los que habían sido esparcidos iban predicando
(anunciando las buenas nuevas de) la palabra. Felipe,
descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo (el
Mesías). Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que
Felipe decía, al oír y ver las señales (los milagros) que hacía.
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, éstos salían de
ellos gritando a gran voz; y muchos que habían sido paralíticos y
cojos eran sanados. Y había gran regocijo en aquella ciudad.”
NBLH
5. C. LA CONVERSIÓN DE SAULO
HECHOS 9:1-9
¿Ustedes creen que Saulo era un hombre
muy malo? ¿Creen que había alguna
posibilidad de que él pudiera darse
cuenta de su pecaminosidad y confiara
en Jesús como su Salvador?.
6. D. ANANÍAS FUE ENVIADO
A SAULO.
HECHOS 9:10-19
Un Saulo cambiado sorprende a un
temeroso (y con razones para estarlo),
pero obediente Ananías
7. E. EL MINISTERIO DE SAULO
EN DAMASCO
HECHOS 9:20-22
“Tomó alimentos y cobró fuerzas. Y por varios días estuvo con
los discípulos que estaban en Damasco. Enseguida se puso a
predicar de Jesús en las sinagogas, diciendo: "El es el Hijo de
Dios." Y todos los que lo escuchaban estaban asombrados y
decían: "¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que
invocaban este nombre, y el que había venido aquí con este
propósito: para llevarlos atados ante los principales
sacerdotes?“ Pero Saulo seguía fortaleciéndose y
confundiendo a los Judíos que habitaban en Damasco,
demostrando que este Jesús es el Cristo (el Mesías).” NBLH
8. F. EL ESCAPE DE SAULO
HECHOS 9:23-25
“Después de muchos días, los Judíos tramaron deshacerse de
él, pero su plan llegó al conocimiento de Saulo. Y aun
vigilaban las puertas día y noche con el intento de matarlo;
pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron por una
abertura en la muralla, bajándolo en una canasta.” NBLH
9. G. LA VISITA DE SAULO A
JERUSALÉN
HECHOS 9:26-28
Cuando finalmente Saulo dejó Damasco,
volvió a Jerusalén. Había salido de Jerusalén
como hijo de Satanás y regresó como hijo de
Dios. Salió como enemigo del Señor Jesús y Su
Iglesia, y volvió como servidor del Señor Jesús y
hermano de todos los miembros de la Iglesia.
10. H. LA PARTIDA DE SAULO
HACIA TARSO
HECHOS 9:29-30
“También hablaba y discutía con los Judíos
Helenistas; pero éstos intentaban matarlo. Pero
cuando los hermanos lo supieron, lo llevaron a
Cesarea, y de allí lo enviaron a Tarso.” NBLH
11. I. UN TIEMPO DE PAZ Y
CRECIMIENTO PARA LAS IGLESIAS
HECHOS 9:31
“Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda
Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y
andando en el temor del Señor y en la fortaleza
del Espíritu Santo, seguía creciendo.” NBLH
Notas del editor
Objetivo de la lección: apreciar la obra transformadora de Dios en un hombre como Saulo, entendiendo que es lo mismo que Dios ha hecho en cada uno de sus hijos, no importando sus respectivos trasfondos religiosos, familiares, educativos, culturales, etc.
Saulo no creía que Jesús de Nazaret era el Hijo de Dios y el Salvador prometido. Tampoco les creía a los cristianos cuando decían que Dios había resucitado a Jesús de entre los muertos. Saulo creía que los cristianos eran engañadores que estaban llevando a la gente a confiar en Jesús de Nazaret. Además, proclamaba que Jesús era un mentiroso y que había hablado cosas malas acerca del Dios de Abraham, Isaac y Jacob cuando dijo que era el Hijo de Dios. Saulo pensaba que amaba al Dios de sus antepasados, y por consiguiente sentía que era su deber castigar, y aun matar, a estos seguidores de Jesús de Nazaret.
Los principales esfuerzos de Saulo para destruir a los seguidores de Jesús se centraron en Jerusalén. Por consiguiente, muchos creyentes dejaron Jerusalén y fueron a vivir en otros pueblos y ciudades. Lea 8:4. Dondequiera que iban, testificaban a otros acerca de Jesús, tal como Él les había dicho.
Uno de los hombres que dejó Jerusalén en este tiempo fue Felipe, quien formaba parte del grupo de los siete escogidos junto con Esteban para servir a la iglesia. Lea 8:5. Antes de volver al Cielo, Jesús dijo a los apóstoles que, cuando el Espíritu Santo viniera a vivir en todos los creyentes, deberían testificar de Él en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra. Felipe obedeció este mandato y llevó el mensaje acerca del Salvador a la gente de Samaria.
Maestro: Señale Samaria en el mapa. Sombree las áreas de Judea y Samaria y continúe coloreándolas a medida que cubre el resto del libro de Hechos.
¿Recuerdan quiénes eran los samaritanos? Cuando el reino del norte de Israel fue vencido por los asirios, muchos de los judíos fueron llevados a la tierra de Asiria. Los asirios enviaron extranjeros, quienes eran idólatras, a vivir en esta parte de la tierra de Israel. Estos extranjeros se casaron con los judíos, a quienes se les había permitido permanecer allí, y aceptaron la religión de Jehová. Estos samaritanos (como se les llamó) finalmente construyeron su propio templo en lugar de ir al templo en Jerusalén para alabar a Dios.
Por estas razones, los judíos samaritanos nunca fueron aceptados por los de otras partes del país de Israel. Estos veían a los judíos samaritanos como de castas inferiores y se rehusaban a asociarse con ellos. A pesar de esto, Felipe, obedeciendo el mandato del Señor Jesús de que las Buenas Nuevas debían predicarse en Samaria, fue y dijo a los samaritanos que podían convertirse en hijos de Dios mediante la fe en Jesús, quien fue enviado por Dios para ser el Salvador de los pecadores. Muchos samaritanos creyeron en Él como su Salvador a través de la predicación de Felipe. Lea 8:6-8.
Al mismo tiempo, Saulo continuaba persiguiendo a los seguidores de Jesús en Jerusalén. Cuando se dio cuenta que muchos de ellos habían escapado a otros lugares y que estaban hablando a la gente acerca de Jesús, decidió seguirlos, arrestarlos y llevarlos de regreso a Jerusalén para ser enjuiciados y castigados. Lea 9:1,2.
Lucas nos cuenta que Saulo vio a Jesús. El rostro de Jesús brillaba más que el sol a pleno mediodía.
¿Recuerdan que cuando Jesús aún estaba aquí en la tierra, antes de morir en la cruz, un día llevó a tres de los discípulos a lo alto de una montaña? Mientras estaban mirando, Su rostro comenzó a brillar como el sol y Su ropa se volvió tan blanca como la luz. Esto le sucedió al Señor Jesús cuando estuvo aquí sobre la tierra porque Su divinidad empezó a brillar a través del cuerpo humano.
Pero cuando Saulo vio a Jesús, fue después de haber muerto, resucitado y regresado a estar con el Padre en el Cielo. Ahora que el Señor Jesús está otra vez en el Cielo con Su Padre, Su divinidad brilla resplandece, así que Su rostro brilla con más luz que el sol. Ésta fue la visión del Señor Jesús que cegó a Saulo y también cambió su vida.
Ahora Saulo sabía con certeza que Jesús de Nazaret había resucitado de entre los muertos y que era verdaderamente el Hijo de Dios y el Salvador prometido desde tiempos antiguos.
¡Qué diferente era Saulo ahora del hombre orgulloso y jactancioso que era cuando dejó Jerusalén pocos días antes! Escuchen lo que sucedió luego. Lea 9:10-14.
No es de extrañar que Ananías estuviera temeroso. ¿No lo hubieran estado ustedes? Yo sí. Ananías no sabía que Saulo se había encontrado con el Señor Jesús en el camino hacia Damasco. Esto es lo que el Señor le dijo. Lea 9:15,16. Jesús le dijo a Ananías que había escogido a Saulo para convertirlo en un servidor especial a quien usaría para ser su representante ante los gentiles, ante reyes y también ante los judíos. El plan de Dios para la vida de Saulo era que se convirtiera en uno de Sus más grandes y útiles apóstoles.
¿Obedeció Ananías al Señor y fue a Saulo? Sí. Lea 9:17-19.
A veces podemos ser como Ananías y asustarnos cuando el Señor nos dice algo que quiere que hagamos. Sin embargo, aunque estemos asustados, debemos confiar en el Señor y hacer lo que Él manda.
Saulo no solamente comenzó a reunirse con los otros creyentes en Damasco, sino también comenzó a testificar a sus colegas anteriores, que aún no creían y odiaban a todos los seguidores de Jesús. Lea 9:20-22.
Saulo conocía muy bien el Antiguo Testamento, porque, antes de creer que Jesús era el Salvador, lo había estudiado con el hombre que era considerado como el mejor maestro judío, Hechos 22:3. Él mismo había sido un maestro del Antiguo Testamento.
Saulo recordó a los judíos en Damasco todas las cosas que fueron predichas acerca del Salvador en el Antiguo Testamento. Luego les explicó que todas estas profecías fueron cumplidas a través de Jesús de Nazaret. Lo hizo para probarles que Jesús de Nazaret era el Hijo de Dios y el Salvador prometido desde mucho antes.
Satanás debe haber estado muy furioso por esto. Anteriormente Saulo había estado de su parte, pero ahora, estaba luchando contra él, así que incitó a sus hijos a tratar de matarlo.
Lea 9:23-25. Durante ese tiempo, las ciudades tenían grandes muros de piedra circundándolas y se construían casas sobre ellos. Quizá uno de los creyentes tenía una casa en el muro y Saulo fue bajado a través de una de las ventanas de la casa.
Maestro: Parece que antes del escape de Pablo por el muro, fue a Arabia por tres años. “Pasados muchos días” (Hechos 9:23) puede referirse a los tres años pasados en Arabia y el tiempo que pasó en Damasco antes de tener que escapar y viajar a Jerusalén. Menciónelo pero no haga referencia directa al libro de Gálatas.
Lea 9:26-28. Bernabé, que se hizo amigo de Saulo y actuó como su defensor, era de la isla de Chipre, donde sus antepasados judíos se habían establecido. No olviden a Bernabé porque escucharemos más acerca de él más adelante en el relato.
Saulo, el líder en la persecución de las iglesias se había convertido en un siervo del Señor Jesús. ¿Cuál fue el resultado? Lea 9:31. Los creyentes en las iglesias de Judea, Samaria y Galilea estuvieron libres de persecución por un tiempo. Los apóstoles les enseñaron la Palabra de Dios, de modo que crecieron en su conocimiento de la voluntad de Dios y fueron fortalecidos en su fe. Por la reverencia que tenían al Señor le obedecieron. Fueron animados y fortalecidos por el Espíritu Santo, quien estaba viviendo en ellos. Muchas otras personas creyeron la Palabra de Dios, confiaron en el Señor Jesús como su Salvador, fueron bautizados y se unieron a la compañía de los creyentes.