El documento resume la historia de Israel desde su esclavitud en Egipto hasta su nacimiento como nación teocrática según se relata en el libro del Éxodo. Describe el orden del campamento israelita y la santidad de Dios en medio de su pueblo. Finalmente, compara el sacerdocio levítico de entonces con el sacerdocio de los creyentes hoy en día.
2. EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN El libro del Éxodo relata la historia del pueblo de Israel desde su esclavitud en Egipto hasta su nacimiento como una Nación teocrática.
3. El libro de Éxodo termina el primer día del mes primero del segundo año, cuando se erigió el tabernáculo.
4. El libro de Levítico registra, además de las leyes relativas al Santuario, los hechos ocurridos durante el siguiente mes, mientras todavía estaban acampados delante del monte Sinaí.
5. El libro de Números comienza en Sinaí, el primer día del segundo mes del segundo año de su salida de Egipto, con la orden divina de censar al pueblo.
6. Dios le indicó a Moisés y Aarón los nombres de los representantes de cada tribu que debían ayudarles a realizar el censo. Éste fue hecho por tribus patriarcales, clanes, familias e individuos. Fueron contados solamente los varones de 20 años arriba que pudiesen ir a la guerra. La tribu de Leví fue excluida. Fue un censo militar para preparar a Israel para la guerra.
8. ASER ORDEN EN EL CAMPAMENTO DAN NEFTALÍ Levitas meraritas ISACAR MANASÉS Levitas gersonitas Sacerdotes (y Moisés) JUDÁ EFRAÍN Levitas coatitas ZABULÓN BENJAMÍN SIMEÓN RUBÉN GAD
9. “Dios es un Dios de orden. Todo lo que se relaciona con el cielo está en orden perfecto; la sumisión y una disciplina cabal distinguen los movimientos de la hueste angélica. El éxito sólo puede acompañar al orden y a la acción armónica. Dios exige orden y sistema en su obra en nuestros días tanto como los exigía en los días de Israel. Todos los que trabajan para él han de actuar con inteligencia, no en forma negligente o al azar. El quiere que su obra se haga con fe y exactitud, para que pueda poner sobre ella el sello de su aprobación” Elena G. de White, Patriarcas y profetas, p. 393) ORDEN EN EL CAMPAMENTO
10. El campamento era santo porque la presencia de Dios lo hacía santo. SANTIDAD EN EL CAMPAMENTO “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos” (Éxodo 25:8) Dios habitaba en el centro mismo del campamento. Tan cerca que podían verlo y casi hasta tocarlo; y lo suficientemente lejos para que no murieran por su presencia. Igual que entonces, Dios está hoy suficientemente lejano para que no muramos ante su presencia y tan cerca como para animarnos, apoyarnos y sostenernos.
11. Al perdonar la vida de los primogénitos de Israel durante la última plaga, Dios los tomó para que le sirvieran (Éxodo 13:2) Dios escogió después a la tribu de Leví para que le sirviera en lugar de los primogénitos, porque ellos se consagraron a Dios al ponerse de su parte en la rebelión del becerro de oro (Éxodo 32:29) Los israelitas podían llegar a Dios a través de los levitas, pues ellos eran los encargados del tabernáculo, participaban en la adoración, enseñaban, juzgaban e instruían al pueblo.
12. “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9) Como linaje escogido (los actuales levitas) tenemos hoy una solemne tarea ante nuestro Dios. Podemos ser conscientes de ello, o actuar irresponsablemente como lo hicieron Nadab y Abiú. Por un lado, debemos tener gran respeto por todo aquello que se relaciona con Dios y su servicio; por otro, tenemos el deber de transmitir a otros el conocimiento de nuestro Dios santo.