TALLER -SISTEMA CODIGOS DE LUZ - ACCTIVACION DE CODIGOS LEMURIANOS Y ATLANTES
Lectura Orante del Nuevo Testamento.docx
1. Lectura: Éxodo 3,1-15: Vocación divina y misión humana en la
liberación del pueblo.
Momento de silencio
1. Lo que el texto dice en sí: observe bien los
detalles del texto y descubra cómo nos revela el rostía
liberador de Dios
2. Lo que el texto dice para nosotros y nosotras: ¿cómo este
texto puede ayudarnos a los religiosos y religiosas a revelar
mejor la presencia liberadora de Dios en medio de! pueblo,
especialmente de los pobres?
3. Cómo seguir a Jesús: ¿cómo esta Palabra de Dios ayudó a
Jesús a formarse? ¿Cómo nos ayuda a seguir a Jesús en su
manera de ser presencia liberadora de Dios en medio del pueblo
oprimido?
Asumir y celebrar un compromiso delante de
Dios
1. Formular un compromiso para caminar con Jesús en el
anuncio de la Buena Noticia de la liberación a los oprimidos.
2. Presentar peticiones espontáneas al Dios Liberador.
3. Oración final: Canción: Baja a Dios De las Nubes Cant. 4 #
138
Dios
Liberador
La vocación de Dios
Es acoger el clamor del pueblo
Dios se involucra para liberar al pueblo
De la injusticia y de la opresión
Presencia creativa del espíritu Santo…
Símbolo de la oración: Video Casas de Cartón.
Gripo guaragua.
2. Un clamor de hoy que re-clama una presencia profética
En los años sesenta, después del Concilio Vaticano II y
de Medellín, la Iglesia Católica, confrontada con la si-
tuación de injusticia estructural que marcaba la vida de
los pueblos de América Latina y el Caribe, despertó a su
misión profética. Muchos/as religiosos/as, en nombre
de su fe en Jesús, asumieron el compromiso de luchar
por la liberación de los oprimidos. La presencia de co-
munidades religiosas insertas en medios populares, fue
uno de los instrumentos más importantes para alimen-
tar, sustentar y divulgar el caminar y el crecimiento de
las Comunidades Eclesiales de Base. ¡Fue un momento
profético!
Hoy, después de casi medio siglo de caminata, la situa-
ción de injusticia aumentó, y mucho. Aumentó también
el clamor del pueblo. En todas partes crece la desigual-
dad, la exclusión, la injusticia. Mientras la clase dirigen-
te aumenta su lucro como nunca antes, la gran mayoría
del pueblo vive sin perspectiva de mejorar. Como dice
el documento de Aparecida: “conducida por una ten-
dencia que privilegia el lucro y estimula la competencia,
la globalización •sigue una dinámica de concentración
de poder y de riquezas en manos de pocos, no sólo de
los recursos físicos y monetarios, sino sobre todo de la
información y de los recursos humanos, lo que produce
la exclusión de todos aquellos no suficientemente
capacitados e informados, aumentando las
desigualdades que marcan tristemente nuestro continente y
que mantienen en la pobreza a una multitud de personas” (DA
62).
El centraste es grande, sobretodo aqui en América Latina y el
Caribe: poruña parte, el hombre más rico del mundo es un
latinoamericano, y nuestros países son campeones mundiales en
desigualdad social; por otra parte, la presencia actuante y
liberadora, tanto de los religiosos y religiosas como de la Iglesia
oficial, está disminuyendo. ¿Dónde quedó la inserción? ¿Dónde
quedó la profecía?
/. Comentar: ¿cómo este clamor se hace presente en medio del
pueblo en el lugar donde vivimos ?
2. Compartir:¿p0r qué los religiosos y religiosas estamos au-
sentes y omisos? ¿Qué sucedió?
3. Recordar: ¿conoce alguna religiosa, religioso o comunidad
religiosa comprometida con la causa de la liberación del
pueblo? Cuente.
Un texto para iluminar, meditar y rezar
Vamos a escuchar un texto del Antiguo Testamento que nos
revela la raíz de la vocación de Moisés, de Jesús y de todos
nosotros y nosotras. Es el texto que describe la vocación de Dios.
La vocación de Dios es responder al clamor del pueblo. Para
responder al llamado que recibe de los oprimidos, Dios llama a
Moisés, llama a Jesús y nos llama a todos/as. La vocación de Dios
al acoger el clamor de los pobres es la raíz de la vocación de
todos nosotros y nosotras. Fue así como Jesús vivió su vocación
en Palestina. Entramos a la lectura, con esta pregunta en la
cabeza y en el corazón: ¿cómo este texto nos revela el rostro
liberador de Dios?