9. Vendajes de heridas asépticas
• el imperativo más importante es la
prevención de una infección. Por lo tanto,
la persona que realiza el tratamiento, y a
la hora del cambio del vendaje, debe
llevar ropas que excluyan cualquier roce
con
la
región
dañada.
Tras
una
desinfección higiénica de las manos y para
el primer cambio de vendaje, hay que
utilizar guantes estériles; si no es posible,
se recomiendan guantes de protección y
la técnica de non-touch.
• Las heridas de operaciones y las heridas
de ocasionales recientes, después de la
desinfección de la piel, deben ser tapadas
con gasas para heridas que sean suaves
para la piel. Este tipo de protección de la
herida no se deshilacha, es elástico y se
ajusta a la superficie corporal.
Vendajes de heridas infectadas
• La organización de los vendajes
corresponde a la misma que la de los
grandes
vendajes
asépticos.
La
cantidad de relleno absorbente se rige
por la intensidad de la secreción y por
la frecuencia con la que se cambie el
vendaje colocado. Para las infecciones
profundas se recomienda un aclarado
antibiótico de larga duración a través
de
drenajes
de
enjuague
y
absorbentes, y en casos de defecto
cutáneo extenso, la irrigación abierta
se realizará con enzimas necrosantes y
soluciones antibióticas.
12. •
Hûter-Becker, A. y Schewe, H. y Heipertz, W. (2004). “Fisioterapia: Masaje, Primeros Auxilios y Técnicas de Vendaje”. Barcelona.
Editorial: Paidotribo.
•
Recuperado el día 15 octubre de 2013: http://www.clubtaurino.com/revista/revista98/12.htm
•
Recuperado el día 15 octubre de 2013: http://www.medigraphic.com/pdfs/cirgen/cg-2004/cg042c.pdf