La nueva Ley Anti-lavado entró en vigor el 1 de septiembre. Esta ley busca identificar evasores de impuestos al considerar que gastos mayores a los ingresos declarados constituye evasión fiscal y lavado de dinero, delito que se puede tipificar con pena de cárcel y decomiso de bienes. El documento lista actividades vulnerables como casinos, tarjetas de crédito, cheques de viajero, agiotistas, construcción, joyas, obras de arte, vehículos, entre otros, y los montos de transacción que requieren