El documento discute cómo manejar la pérdida o daño de libros en una biblioteca escolar. Sugiere formar a la comunidad educativa para cuidar los libros, forrarlos con plástico e instalar una clínica de reparación. También recomienda organizar el acervo con un registro de préstamos y credenciales de usuarios para evitar pérdidas. En caso de perderse un libro, propone reponerlo con fondos escolares o donaciones considerando reemplazarlo por uno sobre el mismo tema, autor o serie.