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5/12/2018 El Chupacabras de Pirque - slidepdf.com
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EI chupacaoras
de P i r q l u e
PePe Pelayo I Betan
llustracrones de Alex Pelayo
En Pirque estan ocurriendo extranas
muertes de perros, gallinas y paves, ontro
otros animales. Y Ricky, un fanatica
del baloncesto y de las bromas,
decide descubrir al asesino.
Pero, Lsera ese asesino el Chupacabras?
www.pepepelayo.com
AL~RA
INFANTIL


® 20CI' :0: Pepc P elayo / B eran
@ De las ill. .i..icioncs: A le x P ela yo
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2 00 3, Ag uil ar Chilena de Ediciones S.A.
D r. A niba l A riz ua 14 44 , P rov id en cia
Santiago de Chile
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Cuarta cdicion: octubre de 2005
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parte, "ti rE~i~[fi!dD en, c 't!'~mi[ld~ por, un ;is[ema de recu-
perilCl&i 4. ,n(i;llXtlljci6A, en ninguna forma ni po r m ng tln m e-
((io, ~ 1'l1~n~, fl'lt¢qll!mico, cl.ctr6~lco. =gnetico, doc.
[rO(lp!'~'" F"" fotooopi~, o cualquier otro, ,in el perrmso
P'"VKl pDr escnto de 'hI. E dito rial .
EI chupacabras
d e Pirque
PePe Pelayo / Betan
Ilu stra cio ne s de Alex Pelayo


Kaiser y Sissi
El hombre corria desesperadarnente
por un oscuro ninel. De repente, se detuvo y
mir6 hacia arras. Solo vio los brillantes ojos
de aquel rnonstruoso animal que se acercaba
con rapidez. Inrento conrinuar con la huida,
pero la extraria atraccion que Ie provocaba
aquella maligna mirada hizo que sus piernas
no le respondieran. Un escalofrio Ie recorrio
el cuerpo. EI animal habia saltado sobre el y
estaba a punro de ensarrarlo con sus garras y
clavarle sus largos y afilados colmillos. Quiso
gritar, pero no salio ningun sonido de su gar~
ganta. Sinrio unos pequerios, pew agudos,
dolores en el pecho. Estaba arerrado, Habia
llegado su final.
Edmundo Sovine abrio los ojos y,
mientras controlaba su agitada respiracion,
fue tornando conciencia de su pesadilla.
Sin embargo, los entrecortados do-
lorcillos en el pecho continuaban. «Algo raro

8
me surec I>, penso, Entonces, estiro el brazo
y encendio Ia lampara de Ia rnesira de noche.
Asf pudo descubrir a Misubicha, su gata
siamesa, que subida en la cama y con aspec-
to asustado, le arafiaba el pecho con sus ufias.
-~Que le paso a mi garita? ~Tuvo
una pesadilla como su duefio? -Ie susurro
Edmundo, acariciandola con ternura.
El hombre mira el reloj despertador y
observe que eran las cinco y cuarenta y cinco
de la manana. Puso al animal en el suelo y
fue hacia la cocina a tomar un vaso de agua,
para olvidarse del mal suefio. Lo hizo en
puntillas de pie, para no despertar a su mu-
jer y a sus hijos. De pronto, al pasar por el
comedor, piso una patinera que los nifios no
habian recogido la noche anterior. Perdio el
equilibrio y salrando hacia arras, en un pie,
trato de recuperarlo. Hizo un intenro de
agarrarse a la mesa grande, pero solo pudo
asir el mantel tejido que arrastro con el. Eso
him que cayera el cemro de mesa de bronce
con varios duraznos, peras y manzanas
plasticas, que rodaron por roda la casa. Y, pa-
ra mas desgracia, Misubicha, que continuaba
asusrada al lado de su duefio, fue cubierta
por el blanco mantel al caer. Enronces, con
histericos maullidos, la improvisada fantasma
9
comenz6 a .correr y a rropezar con todos los
muebles de la casa, rompiendo varies adornos.
A1 mismo tiernpo, Edmundo terrnino por
caer sentado contra el aparador de madera
tallada. El mueble se tarnbaleo con fuerza v
,
se derribaron un Frasco de harina de rrigo y
otro de mermelada de frambuesa, que esraban
colocados encima. Los recipientes se abrieron
y sus conrenidos fueron a parar a la cabeza
calva de Edmundo que, medio aturdido, no
podia en tender por que pasaba todo eso.
Por supuesto, la bulla del incidenre
desperto a toda la familia. Nena, su esposa y
sus hijos, Cristobal y Daniel, corrieron alar-
mados hasta el comedor y encendieron la
luz. Pero, al percararse de la situacion y ver el
aspecro de Edmundo, con su mascara blanca
y roja proveniente de su calva, comenzaron a
reir a carcajadas.
Las risas duraron un buen raw, porque,
mientras limpiaban y ordenaban todo, hadan
cornentarios, recordaban y volvia a producirse
la hilaridad.
A1 final, cuando regresaban a sus ca-
mas, Edmundo se dio cuenra de algo insolito:
-iEsperen! ~Se dieron cuema que
Kaiser y Sissi no han ladrado en ningiin
momento?

10
- .Que raro! -confirm6 Nena-.
Por menus alboroto del que arrnaste, sus
ladridos ya hubieran despertado a todos los
vecinos en tres kilometres a la redonda,
-~Se los habran robado? -pregun-
raron los nifios,
-Si, es muy extrafio -concluya
Edmundo-. Yoya averiguar.
Se puso un abrigo porque, aunque
era verano, las madrugadas solian ser muy
frfas, Despues busco la linterna y salio.
La gata, al abrirse la puerra, se desli-
zo temblorosa hacia el dormirorio. Ella era la
unica que sabia 1 0 ocurrido·. Los demas,
esraban lejos de sospecharlo.
Los Sovino vivian en Pirque, una
hermosa comuna rural a una hora del centro
de Santiago. Es una zona casi triangular,
limirada por cerros de mediana altura, a los
pies de la cordillera y el rio Maipo, Antes de
que la capital creciera hasta esa zona, era solo
un conjunto de grandes fundos. Despues, sus
duerios fueron dividiendo sus rierras en
parcelas y las pusieron a la venra. Cuando
Edmundo quiso alejarse del ruido y el esmog
de la ciudad, recorrio casi todo Pirque bus-
cando una parcela bonita y amplia. Entre
po r la avenida Vicuna Mackenna, una de las
11 •
arterias mas largas de Santiago, deja arras
Puente Alto, y llego alllamado centro de Pir-
que. Vio el Colegio Colonial, que considero
excelente para sus hijos, la iglesia, el correo,
el kiosko «Donde Malvina» y las riendas de
los arresanos. Cada vez fue enarnorandose
mas de 1 0 pinroresco del lugar. Doble hacia
su izquierda, mas adelante, giro a la derecha,
por Santa Rita. Comenz6, entonces, a obser-.
var las pareelas. A mano derecha, viro por el
camino l? Esperanza, donde encontro dos que
estaban ala venta. Se decidi6 por la mas gran-
de, de. unos cuarenta mil metros cuadrados,
que tenia muchos arboles como almendros,
sauces llorones y nogales. .
. Drecisamenre, entre el nogal mas viejo
y una enorme piedra, el y sus hijos les habian
construido sus casitas a Kaiser y Sissi, sus
pasrores alemanes.
Edmundo llego hasra alli, mira dentro
de las casitas y, poco a poco, fue recorriendo
con la luz de la linterna roda la zona. De
repente, a uncostado de la piedra grande los
enconrro, Dio un respingo y el corazon se le
aprero, Ambos perros yacian muerros. Con
mucha angustia, se acerco y pudo cornprobar
que Kaiser tenia la parte posrerior toda des-
garrada, incluso le faltaba una para. y Sissi

12
preser.ra' 1 las rmsrnas heridas, pero en el
lomo.
-~Quien pudo hacer sernejante bar-
baridad? _.=balbuceo con rrisreza-. jPobrecitos!
Enseguida penso en sus hijos y en "
como se pondrian. Por eso decidio enrerrar a
los perros rapidamente, para evitarles el dolor
de verlos asi. Pero se conruvo. ~No era mejor
dejar la escena del crimen inracra y llamar a
los carabineros? «Quizas encuenrren mafiana
mismo al animal 0 a la persona que hizo esto
y eviten que 1 0 haga de nuevo», se dijo.
Dicho y hecho. Regreso corriendo a
la casa y llama a Emergencias, al 133.
Lo que nunca se imagine fue que
aquello s610 era el principio.
Ricky
Deed.s de la cortina de la ventana de
su pieza, en el segundo piso, estaba e I nino,
acechando la llegada de Dante. Ricky se
habra puesto de acuerdo con su abuelo para
hacerle una broma a su prirno, que aun no
sabra de su presencia.
La abuela estaba acostumbrada a
esas jugarreras. Para ella, Ricardo (nunca ha
podido decirle Ricky) heredo el senrido del
humor
y
su gllSto por las bromas de su esposo.
Y como eran sanas y nadie salia dafiado, las
permida y pasaban un buen raw.
La fama de brornisra de Ricky iba
mas alla del colegio y el barrio. Era un nino
muy despierro y creative. Quizas podia me-
jorar su rendirnienro en clase; pero, tampoco
era un mal alumno, ni mucho menos. Sus
dos pasiones eran los libros (los de aventuras,
los fantasricos y los policiacos) y el baloncesro.
Lamenrablemente, no tenia una gran estatura.

14
Incluso, podrfa decir que era bajo para sus
once afio... pero su tecnica, velocidad con el
balon y punterfa eran envidiadas por todos.
Para el, la NBA era 1 0 maximo y su Idolo era
Jason Kidd, Por eso, se habia cortado al rape
su pelo negro y nunca se quiraba 101.arniseta
blanca de ribetes azules, con el mimero 5 del
estrella base armador de los Nets. Sus dos
grandes suefios eran convertirse en detective,
o algo asf, y llegar a jugar en el equipo nacio-
nal de Chile 0 en el de Cuba. Porq ue, al ser
hijo de un chileno y una cubana, su corazon
estaba di~idido entre ambos pafses.
Fuera de sus estudios y el depone,
Ricardo Fuenzalida Sotolongo, mas conocido
por Ricky, ocupaba el resto de su tiempo en
preparar brornas, por 1 0 mucho que le gusta-
ban y divertlan.
Solo hada un par de horas que
1 0 habian dejado alll. £1 insisrio en pasar
sus vacaciones en Pirque, incluso rechazando
el viaje de descanso a las Torres del Paine,
que organizaron sus padres. Le encanraba el
lugar y la compafila de su familia, por parte
del padre: la dulce abuela, el plcaro abuelo y
el buenazo de su primo.
Dante era un joven de veinticinco
afios, alto, muy fuerre y con preparacion en
15
defensa personal y arres marciales. Ese afio
habfa comenzado a trabajar en una empresa
de seguridad como guardia de un importan-
te banco en Sanriago; pero, el ernpleo le
duro poco, debido a su inocente y noble
personalidad. Un dia, a punto de cerrar el
banco, se apareci6 una viejita en silla de rue-
das, rogando que la dejaran pasar a cobrar
un cheque. Dante se conmovi6 y lc perrnitio
la entrada. Una vez adentro, la viejita se
paro y sacando una pistola, grito: {(iEsro es
un asalto!». Era un conocido deiincuenre. Y
como Dante nunca se percato del abulrado
bigore de la viejita, 10 echaron al 0[[0 dia.
Por suerte, enseguida enconrro rrabajo como
carrero en 1a Municipa1idad de Pirque. Y
ahara se Ia pasaba llevandole Ia correspon-
dencia en biciclera a todos los vecinos de su
rmsrna zona.
Para Ricky, su primo era Ia vicrima
ideal de SLlS bromas y ahora, una vez mas, 1 0
iba a demosrrar.
Dante no hizo mas que saludar con
un beso a sus abuelos al cntrar, cuando sono
el rclclono. Ricky, escondido en su dorrniro-
rio, Ie llamaba desde el apararo celular que le
habian dejado sus padres.
-,::A16? -conresto Dante.

17
-~Quien esta al aparato? -pregunt6
Ricky cambiando la voz.
-Yo. Dante Fuenzalida.
-En esre momento no esra en casa.
-~Quien no esra en casa? -dijo el
joven sin enrender,
-Dante Fuenzalida -respondi6
Ricky, haciendo un esfuerzo para no soltar la
.
nsa.
-jPero Dante Fuenzalida soy yo!
-Disculpe, senor, pero Dante Fuen-
zalida acaba de salir. ~Quiere que le llame
cuando regrese?
-;Escuche, tonto! -grir6 Dante, ya
enojado--. iYo no he Hamado a ningun
Dante Fuenzalida' jYo soy Dante Fuenzalidal
iY usted me ha Hamado a mf!
-Mire --continuo Ricky, a duras
penas-. Si quiere me deja su nurnero de te-
lefono y yo Ie digo que 10 llame de vuelta, El
estara aq U I en un raro mas. 5610 fue al bafio,
Me dijo unos minuros, pero usted sabe como
es el, dice eso, pero despues se pone a leer...
'0' "Q '" d '
I 19a. I ue se yo e....
-~C6mo me dijo que se I!amaba us-
red? -pregunto en voz alta Ricky, bajando
hasta elliving y llegando allado de su primo.
Al darse cuen ta del engafio y al ver las

18
carcajnd. de Ricky y los abuelos, Dante
comenzo a perseguir a su primo por roda la
parcela. Al fin pudo alcanzarlo cerca del
quincho y la piscina, Pero en vez de hacerle
dafio y vengarse, solo 1 0 abrazo, haciendolo
rodar por el pasto.
Ya recuperado el aliento y pasadas las
. .
nsas, se pusleron a conversar.
-~Como te va en el rrabajo, primo?
-quiso saber Ricky.
-Ahf, mas 0 menos. Mira, 10 mejor
es que me mantengo en forma con el ejerci-
cio de la biciclera y voy haciendo arnistades
con los vecinos.
-~Pero no es muy aburrido?
-Bueno, a veces -respondio Dante,
rnoviendo la cabeza-. Orros dias no. Mira,
hoy rnisrno me entretuve mucho con el
cuen to de los Sovino.
-~Que paso?
-Que aparecieron muerros sus dos
pasrores alemanes de forma muy extrafia,
Llamaron a los carabineros, estes llegaron,
revisaron todo 'v no enconrraron nada,
-Pero vall a seguir investigando,
~no? -dijo el nino muy interesado,
-lvlira, la verdad es que yo liable
despues COil el carabinero que los visiro y me
19
dijo que no tenfan tiempo para eso, porque
era muy poca la doracion de personal para
cubrir los municipios de Puente Alto y
Pirque. E110sestan muy ocupados con casos
mas importantes de delincuencia mayor,
~emiendes?
-Sf, pero no es justo que la cosa se
quede asf, ~no es cierto? -comento Ricky,
parandose y dando.paseltos.
-Bueno, a veces las cosas son as1...
-Oye, ~y si nos ponemos a investi-
gar nosotros?
-~Que? -se sorprendio Dante-.
N )P' .
~ osotros: ero SI...
-~Que pasa, grandulon? ~Tienes
miedo?
-iYo no le tengo miedo a nada!
-sal to el joven-. Pero ... eso puede ser muy
peligroso.
-~Por que? -insisti6 Ricky.
-Es que ... iOye, primo, ahf hay algo
raro! No es tan sencillo el cuento como parece.
Hoy mismo pase por casa de Melisa, la mujer
que dicen que es bruja, porque 10adivina to-
do, y me conto que ella estaba segura de que
el que mato a los perros era el Chupacabras.
-(Que? ~El Chupacabras? --exclamo
Ricky, en tono burlon-s-. ~
Y til crees en eso?

20

- ",ueno, en la vida hay cos as que
uno no S~~le..
-No seas tonto, primo. Esas son
supersriciones del campo. Mira, ahora mas
que nunca debemos hacerlo. Y nadie 1 0 riene
que saber -afirm6 el chiquillo-. Adernas,
piensa, si tenernos exito y arrapamos al asesino,
ni vas a agarrar fama, todos re van a adrni-
rar.... ~Eh? 2Que me dices?
'T' >
~ u crees ....
-
i
Claro! iYa esra decidido! Manana
mismo me voy contigo en la biciclera para
inspeccionarlo todo,
-Bueno ...
-Oye, ~tu no eres Dante Fuenzalida?
Creo que te llarnan por telefono,
Y, diciendo eso, Ricky corrio hacia la
casa perseguido por su primo. Y llegaron a
buena hora, porque unos exquisitos porotos
gran~dos, el plato favorito del muchacho, ya
estaban servidos.
Barrabas
Dante sinrio un golpe sobre su pecho
y penso que esraba perdido. Quiso zafarse del
abrazo que 1 0 arenazaba, pero no pudo. Hizo
el inrcnro de pedir auxilio y eI grito se Ie arra-
ganrD en la garganta. Desde que se acostara la
noche an terior no hizo mas que pensar en 1 0
sucedido a los perros de la familia Sovino y 1 0
que Ie dijera Melisa sobre el Chupacabras. Y,
sin saber por que ni tener ninguna razon
convincenre, ruvo la cerridumbrc de que po-
dria ser aracado por la bestia que nadie habia
visro y de cuya exisrencia no habfa pruebas.
~Era eso 1 0 que esraba pasando? Un nuevo in- .
renro por grirar y esra vez sus cuerdas vocales
le respondieron, pero con poca claridad:
-jAuxilio, el Chupacabras!
-~Que cosa, Dante? jSoy yo, Ricky!
Danre abrio los ojos y sc encontro a
su prirno senrado a horcajadas sobre su pe-
cho, al mismo riernpo que su risa crisralina

22
hizo el mismo efecro que la alarma del des-
pertador.
-ilesus, Maria y Jose! iQue susto me
disre!
-~Quien creias que era?
-No... nadie... -.-se turbo porque
no quiso que Ricky supiera 1 0 que habia ima-
ginado, a sabiendas de que, si se 1 0 deda, iba
a ser el blanco de sus bromas todo el dia. Al
fin, disimulando su confusion inicial, Ie pre-
gunto: -~Que haces levanrado ran temprano?
-~No quedamos en que hoy rem-
prano Ibamos a inspeccionar el lugar, donde
aparecieron muertos los perros de la familia
Sovine?
-Sf, en eso quedamos.
-jY que esperas entoncesl -excla-
rn a Ricky y dio un salro afuera de la cama
para que su primo pudiera levantarse.
Un rato mas tarde rodaban en la bici-
cleta por el camino La Esperanza, en direcci6n
a la casa de los Sovino. ·Dante pedaleaba
vigorosamente, en tanto Ricky, senrado en la
parrilla trasera, disfrutaba del paisaje rural a
esa hora tan temprana. El sol se filtraba entre
el follaje de los almendros, los sauces llorones
y los platanos orientales, en cuyas ramas los
pajarillos se encargaban de darle la bienveni-
23
da a la mafiana con sus cantos.
Observando las anchas espaldas de su
primo y la porencia de sus piernas al accionar
los pedales, a Ricky se le anrojo que,' de
proponerselo, pudiera haber sido un pivot
estrella de la NBA, a la altura de Shaquille
O'Neal 0 cualquiera de los gran des que en la
historia del baloncesro mundial han ocupado
esa posicion. Pero, a Dame solo le inreresaban
las arres marciaies y los depone de combare.
Ademas, para jugar al baloncesro no basta
con tener un buen Hsico. Hace falra rarnbien
agilidad de pensarnienro y ese era un arributo
que al ingenuo de Dame le falraba.
Por eso a Ricky no le exrrariaba que
el grandulon y buenazo de su primo creyera
en cualquier cosa que le ccntaran, como esa
historia que el dia anterior le hiciera esa tal
Melisa. Aun asi Ie pregunro:
-~De verdad, crees en eso del Chu-
pacabras, primo?
-Uno nunca sabe ...
-~Acaso alguien ha visto alguno por
aquf?
-No, nadie ha visto ninguno. Pero
eso rampoco quiere decir que no exista.
-Dame, ~no re parece que estas
muy crecidito para que te dejes ...?

24
Pero no pudo terminar la frase, .por-
que ya estaban en la parcela de los Sovino y
el primo se 1 0 aviso:
-Es aquL
Se bajaron de la bicicleta frente a la
easa y Dgnte la recost6 contra una de las
columnas de la entrada. Luego toco el timbre
de la puerta y se oyo una pequefia melodla de
campanitas, Dante, durante la espera, se
.puso a contemplar el paisaje de espaldas a la
puerta, 1 0 que aprovecho Ricky para tocar el
timbre por s~unda vez. ., . ..
. _. 2Volviste a toear? -salt6 Dante,
giraI"l:dohacia su primo.
-Claro que no:
-.~
Y
ntonces quien fue?
=-Ah, no se -respondi6 el nino
.encogiendose de hombres. Y, serialando al
cielo, pregunr6-. ~Eso es un condor?
-~D6nde? -quiso saber el joven,
mirando hacia arriba y poniendose una mano
en la frente para evitar el sol.
-AHa, por aquel cerro ...
Y mientras Dante buseaba con la vista,
Ricky deslizo su brazo por derris de el y
volvio a tocar el timbre.
-jTocaste otra vez!
-jNo fui yo, Dante! -se defendi6
I
jI
2 5
el nino, retirando su brazo con rapidez-.
Ese debe ser el nuevo timbre que salio al
rnercado. Yo To he visro en Santiago. Til
rocas una vez y esra media hora sonando ...
En ese momenro abrio la puerta
Edmundo Sovine, concara de pocos amigos.
-2CuaJ es el apuro? -pregunr6, algo
enojado,
-jAy, perdone usted, don Edmundo!
-Dame comprendi6 la broma de su primo
e intento dar un paso adelanre para discul-
parse. Pero 1 0 que hizo fue tropezar, perder el
equilibrio e irse de cabeza contra el abdomen
de Edmundo, quien tarnbien perdio elbalan-
ceoAmbos cayeron abrazados en el interior de
la casa. Ricky lloraba en silencio de risa.
-jQue verguenza, don Edmundo,
no se que decirle! -el pobre carrero esraba
eada vez mas confundido.
-. Mienrras 1 0 piensas, hazme el favor
de quirarte de encima mio -respondio el
hombre con resignacion, .
.. Cuando al fin ambos conslguleron
ponerse de pie, e I duefio de casa se sacudio y
aliso sus ropasantes de pregunrar:
__ ~Qlle te rrae por aqui con tanto
escandalo? ~Vienes a rraerme alguna carta
con urgencia?

2 6
-No, doh Edmundo -dijo Dante
todavia ruborizado- es que mi prime Ricky
y yo quisimos venir aver el lugar donde apa~
recieron rnuertos Kaiser y Sissi.
-~Pata·que?
-Bueno, a 1 0 rnejor ertcontrarrtos
alguna pista ...
-. ~Pista? ~Para que?
-Para tratar de descubrir quien 1 0
hizo,
-No hace falta, ya se sabe quien rna-
t6 a rnis petros.
-
~
A
h
,sf? --irttervino Ricky; que
hasta ese momenta se habla mantenido como
observador, disimulando su tisa-. ~Quien fue?
-Barraba.s.
-~Barrabis? --el rnuchacho arrug6
el entrecejo- ~Quien es Barrabasi cOtra his-
coria absurda, como la del Chupacabras?
-No -sohri6 por primera vez Sovi-
no-- Barrabas es el leon de un circo local
que se escape hace dos dlas, pero que no 1 0
divulgaron para no asustar a la poblacion,
Bueno, hasta que mato a rnis perras y ahora
estan dando la alerta por la radio, la televi-
sion y los diarios, con el fin de que 'la gente
tenga cuidado.
La fiera
Desde muy temprano esa manana,
los medios de difusi6n habian estado alenan-
do a los habitanres de Pirque y Puente· Alto
sobre la fuga de un leon del circo local
Segun esas informaciones, el circo
esraba pasando por una aguda crisis econo-
mica y no tenia con que alirnenrar a la fiera
desde hacfa tres dfas. As! que, segurarnente,
ese fue el rnotivo que tuvo Barrabas para
decidirse a buscar su susrento por medios
propios e irse a pedir trabajo a otro circe mas
solvenre, 0 a un zoologico, donde tuviera su
comida asegurada, como cornentaban joco-
sarnente los brornisras del pueblo.
La fuga se produjo cuando su dorna-
dor le llevo un cubo con agua, 1 0 unico que
podia brindarle, y ni se preocupo de pasarle
el cerrojo a la jaula al ver a Barrabas [an debil
y manso como un corderito.
A pesar de que redo parecia indicar

2 8 2 9

que las muertes de los perros de la familia
Sovine habian sido ocasionadas por la fiera
escapada, Ricky insistio en que Edmundo le
rnostrara el sirio exacto donde habla encon-
trado los cuerpos de Kaiser y Sissi. Y, fue
tanra su insistencia, que el calvo propierario
no tuvo mas remedio que complacerlo. Aun-
que solo fuera por quirarse de encima la
presion del muchacho (ehombre a hombre y
en todo el terrene», como se dice en balon-
cesto).
Un quo mas tarde, cuando regresa-
ban en la bicicleta, Dame se volvio hacia su
primo y le pregunto:
-~ Ya estas convencido deque fue
ese leon escapado el que maro a los perros de
los Sovino?
-iNo! -respondio Ricky, muy
seguro de s f.
-iQLie no! -Dan te se sorprendio
tanro por la inesperada respuesra, que dio un
frenazo y ambos cayeron al suelo.
-lOye, que me vas a marar! -pro-
testa el muchacho incorporandose.
-lTil eres el que rneva a marar a rnf,
Ricky! ~En que estas ahora?
-Que no fue ese leon escapado el
que mato a los pasrores alemanes, Dame.
-iTu esras loco, primiro: ~Como
puedes afirmar eso con tanta seguridad?
-Porque ni en el sirio donde el se-
nor Edmundo encontro a sus perras muertos
ni en los alrededores hay rasrros de que haya
estado ese leon.
-~Rastros? ~De que hablas, Ricky?
-De huellas, Dame, de huellas. All!
la rierra esra suelta, se ven las huellas de las
paras de los perros y las de las boras del senor
Edmundo, pera ninguna de paras de leon. A
no ser que: ..
-(En que esra pensando ahora el
cachorro de detective? ~Ano ser que, Ricky?
-Deda que a no ser que el leon
Barrabas usara zaparos deportivos ...
-~Huellas de leon con zapatillas?
jOye, ahora S I estas loco de remare! -Dante
1 0 considero un caso perdido-. jDale,
rnontate en la biciclera para dejarre cerca de la
casa, que yo rengo que irme a reparrir carras!

An cam a n
Recorrieron el camino de regreso sin
hablar una palabra. Cada uno rnetido en sus
propios pensarnientos. De repenre, al pasar
por una entrada, Dante la sefialo:
-Esta es la parcela de Caszely,
-~El famoso ex Iurbolista, que sale
ahara cornentando en la tele? -se sorpren-
dio Ricky.
-El mismo.
-No sabia que vivia aqul.
-Compro esa ·parcela hace unos
meses. Ya nos hicimos amigos. Me da la rna-
no y todo -comenta Dante con orgullo.
-~ Y no has visto en su casa a orros
deportistas, como jugadores de baloncesro
famosos y eso? '
-No, y esperate ... Voy a detenerrne
aqui, en laorilla, para que pase esa carnione-
tao El camino es muy estrecho.
Efectivarnente, una carnioneta doble

32 33

cabina habia tornado por La Esperanza desde
Santa Rita y venia a bastante velocidad. Sin
embargo, al pasar por delante de nuestros
amigos Freno bruscarnente.
-[Hola, doctor! -saludo Dante al
reconocerlo.
-Hola. ~Algun problema con la bici?
-No. Pare porque es muy estrecho
el camino y ando con un nino derras --ex-
plico el joven.
-, Y quien es el? -quiso saber el
doctor.
-Es mi primo Ricky -y dirigien-
dose al muchacho le dijo -Mira, primo, el
es e1 doctor Contreras, el unico veterinario
de, toda esta zona. No se me habia ocurrido,
pero nos podria ayudar en 1 0 nuestro.
-~En que los podria ayudar? -pre-
gunto el hombre.
-Lo que pasa, doctor, es que Ricky
y yo estamos investigando la muerre de los
perros de los Sovino.
-jAb, sf! -se asombr6 el hombre, y
cerro el ojo derecho tres veces seguidas. A
continuacion, estiro la boca hacia abajo en
forma de «0» y abrio los 0jos desrnesurada-
mente, mirando hacia arriba. Despues, repitio
la cerrada del ojoderecho una vez, y elgesto
con la boca y los ojos de nuevo. Pero todo de
una manera muy ripida-. As! que renernos
a un par de detectives aficionados en Pirque.
Ricky tuvo que hacer un esfuerzo por
no reir, Andres Contreras tenia cuarenta y cinco
afios. Era un hombre alto, m as bien delgado
y de pelo rubio, y que solo crecia abundante-
mente encima de la frente, Sus dos patillas, de
color mas amarillo que su pelo , se las dejaba
largas hasta la rnandibula. Sin duda, tenia un
aspecto muy gracioso. Y si a eso sele ariadlan
los tics )' gestos, era muy facil que el picaro
de Ricky se riera de el en son de burla.
-Bueno, como la Policia no ha po-
dido hacer nada, nos encargamos nosotros ...
--casi se disculpo Dante.
-< Y que han descubierto hasta aho-
ra? -dijo el doctor, mirando indisrintarnente
a cada uno de los primos.
-No mucho -habl6 Ricky recupe-
randose=-. Todavia es mu)' pronto ...
-Miren -Ie interrumpio el doaor-
vamos a hacer una cosa: subanconmigo y me
van contando. Me esperan en casa de los
Cassely por algo que quizas renga que ver
con sus investigaciones. <Que les parece?
-jMuy bien! -aprobo Ricky ense-
guida.

3 4

-', No. Yo nQ puedo -dijo Dante-.
Tengo 'que hacer 'mi' trabajo. iPero ve tu,
primo! Con el doctor no hay problema, Des-
pues vas carninando para la casa, que esra
muy cerca.
Y,diciendo, es-o, Dante abraz6 a su
prirno para despedirse, gero, solo fue para
susurrarle algo al oido, sin que el doctor
escuchara. '
.,'-Tia{~ .de aguanrar la risa porque el
pobre hombre 'tiene ~~uchos tics y yo re
conozco.
,RickL-subl~"a J~ camioneta, pensan-
do en Io . que le dijera su primo. «Esto va a ser
espectacular», penso.
".:",'_''No re. '~tP.'odes mucho, es ahi
",' J. . ~ ,- .. '
l~ ,t- .
rnismo -Ie aconsejo el doctor-. Oye, lY
que han averiguado? jCUentame!.
-" Muy pocov.Empezamos hoy y
s610 hernos visirado la 'casa de los Sovino,'
-'-(Pero no te parece que fue ese leon
escapade? .
. Y terrninando de preguntar aquello,
el hombre se agarr6 los mechones depelo de
encirna .de la frenre, los sacudi6 tres veces y
alarg6 la boca hacia abajo en forma de «0),
abriendo los ojos y mirando hacia arriba,
como la vez anterior. Ricky ya no sabla que
.'
hacer para no explorar en carcajadas. Pero, se
conruvo, a duras penas.
-No. Ni siquiera habia huellas de e I
-dijo, alejando su vista del hombre.
-Oye y cambiando de terna ... 2 T u
pracricas baloncesro?
-51, claro. Me encanta.
-Ese es el depone mas dinamico y
bello que existe -hablo con enrusiasrno
Contreras-. Yo 10... ;Mira! iAhi esta Ra-
mon, el empleado de Caszely! £ 1 fue quien
me llama. Vamos a bajarnos aqui mismo.
Despues de 10s saludos y presenracio-
nes, el hombre moreno, bajiro, rechoncho y
con sombrero de huaso, lIamado Ramon, les
indic6 ellugar adonde querfa llevar al doctor.
Era una pequefia hondonada al orro lado del
terreno de mini fiitbol, que Caszely habia
consrruido frenre a la casa, donde el y sus
amigos j ugaban los fines de semana.
-Disculpe que 1 0 haya llamado,
doctor -, dijo el ernpleado, convidandolos a
atravesar el rerreno de furbol de pasto recien '
conado-. Pero en cualquier momento llega
mi patron y queria explicarle 10 sucedido
como Oios manda.
-~Pero que paso, hombre? -pre-
gunt6 Conrreras .

36

-Que Ancaman, el pavo real de mi
patron, aparecio muerro. Lo mataron, dirfa
yo. Porque dudo que se haya suicidado.
Los ojos de Ricky brillaron y disimu-
ladarnenre froro sus manos de alegria. jEstaba
en ellugar de los hechos primero que rodo el
mundo!
-Parece que el leon ese sigue ha-
ciendo estragos, 2no? -cOlnento Contreras,
con una sonnsa.
-jNo! jlmposible! =-aseguro Ra-
mon=-. Acabo de escuchar por la radio que
habia aparecido cerca del villorrio Santa
Rita. Prirncro entrevistaron al domador y
dijo que Barrabas era inofensivo, por viejo y
porq ue ya se le habfan caido los dienres, Que
el le rnando hacer una proresis pero, al esca-
par, abriendo la reja con su boca, la deja allf
colgada.
-<Y aparecio dijo usred? --quiso
asegurarse Ricky.
-Claro -Ie respondi6 el ernplea-
do-. Encontraron a unos nifios dandole
leche con un biberon alla por Santa Rita ...
iMire, doctor! Ahf esta Ancaman ...
Un enorme pavo real yada en los lui-
medos pastos de la pequefia hondura. Todos
se agacharon para observarlo mejor. El pobre

38

animal esraba desangrado, produero de una
herida en el cuello.
-Por 1 0 que se ve, esta muerto
desde anoehe. ~No hay por aquf jaballes
salvajes 0 grandes ratas, que pudieron haeer
esto? -Ie pregunro Contreras al empleado,
-No, donor. Por aqui no hay nada
de eso -contesr6 el hombre.
-~ Y usrcd no sintio nada anoehe,
que nos pudiera dar una pista? -Ie inrerrogo
el nino.
-Esre... rniren, voy a pedirles un
favor: no le cornenren esro a mi patron ... El
problema es que anoehe vinieron unos
primos mios a acornpariarrne, porque era mi
eumpleafios y ellos .sabfan que yo no me
podia ir de aqul, porque esroy cuidandole la
easa a mi patron, Enronees trajeron unas
borelliras y nos eonversamos unos vinos has-
ta tarde. Y yo cal muerro euando se fueron.
-Enronees, no escucho nada ...
-eoncluy6 el nifio-. 2Aque hora se habran
marehado sus primos?
-Cerea. de las dos de la manana, di-
ria yo -respondi6 Ram6n-. iSi mi patron
se enrera, me echa!
-Todo esro es muy raro -comento
Ricky, paseandose=-, Por las plumas que hay
39
regadas, se ve que Ancaman luch6. Pero mas
extrafio es que esre casi sin sangre y sea tan
pequefia la mancha que hay debajo de el, ~Se
fijaron?
-No se -Ie conresto el doctor,
parandose=-. Esta tierra absorbe mucho.
Y, diciendo eso, comenzo a cerrar su
ojo derecho, despues el izquierdo y, acto
seguido, proyect6 hacia delanre los labios
apretados, Realize esos rnovimienros varias
veces seguidas, en rafagas, y se calm6. Ricky
tuvo que girar su cabeza hacia e I otro lado
para que no 1 0 viera, aguantando la risa.
-jO se la chupo la tierra 0 se la
chupo el Chupacabras! =-exclamc Ramon,
asintiendo continuarnente con su cabeza.
-jQue absurdo, senor mio! -hab16
con enfado Contreras-. jOtra vez e I cuento
ese del Chupacabras!
-jEso es 1 0 que dice Melisa! -se
defendio el empleado.
-jComo le van a hacer caso a esa
local -casi grin) el doctor.
-Dice ella que 1 0 ha visto -insistio
el empleado.
-Yo esroy con usred, doctor -afir-
rn a Ricky-. Ese cuento no me 1 0 creo.
-Pues miren, esta es la segunda

40
rnuertede animales por aqul -coment6 Ra-
m6n-. Eso nunca sucede. Yo no dudo que ... ,
.' -Bueno, Ramon, ya vimos todo
-10 interrumpio Contreras-. Cuando lle-.
gue Caszely, que me Harne. Y no se preocupe, •
que no le dire nada de su fiestecita, . .
El doctor le hizo un gestO a Ricky y ".
los tres desandaron el camino hasra la carnio-
-neta. Se despidieron del afligido ernpleado y ;
tornaron por La Esperanza hacia Santa Rita. -.f
En un par de min urosestuvieronen la entrada ..
de la casa de los abuelos y Ricky se bajo muy·
agradecido. .
~No hay porque --:"Ie dijo el
doctor-. Y, cuando hayas descubierto algo
nuevd, hazrnelo saber. Yo vivo en la parcela
que esta a It'salida de La Esperanza, a mano
derecha en el primer porton. iC~{da.re!
-iChao! jY gracias de nuevo! -se
despidio Ricky, caminando hacia la ca.sa.
Pero se demor6 en llegar. A veces se
detenia hablando en YOZ alta. Una idea le daba
vueltas en la cabeza. La herida en el cuello de
Ancaman fue hecha con un arma muy afila-
da y con una precision' s610 producida por
una mano muy segura.
-No creo que el Chupacabras sea
tan delicado -bromeo para el, .
Melisa
EI interior de la casa de Melisa era
sobrecogedor. No. s610 por el simple hecho
de 10que se comenraba sobre ella y de los ex-
rrafios y oscuros poderes que se le atribuian,
sino rarnbien por el ambienre misterioso yel
aire denso, cargado de raros olores, que se
respiraba aUf.
Aunque no habia oscurecido rodavia,
la casa esraba en penumbras, debido a gruesos
cortinajes de color matron oscuro que no
dejaban pasar la luz por las ventanas, 10 cual
conuibuia a la lobreguez del Jugar. Igual-
mente, llarnaban la arencion los animales
escogidos como mascotas por 1a bruja: una
tortuga que dormiraba en un rincon, un
murcielago colgado del techo de una jaula
para canarios y un raro lagano, de ojos salto-
nes, que cazaba moscas sobre una repisa.
Ricky observe todo aquello con mas
curiosidad que ternor, pues era un muchacho

43
muy valiente, Y comprendi6 por que su
primo se negaba, en principio, a llevarlo a esa
casa y fue necesario que le insistiera mucho
hasta convencerlo., «No es por miedo -Ie
habia dichoDanre-s-, sino por respero a 1 0
que no conozco», Ahora, el muchacho
entendia perfectarnente 1 0 que Ie habra
querido decir su primo con esas palabras.
-~Te gusran los animales? -pregun-
to, Melisa, con voz de £laura rajada, observando
el inreres de Ricky por sus rnascoras.
-
S
i
, sobre rode cuando no es cormin
que las personas rengan esras especies en sus
casas -respondi6 el muchacho, con since-
ridad.
-Tambien rengo a Irnhorep, mi
gato negro que debe andar echado en cual-
quier sitio, pero mis favoriros son esos que
ves ahi, porque no rnolestan en 1 0 absoluto y
se encargan de eliminar a cuanro insecto
indeseable entra en esta casa sin ser invitado
-subray6 . estas ultirnas palabras de un
modo significative.
-Perdone que la rnolesremos, Melisa
-se apresur6 Dante a disculparse, al creer
interpretar el tono de la mujer como una
indirecta. Es que mi primo insisrio en verla.
-jAh, este muchachiro es tu prirnol

4 4

-Sf, el vive en Santiago y vino de
vacaciones a Pirq ue.
Melisa escruto detenidarnente con su
penetrante mirada al chiquiUo y cornenzo a
dade una vuelta en derredor can prernedira-
da lentirud. Cuando estaba a sus espaldas
pregunt6:
-~Como te llamas?
-Ricky -se apresur6 Dante a
contestar,
_. jLe pregunte al nino! -se molesto
la bruja.
-Ricardo Fuenzalida -dijo enton-
muchacho-, pero todos me dicen
es el
Ricky.
-~ Y para que querlas verme, Ricky?
-Es por los animales que han apare- .
cido rnuerros.
-~ Te refieres a Kaiser y Sissi, los .
perros de los Sovino?
-
S
1
,y ahora a Ancaman, el pavo real
de Caszely. .
-~Tambien rnararon a un pavo real?
-parecieS sorprenderse.
Ricky volvio a asentir, him una pausa
para rratar de adivinar que estaba pasando par
la mente de Melisa y se decidi6 a comentarle:
-Dante me ha dicho que usted
4 5
tiene una opinion sobre la posible causa de
esas muertes,
-Asl es... -dijo susurrando. Pero
alzando la voz, continuo-s- iY ahara estoy
convencida de que es el Chupacabras quien
esta matando a los ani males!
-~De verdad cree usted en esa
absurda historia del Chupacabras?
-jNo es una hisroria absurda, rnu-
chacho! jEl Chupacabras es tan real como
nosorros!
-~Acaso usted ha visto alguno,
Melisa? -inquiri6 en tono de burla.
-jPues claro que los he visto! iNo
quisieras ttl tropezarte con uno, muchacho
incredulo!
-Entonces, me podra decir que
aspecto nene. .
-Una forma mas parecida al Diablo.
Es una bestia horrible, algo asicomo un
canguro con alas de rnurcielago y garras de
tres dedos, con urias filosas como navajas,
Tiene unos largos colmillos y sus ojos
son grandes y rojos, como inyectados con la
sangre que les chupa a sus vlctirnas para
alirnentarse.
-Sf, debe verse feo un Chupacabras
de esos -admiti6 Ricky, sonriendo.

4 7

4 6
-jBuriate, muchacho! No me creas,
si a s f te parece. Pero te recomiendo que te 01-
vides de los animales muertos en Pirque.
-2Por que?
-Porque Pirque es una zona elegida
por los misterios profundos e insondables de
!f la lucha divina entre el bien y el mal.
-No entiendo por que Pirque es tan
especial como dice usted -insisri6 Ricky.
-.-.Mira: nino -explic6 Melisa,
desplazandose hacia el.lugar mas oscuro de la
habitaci6n-, s610les voy a contar un par de
ejemplos, ~Saben ustedes por que un vino
producido aquf se llama «Casillero del
Diablo»?
-No -respondieron al unfsono los
prImos.
-J:>ues les contare que haee mucho
mas de cien alios, el Marques de Concha y
Toro le ve~~~6su alma al Diablo por preservar
una bodega·efe vinos. No querran saber uste-
des 10que sucedio alli. Pero eso no es redo.
M
O
S despues, el senor Ramon Subercaseaux
rarnbien hizo un pacto con Lucifer, Y dicen
que cierto dfa, al cruzar el do Maipo, un
carruaje negro con caballos alados descendi6
a buscaf a don Ramon,
-2 Y en la epoca actual han pasado
cosas asi? -quiso saber Dante, sobrecogido
por las historias.
-jClara! -Ie conresto energicamen-
te la bruja-. Quizas usredes no 10 sepan;
pera, en esros mornenros, el mismisimo
demonio esra rondando Pirque de nuevo y
en forma de Chupacabras.
-jJesus, Maria y Jose! -se le salio al
asusrado Dante.
. -Es por eso que les aconsejo aban-
donar rodo y no averiguar nada mas.
-2 Y dejar que sigan matando ani-
males en roda esta zona? -saIto Ricky.
-De eso puedo encargarme yo.
-2 Usted? 2Como? -dudo el chiqui-
llo.
-jRicky, por Dios! -Ie advirrio
Dante- jno seas irrespetuoso!
-Dejalo -dijo Melisa y exrendio su
braze derecho en gesra reatral-s-, ya se
convencera de que yo soy la unica persona en
rodo Pirque que puede resolvereste problema.
-No me pareee que ... -fue a obje-
rar Ricky, pero la bruja no 10dejo seguir.
-
j
Es suficiente! He tenido mucho
gusto en conocerte, pero ahora rengo cosas
que hacer. Si usredes fueran ran amabIes...
-jVamos, Ricky, no molesternos

4 9

• til
mas a la senora Melisa! -10 deruvo Dante
cuando su primo iba a intentar orra replica y
casi 10 saca a rasrras de la lugubre casa.
Cuando estuvieron en la calle, el ni-
_rio le dijo a su primo, con evidenre disgusro:
-~No te das cuenta de que es una
farsanre?
-No se que decirre, prime -dudo
el buenazc,
,....-~T.u sigues creyendo en esa tonta
historia de que fue el Chupacabras quien
mar6 a los perros yal pavo real?
.-~Que otra cosa pudo haber pasa-
do, Rick,.
.. ,-Mira, Dante, yo puedo creer que
.:Kaisser y Sissi fueran muerros por un Chu-
pacabras de esos, porque practicamenre los
murilaron. Pero es que a Ancarnan le corra-
ron limpiarnente el cuello con un objeto
muy fino y filoso. ~Es que tu Chupacabras
. esrudio cirugia y posee un bisruri?
-No, no esrudio cirugia ni tiene
bisruri, pero ya te dijo Melisa que riene ufias
muy filosas, asi que pudo haber degollado a
Ancarnan con sus garras. Adernas, Melisa me
ha dicho tarnbien que los Chupacabras pue-
den rnatar de muchas maneras, pero la mas
usual es chupandoles la sangre a sus vicrirnas.
Y cuando eso sucede, la uruca marca que
deja es un orificio en la gargama, donde esra
la arteria yugular.
-jAh, primo, te has dejado impre-
sionar por esa charlarana'
Dame no quiso seguir discuriendo.
Su primo Ricky lleg6 a la conclusion de que
no pcdria limpiar de ideas absurdas la cabeza
de su primo en un dia. Por 10 tanto, le espe-
raba una ardua tarea, adernas de averiguar y
dejar bien claro quien estaba marando a los
animaies en Pirque.
No obstante, cuando iban de regreso
a su hogar, de la parcela siruada Irenre a la de
Caszely salio una senora al camino, llorando
desconsoladamenre y grirando:
-iAy, que le han hecho a mi pobre
Macumba!
-<Que le sucede, senora Filomena!
-fue Danre a su encuenrro.
-iMi Macumba, Danre, mi Ma-
cumba!
-<Quien es Macumba?
-iMi linda gansa, que no veia desde
ayer y ahora Ia enconrre muerrecira enrre mis
horrensias y jacinros!
-<Que le paso?
-iNo 1 0 se, Dante, ayer estaba vivita,

50

coleando y graznando de 10 mas alegre!
-iDejeme verla! -dijo Ricky, pre-
sintiendo una nueva vtctima del misrerioso
asesino de animales-. ~D6nde esta?
-iAlla arras, vengan! -indic6 la
senora Filornena.
El m uchacho corrio hacia donde le
indicaban y desaparecio en el extenso y recar-
gado jardin. Regres6 a los pocos minutos
junto a Dante, que seguia consolando a la
vecina. Su rostro esraba serio y mosrraba
preocupaci6n, 10 que no pas6 inadvertido
para el prirno, quien le pregunt6:
-~La viste?
Ricky asinrio con la cabeza.
-~Que le pas6?
-Parece que Ie chuparon toda la
sangre.
-~C6mo eran las heridas?
-No tenia heridas -dijo Ricky
sombrio. Y agreg6- iNada m as que un ori-
ficio en el cuello!
Macario
Su lomo gris )' los pelos como puas
era 10 unico que vela en esos rnornentos.
Pero escuchaba los chillidos, cada vez rnenos
inrensos, del pobre corderiro, vicrirna de
aquel monstruo, De repente, se volvio hacia
el y pudo verlo de frente. Arerrorizado obser-
v6 sus ganas, sus membranas como alas de
murcielago, pero 1 0 que mas le impresion6
fueron sus afilados colmillos y sus ojos rojos
como [a sangre ...
-iAbuela! -grit6 Dante saliendo de
su pieza y IIegando a! living, compleramenre
vestido, pem sin zapatos.
-(Que pasa, Dante? -respondi6 la
anciana-. No interrumpas, que Ricardito
me esra [evendo.
-jPrecisamenre! Es por .su nifiito
que no aguanto mas! -se quej6 el jovcn,
., -( Pero que te hice? -terci6 Ricky,
. .
con mocencia en su voz.

52 53

-Mire, abuela, me iba a poner los
zapatos y estaban llenos de leche condensada.
jY si fuera eso nada mas! Mire, no se como 1 0
hace, pero el, despertador suena cada una
hora toda la madrugada y jno puedo dorrnir!
Para colmo, ayer encontre una rana en mi
almohada: ino 1 0 sopono mas!
La abuela rnovio la cabeza en serial de
desaprobaci6n. Ricky, aguanrando la risa, pu-
so la expresi6n mas candida de su repertorio,
Entonces, sefialandolo con el dedo, su primo
le grit6:
-;Se acab6 la investigaci6n entre los
dos! iDe ahora en adelante, no te llevo mas a
ninguna parte!
Y, diciendo eso, le dio la espalda y se
marcho a su pieza, cerrandola de un ponazo.
Era la primera VeL que Ricky vela tan enfadado
a su primo. Sinti6 que se le habra ido la mano.
Sabia que tenia que disculparse y asf 1 0 hizo.
Le costo como quince 0 veinte minu-
tos cambiarle el humor al noble de Dante y
conseguir su perd6n.
Asl, poco despues, ya estaban peda-
leando felices hacia el centro de Pirque, donde
el joven debfa ir hasta el correo.
-~Que le estabas leyendo a Ia abuela?
-Una cosa que baje anoche de
internet sobre el Chupacabras -respondio
Ricky desde la parrilla de la biciclera,
-jAh! iTe inreresaste ahora por la
teorfa de Melisa!
-Sf, Dante, pero no de la rnanera
que crees. Puedo demosrrarre que la descrip-
cion que hizo Melisa del Chupacabras es la
misrna que sale en internet y que escribioun
ripo que se lIama Macario. '
-~ Y? Si coincide es mas veridica la
cosa, ~no es cieno?
-No, Dante, porque la descripcion
era de un tipo en Puerto Rico, Ilamado
Macario como te dije, que tam bien dice que
1 0 vio, '
Dante se qucdo pensando, porque no
enrendia bien el punto de su primo. Ricky
1 0 secundo, adenrrandose en sus propias
deducciones.
A esa hora, el rrayecto hasta el centro
no era faci!' Por Ramon Subercaseaux, un
constanre transire de autos, camiones y
buses trasladaba a sus lugares de rrabajo a
cientos de personas, en la misma direccion
que nuesrros amlgos.
Como si no se hubiera cortado la
conversacion, Dante continuo con el hilo de
su pensamlento.

54 55

-Mira, Ricky, como yo 1 0 Yeo, hay
mas de una persona que 1 0 ha visro y rodos
coinciden. Por 1 0 tanto, exisre el rnonstruo
ese, <no?
-Yo 1 0 yeo disrinto, primo. (No po-
dria ser que Melisa 1 0 ley6 rarnbien y ahora
dice que 1 0 vio?
-2 Y por que 1 0 hace, Ricky? <Que
ganarla did. con eso?
-Bueno, <que te parece esta reoda?
Pon arencion: ella invenra 1 0 del Chupacabras
-algo que nadie ha vista y que no se sabe si
en verdad exisre-, entonces 1 0 culpa de las:
rnuertes de 1 0 6 animales y, despues, se jacm
de que ella con su magia negra 1 0 espanro 0
1 0 disolvio, que se yo ... 2Eh? <Que re parece?
-<Pero para que querrfa hacer rodo
eso, Ricky?
-Para ganar mas fama y prestigio
como bruja. Y quizas hasra para ganar favo-
res 0 dinero de las personas que se dejen
engariar por sus historias y le paguen para.
que ella elimine la rnaldicion con sus presun-
ros poderes.
-,Ah, ya entiendol, pero... <Y
cuando aparezca el asesino de los animales.:
como jusrificaria al Chupacabras invenrado
por ella?
-jPiensa) Danre! No rendrla que
jusrificar nada si...
-2
5
i que, Ricky?
-,5i ella misma fuera la asesina!
J ' M' ] '
I
j esus, 1 ana y ose....

Mariela
A esa hora, en el centro habfa bas-
[ante movimiento de personas haciendo
rrarnites, comprando 0 simplernente pasean-
do. Dante y Ricky se dirigieron al correo.
Despues de asegurar con un candado la bici-
clera a un arbol de la plaza; el joven le orden6
al muchacho:
-Esperame por aqul, Ricky. No se
cuanto tiernpo voy a estar alia adentro.
-<Y donde re espero?
-Bueno ... jAh, mira! Te voy a
presentar a una amiga mfa...
Caminaron hasta un banco de la pla-
za, donde estaba sentada una hermosa nina
de pelo muy rubio con trencitas bahianas,
vesrida de jeans, zapatillas y una blusa rosada
muy corta, Lucia un precioso reloj de oro de
veinticuatro kilates, que brillaba inrensamen-
re con la luz del sol. Sin embargo, Ricky ni 1 0
noto. Su arencion estaba concentrada en la

58

juguerona mirada proveniente de los grandes
ojos verdes de la chiquiIIa.
-Hola, Marielita -dijo Dante al
llegar- (Que haces sola aqui?
-Estoy esperando a mi papa, que
esta en una reunion en 1amunicipalidad -res-
pondio can una suave voz Ia nina.
-Mira, Mariela, el es mi primo.
Ricky, ella es Mariela.
-Ho1a -la salud6 serio el nino.
_.
-Hola -Ie contesro sonriendo Ia
nina.
-Mariela, te dejo aquf a mi primo.
~Lo puedes enrrerener un rato?
-Sf, no re preocupes, Dante -le
dijo la chiquilla con formalidad. Y se dirigio
en aero tono al muchacho-. ~Quieres
sentarte, Ricky?
Dante se alejo con una sonrisa picara.
Los nifios se demoraron algo en conversar,
por culpa de dos camiones cargados de frutas
que pasaron frenre a ellos con sus ruidos
r •
caractensncos.
-~Estcis viviendo en casa de Dante?
-Sf, por unos dias -aclar6 Ricky'
-( Y ni? (Vives por aquf?
.-Nfl parcela es la que esta a la entra-
da de La Esperanza. Frenre a la del doctor

6 0 6]

Contreras y antes de la de tllS abuelos.
-~Cu<intas parcelas hay, por
Esperanza? -pregunt6 el nifio-.Todos los"
dlas conozco a alguien nuevo que vive por
alli. '
-Mira, yendo de Santa Rita hacia '
adentro y a mana derecha esta mi parcela, la
de tu familia, la de Caszely, la de los Sovino,
la de los Sawiki y por ahi, hasra el final, s610
los conozco de vista, pero no se sus nombres.
-;_ Y por la izquierda?
-Por la izquierda esta la parcela de
Contreras, despues la de Vladimir y Laly, la
de la senora Filomena, la de los Carrillo, 1 0 1 ,
de la bruja Melisa y mas alla no se.
«~Que manera de haber sospechosos
en este caso!», pens6 Ricky. «Porque, eviden-
rernente, tiene que ser alguien de alll, Nadie
va a venir de tan lejos a matar unos anirnales,
Ya me fije que el camino vecinal mas cercano
esra ados 0 tres kilometres».
Pero, volviendo a su conversacion,
pregunt6:
-;_Y por que conoces tanto ese
camino?
-Es que me pongo a correr por ahl
algunas tardes para hacer un poco de ejerci-
cio. T u sabes, no es facil mantenerse delgada
-afirm6 Mariela con coquererfa-s-. Tu eres
deporrisra, ~no es cierro?
-Sf -respondi6 enseguida Ricky,
hinchandose un poco-' . Yo practice balon-
cesto.
Era la primera vez en su vida que
Ricky senna esa rurbacion y ese cosquiIleo en
el est6mago. No querfa mirar de frenre a
Mariela para que no se diera cuenta, porque
sentia un calorcillo consranre en sus mejilLas.
Nunca le habra dado tanta imporrancia a
lucirse ante una nina. Para el, ellas siempre
habian sido aburridas, poco inreresadas en
los juegos y en las prcocupaciones de los
varones. Pero esta vez era disrinto. Por esa
nina sinrio algo especial desde que la vio. «Y
parece que le agrado, porque se fij6 en mi
fisico dedeporrista», pens6.
-Pero no debes set muy bueno, por-
que los jugadores de baloncesro son fuerres y
musculosos -eoment6 Mariela, eehando
un jarro de agua fria sobre el orgullo del
muehacho.
-Diseulpa, yo soy buenisirno para
mi edad. Adernas, tanros musculos te haeen
ser tosco y torpe ...
-No esroy de aeuerdo conrigo -Ie
inrerrurnpio la nioa-. Mira, para demos-

6 2 6 3

trartelo, te puedo presentar a ese hombre que
esra tornandose una bebida en el kiosko
«Donde Malvina). ~Lo ves?
-~EI que usa la camisa aprerada
para que se le vean los bleeps?
-Ese mismo. Te puedo contar que
con esos brazos y esas rnanoras le falra un afio
para hacerse neurocirujano. Y te aseguro que
cuando se reciba va a ser el rnejor de todo
Santiago. iFfjate si sera torpe y tosco!
'-.-(£1 es de por aqui? -se apuro en
pregunrar el nino. Su mente enseguida se '
puso en alerta roja.
-Claro. Teacabo de mencionar a los
Carrillo. £ .1 es Pedro, el hijo de dona Pamela.
-~Me puedes hablar un poco de el?
-(_Y por que te interesa tanto, si no
10 ccnoces? -Ie dijo Mariela, cruzando su
pie derecho y girando mas su cuerpo hacia
el nino.
Ese rnovirnienro hacia el le volvio a
provocar el cosquilleo en el est6mago. De
pronto, se cuesriono si estaba bien sentado, 0
bien vesrido, 0 limpio. jQue nuevas sensacio-
nes vivia' Pew tenia que dorninarse, por eso
hablo con rnucha formalidad. .
-Por favor, s610 cuenrarne. Orro dia
te prometo que re 10dire todo. (De acuerdo?
-Esta bien. Bueno ... 2que re puedo
contar? Pedro es un hombre muy bueno.
Cuida mucho a su mama, que esra enferma ...
-(De que esra enferma?
-La pareo un caballo y la dejo inva-
Iida. Esc 10 afecro mucho a el, Y para mas
desgracia su pareja, que 10 ayudaba mucha,
un dia, sin previo aviso, rornpio con el. y se
hizo novia de un biologo marino que era
m uy amigo de ambos. Bueno, fue tanto el
estres que sufri6 que tuvo que congelar la
universidad, falrandole un ario para rerrninar,
-Ah... -se quedo rnedirando
Ricky.
-Bueno, me tengo que ir. Por ahf
viene mi papa -dijo Mariela, levanrandose,
-Claro -Ia imiro el muchacho-.
Pero ... 2No nos podernos ver orra vez?
-iSf, cuando ttl quieras: -Ie propu-
so Ia nina con zalamerfa-. Tu primo tiene
mi relefono.
Para despedirse, ella le dio un beso en
la mejilla que el casi no pudo responder por
el nerviosismo. EI color rosado inrenso de sus
cacheres se expandio por roda la cara llegan-.
do incluso hasta el cuello. Solo pudo asentir
con la cabeza, mienrras le regalaba una tibia
sonnsa,

Carrillo
E I muchacho se quedo mucho raw
envuelto en extrafios, pero dukes pensa-
rnienros. Al parecer, se Ie notaba mucho,
porque aillegar Dante, el primer comenrario
que le hizo tenia un marcado rono de burla.
-~Que le paso a Romeo Fuenzalida?
~Le llevaron a su Juliera?
-iNo fasridies, prime] Esraba ensi-
mismado en la invesrigacion,
-No re creo nada, iTe enamorasre
de Marieli ra!
-jQue Marielita ni que nada!. ..
S610 le estuve sacando informacion.
-~Tu sabes que ella es la hija del
tipo mas rico de toda esra zona?
-~En serio?
-Claro. Su papa es duefio de varios
horeles y cen tros rurlsticos. Oye, si te casas con
su hija tienes eI futuro asegurado. iPuedes ser
el duefio de un equipo de la NBA. si quieres!

6 6 67

-2Pero ni estas loco, Dante? -casi .
grito el nino, algo molesto, .
-Era una broma, Ricky. <Que pasa?
~EIbromista no entiende de bromas? <Tanto
te afect6 esachiquilla?
-jYa! iC6rtala!
-Bueno, esta bien, esta bien. ~
Y que'
informaci6n Ie sacaste?
-2T u conoces bien al sujeto de la
camisa apretada,que ahara esta hacienda la
fila en el Registro Civil?
-Sf, por supuesto. Es Pedro Carri-.
1 1 0 , vecino nuestro.
-Bueno) esperame aqui y observa
bien. Voy a hacer una broma-experimento.
-jEsperate, Ricky! iNo te vayas a'
meter en lios!
-iNa, primo! 5610 mirame y divier-
tete...
El nino se escondi6 detras de un
arbol y esper6 su oportunidad, que se presen- .'
ro, un par de rninutos despues. Un hombre
vestido can traje azul marino y corbata roja,
con el tipico aspecto de ejecutivo, se baj6 de
su auto frente a la plaza, a unos pasos de ,
Ricky, quien sali6 a su encuentro con mucha
efusividad.
-Juan Pablo! jQue rico verte aquf
-Ie griro el runo, yendo hacia el con los
brazos abiertos,
-Disculpa, muchacho, pero no te
conozco. Parece que me estas confundiendo
con otra persona.
-2C6mo voy a confundirte, Juan
Pablo? ;Soy yo, Ricky! ~
Ya no me recuerdas?
-Par favor, no molesres mas. Te
dije que no se quien eres, asi que largo, largo
de aqui -Ie dijo el hombre, con evidence
enoJo.
-Esta bien, esta bien. No se ponga asi.
El solemne senor continu6 su cami-
no hacia el juzgado, mientras Ricky cruz6 la
calle y por la acera de enfrente corri6 en la
misma direcci6n del hombre, pero algo
escondido entre los kioskos de los artesanos.
Cincuenta metros mas alla, el nino volvio a
cruzar la calle y se encontro de nuevo,
«casualmente», can el mismo senor.
-jJuan Pablo! jQue bueno verte
aquf jEs increlble! jAcabo .de ver a un tipo
igualito a ti, lpero con un caracter mas
pesado...!-Ie grit6 de nuevo con los brazos
abiertos hacia d.
-jPor Dios! jHasta cuando vas a
rnolestarrne, chiquillo! jAhora mismo voy a
Hamar a un carabinero!

68 6 9

-iNo, no! Espere, por favor. Yo solo
hice 1 0 que me mandaron -suplico Ricky.
-~Y quien te rnando? --quiso saber
el hombre.
-~ Usted ve a aquel joven con la
camisa apretada, que esta a pumo de entrar
en el Registro Civil?
=-Sf, 1 0 veo.
-Bueno, el me envio -afirmo
Ricky con voz de nino chico.
-Pues ya va a ver como termina su
broma ...
El sefior se estiro la chaqueta de un
tiron y se dirigi6 con paso largo hacia Pedro,
que ajeno a 1 0 que sucedia, anotaba en un
papeliro cierros datos.
Ricky se unio al asustado Dante y
ambos se escondieron detras de un auto esta-
cionado.
-jYo no se como confio en tit
-protesto el joven-. jDelante del correo
hacerme esto' jTu veras el escandalo que se va
a armar ahora! jMe van a echar del trabajo!
-jTranquilo! Vamos a verque pasa
-trato de calmarlo Ricky. .
De lejos vieron como llego el hombre
a donde estaba Pedro. Su rosrro encendido,
sus manoreos, Pero 1 0 mas insolito fue la
reacci6n del forzudo de Pedro. Se veta como,
con humildad, rraraba de explicar su inocen-
cia y hasta le vieron pedir disculpas por algo
que no habia heche, ni cornprendia.
-~Por que le hiciste eso al pobre
Pedro, Ricky?
-Por ser un sospechoso irnporrante,
pnmo.
-~Sospechoso de asesinaro ese infeliz?
-Mira, Dante, Mariela me conro
sobre el. iEI asesino perfecto! Un casi ciruja-
no que bien pudo realizar con mano experta
la herida de Ancarnan. ~El m6vil? El odio a
los animales, producto de la pateadura de
caballo a su madre y el compromisode su
pareja con un biologo marino. Quizas su
fuerte estres 1 0 desequilibro y Ie haya dado
por vengarse de todos los ani males.
-Tienes toda 1a razon. Pensandolo
bien, todo encaja para que sea el, ~Que quieres
que haga, Ricky? ~l.o neutralize, 1 0 derribo,
1 0 agarro, 1 0 amarro y se 1 0 entrego a los
carabineros?
-Calmate, Dante. Quizas no sea el
asesino.
-i~Como?! iNo acabamos de dedu-
. '1 1
Clr que e ....
-Mira, primo, la broma-experirnento

70 71

que hice dernostro que Pedro no tiene la
personalidad indicada para ser el asesino.
-jEso no dernuestra nada! =-salrc el
joven-. Yo he visto pelfculas donde el crirni ..
nal es el mas noble, el mas tlmido, ~no es
cieno? .
-Sf, pero en este caso puedeque no
-aseguro el muchacho.
-~Por que dices eso, Ricky?
-Porque 10 vi escribiendo
mano izquierda.
-~Pero y eso que tiene que ver?
-quedo muy confundido Dante.
-Mira, piensa de esta manera: para
rnarar a Ancaman, hubo que agarrarlo por el
pescuezo, ~no es cierto? Porque de 1 0 contra-
rio era muy diflcil hacerle ese tajo con rodo
1 0 que se defendic el pobre animal. Yo vi el
reguero de plumas. Bien, si 10 agarras con la
mano izquierda, corras con la derecha y vice-
versa. ~ Me sigues la idea, Dame?
-Sf, dale, continua.
-Bueno, el asesino tuvo que haber
sido un diestro, porque al final, casi pegado
al pecho, el pavo real tenia el tajo algo incli-
nado hacia la derecha. Si hubiera sido zurdo,
le hubiera agarrado el pescuezo con la mano .
derecha, y solo un movimiento antinatural
habria desplazado aquella herida hacia ese
lado. Porque el insrinro de conservacion re
hace lanzar el cone, alejandose del brazo de
uno. ~Emendisre?
-Sf, re enriendo, pero... --dudo
Dame.
-~Pero que, primo? jVamos, suelta
sin miedo la duda esa que rienes! -10 animo
Ricky.
,
-
~
y
i Pedro Carrillo es ambidiesrro?
-jCaramba, no habia pensado en
eso? -confesD sorprendido.
Por 1 0 visro a Dame se le esraba agu-
dizando el entendimienro y ahora 1 0 habfa
puesro a pensar a el. Pero, opro por nopreci-
pitar las cosas y elaborar mas derenidamenre
una esrraregia, para averiguar ese deralle que
pareda sin irnportancia, pero que no 1 0 era.
Por eso dijo:
-Sf, es una posibilidad que debere-
mos comprobar. Bueno, vamos, que todavia
hay mas cosas que hacer.
-Sf, dejo unas cartas por el camino
y dcspues hacemos 1 0 que ni quieras.
-
A
proposiro, me tienes que dar el
telefono de Mariela.
-jEh! jRomeo quiere llamar a su
julieta'

Villarroel

... '. ,'l~iNo emfi~c~t~.por unas pregun-
tas qae debo hacecle·so,l)r~··.t9do esto.
-. ._-.. Sf, sL..-~*:mir6,con picardfa-.
.' _ . T
~
" •
comono.; ....
.:,. . _
, . .'. . . ." ::i< : ;:. . .~ '.
. '
.
~
-,
"..
. "..( -
Ricky quedo tan impresionado con
Mariela que esa noche apenas pudo dorrnir
pensando en la hermosa nina, en sus grandes
ojos esmeralda, en su dulce voz y afable
nato. Pero tam bien pens6 en 1 0 que lc habra
comado Dante sobre su padre millonario,
por 1 0 que el bichiro de Ia curiosidad volvio
a carcomerlo, como ocurriera an res con
respecto a Melisa y quiso saber mas sobre
este personaJe.
Y quien mejor que su abuelo, un
hombre que habia vivido buena parte de su
vida en Pirque, para darle detalles de rodos y
c:ada uno de los vecinos que habiraban las
parcelas de La Esperanza, Santa Rita y tal vez
las de mas alla y las de mas aca.
Por eso, en cuanto se levanto, aseo y
vistio, mas temprano que de cosrurnbre, se
fue al ponal de la casa, donde sabia que
habria de enconrrar al abuelo senrado, en su

74
75

sillon Iavoriro, rornando mate. AI vLeJo
gusraba ver asomar el sol cada manana desde
detras de las elevaciones que circundaban el
paLSa)e.
-~Que hace el caballeriro levanrado
tan temprano? -fue el saludo del vieiov.al
ver aparecer a su niero en el portal. Enronces
esboz6 una sonrisa y agrego- jAh, ya se!
jLos arnores no te dejaron dorrnirl
-jDante ya te fue con el chisme!
-se rnolesro Ricky.
-Es una broma, Ricky. ~Acaso no
pasas la vida ernbromandolo a el?
El muchacho no respondio. No
dfa hacerlo, porque el abuelo renla razon
ahora debia aguanrar como un hombre.
eso, y porque era el objetivo principal de
charla, condujo el terna de la conversac
por el camino que le inreresaba: .
-Abuelo ... me dijo mi primo que.
padre de Mariela es uno de los hombres
ricos de por aquL
-,Fernando Villarroel? -el vi
alzo las cejas- ..jEse hombre es quizas el
pudieme de roda esta zona!
-Dante me dijo que era duefio
horeles y centres turisticos.
-Sf, ese es su negocio y tiene vari .
de esas instalacicnes en redo el pais.
-Me imagino que, con tanto dinero,
Fernando Villarroel podra comprar rodo 1 0
que se le amoje.
-Pues mira que no.
-~Como que no? -Ricky fruncio el
cerio, acerco un sillon hasta colocarlo freme a1
de su abuelo y se sento-. ~Hay algo que ese
senor no haya podido conseguir?
-Sf que 1 0 hay -suspiro el viejo y
su mirada recorrio de izquierda a derecha
rodo el panorama que se observaba desde el
portal, donde conversaba con su niero.
-~Que puede exisrir en la vida que
ese senor no pueda comprar con tanto dine-
ro que tiene?
-
Aas personas.
.-~
Aas personas? No 1 0 enriendo,
abuelo,
-Cuando digo a las personas, me
refiero a sus propiedades -el viejo volvio a
suspirar.
-Sigo sin enrender -confeso Ricky
e hizo un gesto que era mezela de conrrarie-
dad e impaciencia,
-Enseguida enrenderas, mi querido
niero, cuando re explique que Fernando
Villarroel desde hace basranre tiernpo ha

76 77

tratado de comprarles sus parcelas a varios
vecinos de la comuna, pero todos nos hernos
negado a venderselas,
-
~
A
h
,.
sf? -el muchacho dio un
respingo-. ~Para que ha querido hacer eso el
senor Villarroel?
-~No te imaginas?
.;-~Para construir algun hotel
centro turlstico?
-jEtes inteligente, nino! -excIam6·
el viejo, con orgullo--. Si averiguas un poco,
notaras que ninguna de las propiedades de
Fernando Villarroel esta en Pitque 0 sus
alrededores, siendo esta una zona hermosa e
ideal para instalaciones turfsricas,
-~ Y por que ningiin vecino le ha
querido vender su parcela?
-.-Por la misma raz6n que Villar rod
ha insistido en cornprarnosla y que re acabo
de decir. iNadie que viene a vivir a Pirque
quiere irse despues de aqul, mi nieto! "
-jEs cierro, porque hasta yo tengo
deseos de mudarme para aca! iMe pasaria la
vida entre Pirque y la playa de Varaderol
-exclam6 Ricky, y su boca se abri6 en una
arnplia sonrisa. Perc volvi6 a ponerse serio
cuando pregunt6- Abuelo ... ~a quienes ha
tratado Villarroel de comprarles sus parcelasj
-Que yo recuerde... -hizo una
pausa para buscar en su vieja memoria- a
nosotros, a los Sawiki ... a los Sovine. .. y creo
que hasra le hizo proposiciones a Caszely.
-~A nadie mas?
-Bueno, de los que rienen parcelas
al orro lado, frenre a las nuesrras, tambien le
quiso comprar a dona Filomena ya Vladimir
y Laly. -
. -As{ que los Sovino, Caszely y dona
Filornena estan en la lista de los que Fernando
Villarroel les q uiso comprar sus tierras ...
-penso Ricky, en voz alta.
-~Que pasa, hijo? -se preocupo el
abuel~. ~Estas hablando solo?
-No, es que estaba pensando en que
esras tres familias 0 personas han sufrido los
ataques del misterioso asesino de ani males.
-~ Y eso que tiene que ver con Villa-
rroel? -pregunt6 el viejo. sin enrender la
asociacion que habia hecho su niero,
-Estaba pensando, abuelo, que los
ataques y las muerres de los anirnales de esos
vecinos pueden ser un plan bien elaborado pa-
ra asustarlos y hacer que se decidan a vender
sus parcelas e irse de Pirque. Y quien otro que
Fernando Villarroel para comprarselas y llevar
adelante su proyecro. ~No le parece a usted?

78 7 9

-iCaramba, Ricky, tienes razon en
1 0 que sospechas! .Adernas, yo creo a Villa-
rroel capaz de hacer cualquier cosa contal.de
lograr su proposiro. Aunque ...
_' ~Que 1 0 detiene, abuelo?
-Es que no .puedc creer que
Fernando Villarroel se haya decidido a acruar
de una manera tan baja y cruel, para lograr
su objetivo. Ademas, el tiene muchos animales
en su propiedad y me consta que los ama y
cuidacon esmero ... jQue va, Ricky, decidida-
mente no creo que Villarroel sea quien
ha asesinado 0 mandado a matar a esos
animales!
-No voy a descartarlo, sin antes
investigar un poco sobre el, abuelo.
."-Esra bien, no 1 0 descartes como
sospechoso par ahara; pero, Hjate que el tarn-
bien' ha querido comprarnos las parcelas a
nosotros, a los Sawiki y a nuestros vecinos de
enfrente, Vladimir y Laly y nuestros anima-
les no han sido atacados,
-Sf, es cierto -admitia Ricky-,
aun as! pienso ...
No habra terminado el muchacho de
expresar su idea, cuando se escucharon unos
gritos de .nifio, que rompieron el silencio de
lamafiana.
-jEsa es la voz de Vicente! -dijo el
abuelo y se puso de pie de un salto, con una
agilidad no acorde con su edad.
-~Vicente? -pregunto Ricky,
parandose tarnbien.
-51, el hijo de Vladimir y Laly:
-
j Vamos a ver que Ie pasa! -grit6 el
muchacho cuando ya corria hacia 1a puerta '
~de salida del jardin.
l
' Entonces vieron aparecer a Vicente,
e~hijo de la vecina de la parcela de enfrenre,
que. no cesaba de gritar y hacer gesros
desesperados.
, -~Que te ha pasado, por Dios,
Vicente? -Ie pregunro el abuelo angustiado,
cuando creyo que el nino podia escucharlo.
-;Las gallinas! jLas pobres gallinas,
senor Fuenzalida: -trato de explicar el asus-
rado chiq uillo-. ;Venga! iVenga, que m i
mama esra sola con las gallina's!
. -~Que ha pasado con la s gallinas,
VIcente?
-jLas han matado a rodas!

Vladimir, L aly y Vicente

· ,
-jLes chuparon roda la sangre!
-dictamino el docror Contreras, despues de
revisar a las once gallinas que yadan tendidas
en el corral de Laly y Vladimir.
El unico veterinario de Pirque fue
llamado con urgencia a esa hora y habia acu-
dido caminando, ya que era la parcela mas
proxima a su casa. Asi, recien levantado como
estaba, su aspecro era mas cornice aun, por 1 0
que Ricky tuvo que hacerse el firme proposiro
de no mirarlo, para no cornerer el pecado
de soltar una carcajada en ese momenro ran
drarnarico.
E l veterinario no habra renido riern-
po para cambiarse su ropa de dormir, y ni
siquiera para peinarse. Vestia un pijama con
flores multicolores, de pantalon cerro, que
dejaban al descubierto sus delgadas piernas,
muy blancas, cubierras de ralos vellos rubios
y curvadas hacia fuera. En tanto, el mech6n

8 2
de pelo sobre su frente ondeaba al viento
8 3
-Nosotros rampoco creemos en esas

caprichosamenre.
-En cuanro se fue Vladimir para el
trabajo, fui a darles de comer y las en~onrre
as! -comenr6 Laly, con pesar-. ~Que pudo
haberles pasado, doctor?
-No 1 0 se -admirio Contreras,
cerrando sus dos ojos con violencia y
mosuando los dienres. Secuencia que repitio
varias veces a una velocidad impresionante.
-.No sabe usted que mato a rnis
c: .,.
gaJlinas?' -se ·Ie. encaro Laly-. ~Como es
que un vererinario no sabe que les provoco la
hemorragia? . .
-Porque no fue una hemorragia. De
haber sido asi, habria rastros de sangre en
redo efcorral-explic6 Conrreras- y, como
yen, no hay ni una gora por aquf.
---~Que paso entonces? -10 apremi6
Vicente, abrazando a su mama.
-·-Tiene que haber sidoalgun animal
que les chupo su sangre.
_Vamos, doctor, usred sabe que por
aqui no hay ningun animal que ha.ga eso!
-replico Laly-. jA no ser que exrsta ese
Chupacabras del que habla la gen.te por ahi!.
-.EI Chupacabras no existe! -caSl
. I
se indigno el vererinario.
absurdas hisrorias -dijo e I abuelo de
Ricky-, pew alguna explicacion debe tener
esro, (no?
-Supongo que debe tenerla, pero yo
no puedo darsela en este mornento, porque
sencillarnenre no la rengo.
-Doctor... -se aproxim6 Ricky,
que habia esrado muy atento a la conversa-
ci6n- ~se fij6 si las gallinas tienen alguna
herida? .
-Sf, en el cuello -Ie respondio
Contreras.
-~ Todas tienen como un pinchazo en
e l cuello? -volvi6 a inrerrogar el muchacho.
-No, tienen dos.
-;Dos pinchazosl
-Bueno, no puedo asegurar que
sean pinchazos, pew cada una de las once
gallinas rnuertas presenta dos orificios en su
cuello.
-Vaya, si fuera cierta 1 8 . historia del
Chupacabras, como asegura Melisa -co-
mente Ricky-, tarnbien habria que creer
ahora que hay mas de uno, chupandoles b
sangre a los animales de los vecinos de Pirque
-,Por que dices eso, nieto? -qui,,::
saber el abuelo.

84
-Porque a estas gallinas parece que
85

les chuparon la sangre por dos orificios en
sus cuellos, pero a la gansa de dona Filorne-
na se la chuparon por uno solo. Eso quiere
decir que rendrian que ser por 1 0 menos dos
Chupacabras los queestan haciendo eso: uno
con su dentadura complera y otro al que le
falta un colrnillo.
-iNo me vas a decir que ttl rarnbien
ya crees en esa esnipida historia del Chupa-
cabras, rnuchacho! -ahora Contreras fue
qui en encaro a Ricky, apretandose varias
veces la nariz con el fndice y el pulgar de su
mano derecha, y solrandosela de pronto con
fuerza, acornpafiando cad a movimiento con
la aparicion instantanea de su lengua.
-iAl con trario, doctor! -exclam6 el
muchacho, despues de hacer un esfuerzo
grandismo para no reirse-. ;Ahora menos
que nunca creo en .la exisrencia del Chupaca-
bras! Ni creo que fuera un vampiro. 0 mas
bien dos vampiros, uno con dos colrnillos y
orro que usa una bombilla para absorber.
-
iPues si el Chupacabras no existe,
ni vampiros rampoco, tiene que haber sido
algun orro animal que desconocemos!
-opino Laly con expresion de perplejidad.
-Tampoco pienso que sea otro animal
quien este haciendo esto -movi6 Ricky
negarivamenre la CJbeZ3-, al menos en el
senrido en que concebimos a los animales,
r besri d
orque solo una esna puc e asesinar J
pobres e indefensos seres de esra manera ran
cruel.
-~ Y quien crees que sea, muchacho?
-se inrereso Contreras.
U T • 1 '
- n 3I11ma , s: ... ipero un animal de
dos pieruas, gue visre, calza y habla como
nosorros!

Contreras

Cuando Dante se enrero de 1 0 que
les habia pasado esa manana a las gallinas de
Vladimir y Laly, ie reprocho a Ricky que no
1 0 hubiera desperrado, «para ayudarlo a ins-
peccionar el escenario del crimen», Pero mas
se rnolesro cuando su primo le replico «que si
no se desperro con los griros de Vicente en el
silencio de la manana y siguio durrniendo
como un oso invernando y roncando como
un burro asrnarico, nadie iba a. lograr que se
desperrara. .
Sin embargo, el enfado momenraneo
se le paso cuando Ricky le conro que el
docror Contreras los habia invitado a visirarlo
a su parcela. EI hombre esraba inreresado en
comparrir criterios con ellos, sobre los extra-
fios asesinaros de animales que esraban
ocurriendo en Pirque. Y se habia dado cuenra
de que el muchacho tenia sus sospechas.
Claro, Dante no solo se intereso en los

88
intercambios de opiniones, que con seguri-
89
p6nganse cornodos, por favor! -les senalo

dad habrlan de suscitarse en esta visita, sino
rambien en la necesidad de mantener contro-
lado a su prime, cada vez que el veterinario
sufriera un ataque de sus tics nerviosos.
Por eso, ala hora convenida, despues
de que Dante terminara de repartir las canas
del dla, se encaminaron a la parcela vecina
del doctor Contreras.
Una vez alli, el veterinario los recibio
con una sonrisa de oreja a oreja. La prirnero
que a Ricky le Barno la atencion cuando
entraron a la casa fue un gran poster de
Magic Johnson, que estaba pegado en una
pared del recibidor, junto a otras fotos mas
peq uerias de otrOS j ugadores de baloncesto
que el no conoda porque, a juzgar por sus
vestimentas, pertenedan a una epoca bastante
lejana.
-~A usted tarnbien Ie gusta el balon-
cesto, verdad, doctor? -pregunt6 el mucha-
cho con evidente snrisfaccion; porque si
Contreras era un amante de ese depone co-
mo el, con toda seguridad se enrenderian
perfectamente.
-
i
Claro, por eso te pregunte si te
gustaba ese depone cuando nos conocimos .
en la -parcela de Caszelyl ;Pero, sientense y
un sofa que los primos ocuparon, rnientras el
se sentaba en un sillon frente a ellos,
-~Le gusta Michael Jordan? -con-
tinuo Ricky, apasionado con su terna.
-jPor supuestol iEs el mejor jugador
de todos los tiemposl -sonrio Contreras-.
Pero en mi epoca, mi Idolo era Magic Johnson.
-El mfo es Jason Kidd -afirmo el
nino.
-Eso no 1 0 puedes ocultar -dijo el
doctor, sefialando la camiseta delmuchacho.
Asl, estuvieron un buen rato hablando
de baloncesto y jugadores famosos de todos
los tiernpos, hasta que Contreras dijo:
-Bueno, ya tendremos tiernpo de
hablar mas sobre este tema que nos apasiona,
pero ahora vayamos al objetivo de esta
. . ~, .
mvitacion.
-Tiene razon -se disculpo Ricky-,
ahora los asesinatos de animales en Pirque
son el tern a prioritario,
-iExacto! -exclamo el veterinario
e, inclinandose hacia delante, le pregunto al
muchacho en tone confidencial- Me di
cuenta esta manana de que tienes tus sospe-
chas sobre alguien de la zona que tiene que
ver con los crfrnenes,

90
-fu
f es -asinrio Ricky, Y aclaro-·
91
en esa tonta hisroria del Chupacabras, como

Dante y yo las tenernos.
-~Pueden decirme quien? -volvi6
a preguntar Contreras en el rnisrno tono.
-No 1 0 sabemos.
El vererinario puso cara de contrarie-
dad y se echo hacia arras en su sillon. De
pronto, comenz6 a pasarse la mana izquierda
por su cara, desde la frente hasta la boca y
cuando terrninaba el recorrido, unla sus
labios con fuerza, llevandolos hacia delante.
Repitio el movirniento y la mueca tanras
veces que Dante ruvo que dade disimulada-
mente un pellizco a su primo, para que no
fuera a relrse.
Despues, el hombre se acereo y dijo
en tono afable:
-Pueden confiar en ml, Ricky.
-Nosotros confiamos en usted,
doctor -replico el nino sonriendo.
-iNo .faltaba mas! -Dante creyo
oporruna esta expresion.
-Es que no se... -Contreras pare-
cia ofen dido -me parece que me oculran
algo que saben.
-No le ocultamos nada ni sabemos
nada, doctor -explico el muchacho-. La
unico que puedo decide es que no creemos
tampoco pensamos que haya sido otro ani-
mal el causante de las muerres ocurridas
hasta ahora. Mas bien nos inclinamos por
creer que sea un· vecino de La Esperanza el
responsable de estos hechos.
-~Por que razon un vecino de La
Esperanza podrfa hacer alga asi?
-Por algun motive poderoso.
-~C6mo cual?
-Hay varios que podrian rener
razones, pero no queremos adelanrarnos ni
levan tar acusaciones sin rener pruebas, doctor.
-~Ni siquiera pueden confiarrnelo
ami?
-No es falra de confianza, doctor,
sino eI temor a equivocarnos y sefialar a
inocen tes. Preferirnos esperar a rcner aIguna
evidencia, que respalde nuestras sospechas.
-Aun asf...
-No msisra, doctor Contreras
-Dame intervino de nuevo, esta vez con
una sonrisa pfcara en sus labios-. iVa vemos
que la curiosidad 1 0 esta matando!
-;Es cierro, Dante -1
0 recono-
cio-e-, para que voya negar que me tienen en
ascuas! [Me duele mucho ver tanros animales
muerros!

9 2
•
-No se preoeupe -Ie prornetio
93

Rieky- en cuanto.sepamos algo en eon~re-
to usted sera el primero en saberlo. ., i .
-jCla,ro que sf! ~ratifie6 Dante.
-Volviendo al baloncesro, doctor ...
'_:_el muehaeho volvio a carnbiar el tema-
·1 0 juga. listed profesional~ente?
.. '. . -No, no, profesionalmente no-
nego Contreras con casi todo su eu~rpo,
incluyendo los brazos, los ojos, los l,ablOs y
hasta las orejas-, pero S I jugue serru pr~f:-
sional y, si no me hubiera lesionado, qUlzas
habria seguido.
-( Y deride fue la lesion? -pregun-
to Dante. , .
-En la. nariz -sefialo el vererina-
riQ;-. Me dieron un pelotazo muy fuerre y
me la fracturaron. Todavia si recibo, aunque
sea un golpecito, puedo hasta desmayarme:
r •
-iQue lastirna! -se C~n~?VlO
Ricky, perc cambiando de t?no ariadio-c-,
Oiga, doctor, as! que usted jugaba ~n ~na
liga oficial con arbirros de verd~d, recruco,
mucho publico y ustedes en uniformes con
nurneros, nombre del equipo yesas eosas.
-iPues claro! Por ahf tengo guarda-
dos en un baul algunos de los uniformes y las
zaparillas que usaba enronces, junto con
aIgun balon. Y:creo que hasta un aro y un
cesro tengo.
~2Por que no los saca un dia de
estes, antes de que yo regrese a Santiago y
practicamos un poco?
-jl1e encantaria hacerlo! -se enru-
siasrno el veterinario .
-jESt;l convenido y espero por
usted' -dijo Ricky, y se puso de pie con
inrenci6n de marcharse.
Dante Io irniro. Y cuarido iban a des-
pedirse, un sonido espeluznante, como un
aullido sa1vaje, los paralizo e hizo que se ies
erizaran los pelos de 1a nuca.
-jJesus, Maria y Jose! +-bnnco
Dante.
-<Que ha sido eso? -exclam6
Ricky remeroso.
E1 doctor Conrreras comenzo a abrir
sus ojos )' rnirar hacia arriba, poner 1a boca
en «0)) y estirarla hacia abajo, pasarse Ia
rnano por la cara, guinar los dos ojos y a
rirarse los mechones sobre Ia frente. Y , des-
pues de reperirlo innumerables veces, pudo
recomponerse y decir:
-jNo se asusren, muchachos, que
ese es Shogun! .
-<Shogun? <Quien es Shogun?

94
Shogun

• • '1 0 ' Dante con visible alreraci6n.
-mqUlr li 6
-
i
Mi rnastin napolitano! --exp 1C
e1 veterinario-. iEs una fiera y rengo que
encerrarlo en una habitaci6n cada vez que
viene alguien!
-2Viste que animal mas feo e irn-
presionante es el perro del doctor Contreras?
-Ie dijo Ricky a su primo.
Estaban de regreso en la parcela de
sus abuelos. Habia anochecido y despues de
la cena los primos convinieron en reunirse en
el portal, para hacer un recuento de 1 0 aeon-
tecido y de los datos que ternan recopilados
hasta ese momenta.
-Sf, es impresionanre -admitio
Dante, quien por su rrabajo anterior como
guardia de seguridad conocfa bastante sobre
perros de proteccion, como 1 0 es el masrin
napolitano-. Los ejernplares de esa raza,
adernas de fuerres, son perros que dan miedo
por su imponente aspecto.
-
j Y el del doctor Contreras es una
fiera! 2Viste como se puso cuando 1 0 conven-
cimos de que nos 1 0 enseriara y el perro nos
vio?

9 7
-jClaro que tenfa que reaccionar

aSI, Ricky! -explic6 Dante con aire de
suficiencia, aprovechando la ocasi6n para
demosrrar su conocirnienro en una de las
pocas cosas que su primi to
no sabia-. Esos
perros se entrenan para proreger de exrrarios
a las propiedades y a las personas y nosorros
eramos unos desconocidos para el.
-Sf, debe ser. Pero no quisiera
enconrrarme frenre a freme con un animal
como ese.
-jRuega por que esa siruacion no se
re de, porque puedes esrar seguro de que no
la cuenras! -brome6 Dame.
-Bueno, vayarnos a 10 nuestro.
-51. A ver, ~qLletenernos hasta ahora?
-Lo prirnero que debemos conside-
rar son las rnorivaciones.
-Bien. ,Quienes rieneri motives
para rnarar a los animales del camino La
Esperanza?
-Hasra ahora, 5610 rres personas.
-~Quienes?
-En primer lugar, Melisa porque
esra sacando ganancias de la siruacion. Ella
podrla rnarar a los animales y decir que es el
Chupacabras, obteniendo presrigio, favores,
regalos y hasra dinero de los vecinos, que no

98
dudarian en darselo con tal de que los salve
9 9
Villarroel, va a ser muy diflcil que esa mu-

de esa maldici6n.
-Esd. bien, Melisa es una sospecho-
sa, aunque, para ser franco, no descarto la
idea del Chupacabras.
-~A estas alturas [1.1 sigues, cr~yendo
en esa ronterla, primo? -se enfado Ricky.
-Ya te digo. Ricky, m~entras no. ~e
demuestre 1 0 comrario ... Pero sigue. <QUlen
mas?
-Tenemos a Pedro Carrillo.
-jAb, el casi medico esrresado!
-Pedro riene rn9tivos mas que
suficientes para haber planeado un extermi-
nio rnasivo de animales, despues de 1 0 que. Ie
paso a su madre yael mism? con ~u pareJ~'
-Claro y como esta medio desqUl-
ciado, nadie sabe 1 0 que puede elucubrar su
mente.
-Esa es la cuestion, Dante.
Q
., ~
_~ uien otro:
-Fernando Villarroel.
-
i
Tu suegro!
~jDeja[e de gracias, Dante!
-(Me vas a negar que te
Mariela?
-Eso no viene al caso.
-.Como que no? iSi ni
( .
chacha vuelva a dirigirre la palabra!
-jMe[ete en la cabeza, prime, que si
el papa de Mariela es el que esra corneriendo
los crimenes de animales en Pirque y
nosotros conseguimos las pruebas, nada me
irnpedira que 1 0 denuncie para que sea casti-
gada como merece!
-iVaya, Sherlock Holmes se 1 0 ha
tornado en serio!
-jLo tomo como hay que tornado,
Dame, porque ningun crimen debe que dar
impune, independienre de quien 1 0 haya
cornerido!
-jEsri bien, esta bien, no te molestes
por eso! Vamos, sigue, ~que orros sospecho-
sos renernos?
-No hay mas, Dante ..
-Entonces hasra ahora tenemos a
Melisa, a Pedro y al papa de Mariela.
-Eso es... -Ricky se quedo muy
serio y pensarivo, Hasra que exclam6, suspi-
rando, a modo de confesion-s-: jOjali que el
padre de Mariela no sea el asesino!

A caballo

Dante habia renido un dla muy agi-
rado en su trabajo. Adernas, las rensiones de
la investigacion, cuando de noche «bajaban»,
como deda el, le provocaban un cansancio y
un suefio j nsoportables. Por ello, no pudo
terminar 1a pelicula que la familia disfrutaba
en el televisor. Se puso de pie y se dirigioa su
pleza.
-Hasta manana, abuelos, Ricky ..,
-dijo saludando con la mano-, Yoy a
acostarme, porque manana, sabado, no tengo
trabajo, pero me invitaron a un partido de
mini hirbol en casa de Caszely, como a las
nueve.
-Hasta manana -Ie contestaron
. rodos.
En cuanto puso su cabe~ en la a1mo~
hada, quedo rendido, Yen esra oportunidad ni
siquiera ruvo pesadillas con el Chupacabras, -
. Se desperto SIn necesidad del

102
despenador. Fue hacia su ventana y, como de
10 3
-jMenos mal que te levan taste!

costumbre, abri6 las cortinas. Con sus O)OS,
medio dormidos, aun pudo observar la noche
oscura, algunas es~rellas y la luna redonda y
grand{sima, como se presenta en esta zona
austral del planeta cuando es nueva.
«~Que exrrano?))3 se dijo. «Pocas veces
me despierro antes de que, salga el sol».
Entonces decidi6 volver a la carna y esperar
durmiendo hasta el amanecer. As! descansa-
ria mas. Dos horas mas tarde, abrio los ojos.
« iGuau! jC6mo he dormido!)), pe~s6. Desde
la cama mir6 a la ventana y volvI6 aver la
neche con sus estrellas y la luna. «De verdad
que estoy estresado en estes dias. Me ..he
despenado a cada rate en la noche». ~e dIJO.
Y volvi6 a quedarse dormido- Es
sabido que mienrras uno mas duerme, mas
suefio le da.
Tiempo despues. Dante abri6 los ojos
a duras penas. Ai girar su cabeza .observ6 de
nuevo las estrellas y la luna en el cielo oscuro.
Pero esta vez tome la decisi6n de levantarse .
de rodas maneras, producto del hambre feroz "
que sentia. Se dirigi6 al refrige~ador. .
Llego'en pijama, despemado Y restre- ,
gandose los ojos.
-Ie grit6 el abuelo--. Ya ibamos a empezar
a almorzar sin ti,
Dante no 1 0 podia creer. Ante sus
ojos estaba la mesa servida con un suculento
almuerzo y sus abuelos y Ricky sen tados
sonriendo.
-~Que hora es? -atin6 a preguntar.
-Mas de las dos de la tarde -res-
pondi6 la abuela.
El joven, sin enrender, corrio a su
habiracion. En la ventana aun estaba la
neche, las esrrellas y la luna. Volvi6 al comedor,
donde su familia se reia a carcajadas. Una vez
mas, habfa sido victirna de una broma de
Ricky. El muchacho sello la ventana de su
primo para que no enrrara la luz del dia y por
dentro dibuj6 la noche que siempre contern-
pI6 Dante. Por supuesro, el joven se molesto
mucho. Por la gracia aquella no pudo co-
dearse con Caszely en el partido de hitbo].
Pero el enojo de Dante dur6 muy
poco. Despues del almuerzo, ya ni recordaba
la h isro ria.
Mas tarde, el y su primo decidieron dar
una vuelra a caballo por la parcela. Y, mientras
trotaban a paso lento, Ricky conteso las acrivi-
dades que habia realizado durante esa manana.

1M
_Aproveche tu suefio para visitar, en
105
mismo! -griro Dante, pinchando a su caba-

ru bicicleta, a los vecinos perjudicados por el
asesmo.
-Eso no se hace, primo. Yo tenia
que haber ida contigo.
-No hada falta. Para que despertar-
.'te si estabas tan cansado.
-Bueno, ya eso 10 hab1amos. ~
Y
'para que [uiste? -quiso saber Dante, mien-
eras acariciaba el1omo de su caballo.
-.-Queria saber si escucharon algun
ruido 0 notaron algo raro cuando ocurrieron
los hechos.
. . , _ ~ Y que averiguaste?
_. Todo. No re 10 puedes imaginar.
.Ya se quien es el asesino!
I -.De verdad! iY como no. me 10
habias dicho! -s,a1t6 Dante, que casi se cae
del caballo ..
-Pues el asesino es... iRamon, el.
ernpleado de Caszely! .
--lComo! '
_~ Lo que oyes. Lo pille con las rna-.
nos en la masa .. Estaba macando un pollo!
I . ,
.y
-iNo 1 0 puedo creed 2En seno. ~ .
llamasre a los tarabineros?
-No. i
-iEntonces voy para aHa
110y comenzando el galope.
.;-iNo! jEsperare, Dante! jEs menrira
mfa! -vocifero el nino para que su primo 1 0
escuchara- ;Esraba marando un polIo para
el almuerzo! .
EI joven paro en seco Sll carrera y
regreso al rr~re, con cara de pocos amigos.
-Dlsculpa -suplico Ricky-. Era
una broma. No re pongas asf.; .
Dame continuo el paseo sin hablar
por un raro, A pumo de rerminar el recorrido
y . lIeg~r de nuevo a las caballerizas, rornpio el
silencio que ran bien habia resperado Ricky,
aprovechando para pensar y deducir cosas.
-2En verdad, que averizuasre esra
_ ~ b
manana!'
-Algo muy irnporrante, primo
=-conresro Ricky seriamcnte, acornodandose
en su monrura-. Mira, tanto Edmundo
Sovino como Ramon, Vladimir y Laly, escu-
charon esa noche el sonido de un moror
potence, como de carnion 0 camionera.
-~Eso nada mas? ' .
-2Y quieres mas? Ese es un daro
mu)' imponanre. Dime, 2quien riene ese ripo
de vehiculos por aqui? As! podernos ir
reduciendo los sospechosos.

106
-Pues te dire que eso no sirve de na-
107

da, porque todo e1 mundo por aquf posee,
como rnlnimo, una carnionera. Recuerda
que en el campo, es el ripo de vehkul.o mas
id6neo. Imaginate, jhasta nuestro camino de
, . d I
La Esperanza no esra paVlmenta o. .
. La decepcion de Ricky fue evidente.
tl tenia puesras muchas ilusiones en esa
pisra. Ahora, volvla a esrar como antes de su
paseo rnafianero.
-Pero no te pongas asL Basranre
hemos avanzado en la invesrigaci6n.
. -jBastante! --exclam6 el nifio-.
.Si solo tenemos la pisra de las huellas de
~patillas deporrivas, que enconrramo~ d?n-
de los Sovino y en el gallinero de Vladimir y
Laly!
Eh! Peso ultimo no me 1 0 .
j .i ero
habias conradol
-Disculpa, primo. Se me olvido
decirrelo.
-
~
y
on las mismas huellas?
-S
i -respondi6 el muchacho.
-Bueno, eso tam poco nos dice mu-
cho -comenr6 Dante, dereniendose porque
va habian llegado-. Es como la pista de .las
~amionetas. Puede ser cualq uiera. Es logico .
que una persona, al cornerer un crimen de
ese ripe, use ese tipo de calzado, para no ha-
cer ruido, ~no?
-Es verdad. Pero re digo una cosa:
esas huellas tienen una caracteristica especial
y no me acabo de dar cuenta que es...
-iPero cambia la cara, Ricky! Mira,
se me ocurre una idea: si la montana no me
cae encirna, yo me subo a la montana ...
-No, Dante. E1 refnin dice: «si la
montafia no viene a rnf, yo voy a Ia montana»).
-Eso mismo. ~Que re parece si esra
~adrugada nos vamos a vigilar por ahi, a ver
SI sorprendemos al asesino?
. -jExce1enre idea, primo! -se enru-
slas~6 Ricky-. jPodemos ir a la parcela de
algUlen que no haya perdido algun animal
rodav{a!
-jClaro! La qe los Sawiki, por
ejemplo.
-jExacto! Ademas, ellos esran en Ia
lista de los que no le han querido vender su s
rierras a Villarroel.
-Oye, esperare, Ahora que 1 0 pienso,
no debemos movernos de la casa -se quedo
muy serio Danre-. A nosorros tampoco nos
han matado animales, y ViHarroel tainbien
nos quiso comprar la parcela.
-jPero el asesino no vendrn por

108
ue estamos in-
, f ' Ubregorda

d b
, porque ya to os sa en
aqui, ,
. ndo' .No te das cuenta.
vestlga . . I.f. 0
-.E5 verdad! p:.l no es tonto com
I 1 . patas de los
para meterse en as mlsmas
caballosl
-lPues tenemos aventuras esta
noche' iYeeeaaah! h .,
. Y el nino pinch6 su caballo, aCl.en~
dolo galopar por todo el predio, con gntos
de alegria.
Segun 1 0 acordado, a medianoche,
cuando los abuelos ya dorrnian. Dante y
Ricky salieron sigilosamenre de la casa, cui-
dando de no hacer ruido cuando sacaran la
biciclera. lban convenienrernenre abrigados
para pasar toda la madrugada, si fuera preci-
so, con ropas oscuras para poder ocultarse,
las caras tiznadas con corcho quemado }'
arm ados con sendas linternas. Por si les daba
harnbre, Dame se encargo de preparar unos
. ,
panes con jamon , queso y rnayonesa para
lievar, y un rerrno replete de leche con cho-
colate, rodo 1 0 cual acornodo en la mochila,
que se coloc6 en sus anchas espaldas.
EI atlerico cartero y ex guardia de se-
guridad tenia que pedalear basrante y durante
un buen raw, ya que la parcela de los Sawiki
era la mas alejada de [a suya.jiero sabia que no
le iba a scr dificil. Confiaba en sus fuerzas.
De repenrc, el jovcn se deruvo.

110
-(Que pasa, Dante?
II
ellos, a fin de llevar adc1ante el trazado plan

-Creo que viene alguien. Senti un
motor a 1 0 lejos -respondi6 el joven, mirando
hacia arras y escudrifiando la noche con algo de
niebla, que cafasobre
el
camino-. SL. y ya
yeo el resplandor de las luces. jEscondamonos!
Dante corri6 con la mochila hacia un
espacio entre un platano oriental y unos maro-
rrales que cubrfan una cerca y Ricky llev6
hasta alll la biciclera. Se agazaparon y esperaron.
Ins tan res despues, una camioneta
pas6 a mucha velocidad frente a ellos,
-~Viste quien iba manej.ando? I
~pregunto Ricky, al pasar till nernpo
prudenre para seguir en camin-: . f
-No -contest6 Dante, subiendose
en la bici-. Pas6 muy rapido.
_
.y reconociste la carnioneta?
< .
-Tampoco.
-iQue lastimal -coment6 el nifio-s-,
Quizas por ahf pas6 el asesino. Quizas ahora
este llegando al lugar, donde riene planeado,
otro crimen. Quizas ...
-·CaIlate, Ricky! iY apurernonosl
I ,
Cuando llegaron, buscaron unos
arbusros, 1 0 mas cerca posible del corral don-
de estaban los animales de la familia Sawiki,
para poder ocultar la bicicleta y ubicarse
de vigilancia.
. Tra~scurrio uri buen rato sin que se
produ)era nmgiin movimiento anormal. So-
lo oscuridad y silencio, que era roto de vez en
cuando por el canto de un gallo. e I graznido
de un pavo, el balido de un carnero 0 el mu-
gido de una vaca.
. -jEsa es Ubregorda! -dijo Dante,
la pnmera vez que escucharon mugir.
-~ Ubregorda? -inquirio Ricky.
-Sf, asf se llama 1avaca delos Sawiki,
porque da mucha leche -explico su prime.
Ya cstaban por creer que habian per-
dido el tiempo y pasado una mala noche por
nada, cuando de repente un rayo de luz se 6 1 -
tro entre la espesura de los matorrales.
. -2Eso que es? -Ricky aleno a su
pnmo.
-;Parece la luz de una Iintema! -mu-
sito Dante.
f Hici~ron silencio y se agazaparon 1 0
mas que pudleron, para no ser visros. Enron-
ces, distinguieron con claridad eI haz de
luz d~ una li?terna y una sombra, que se
aproxlmaba dlreCtamenre al lugar donde se
oc~l~aban, para pasar unos segundos despues
cas! Junto a ellos.

113
-~Lo 'reconocisre? --Ie pregunro
Ricky a su primo en un susurro.

--No, esta muy oscuro -respondio
Dante en el-rnismo rono.
'. -jM;ira, va directo hacia el corral!
-se alarrno el muchacho.
-iEse riene que ser el asesino de
anirnales, Ricky! -expres6 Dante muy
" excirado.
. -'-iVamos enronces a arraparIo! -gri-
to su primo y se puso de pie muy decidido.
Ambos salieron de su escondire y
fueron hacia el corral, donde ya habia encon-
trado la sombra.
-iTe pillamos, asesino de animales!
-grit6 Danre.y s.e abalanzo sobre el. '
EI desconocido visiranre nocrurno
comenz6 a defenderse. Y, demosrrando
t"t...
- poseer una fuerza resperable, se solto de los
brazos .de Danre, Esre, algo sorprendido,
perdi6 un segundo en la lucha, que aprove-
cho el hombre para salir corriendo. D"ame'lo
persiguio unos merros 'a campo rraviesa. Y
dando un salto hacia delanre, cuajportero de
furbol, arrap6 al fugirivo por las piernas.
Ambos cayeron sobre el pasro' pero Dame
fuemas rapido en incorporarse, Eso le dio la
vemaja necesaria para lanzarle dos paradas

114
con la pierna derecha, que dieron en pleno
Los Sawiki

II
pecho del hombre. Y, a pesar de su fuerza, el
hombre se rambaleo un poco. Entonces,
Dante cornenzo a girar a su alrededor, dando
saltillos y mosrrando posiciones clasicas de
Kung-Fu. El hombre esper6 su momenro y
cuando penso que 1 0 renia rnedido, lanz6 un
pufierazo "en direcci6n al rosrro de Dante,
con tal fuerza y velocidad que Ricky se asusro, "
Pero suprimo, con un movimienro felino, 1 0
esquivo y aprovecho el desequilibrio del sujero
para -:-con su pufio cerrado y el brazo en des-
plazamienro tOrcido-- dar un golpe seco en
un pun to del torso de su oponenre, que le hi-
zo gritar de dolor. Acto seguido, Dante realize
un salro casi en posicion horizontal para asir
entre sus piernas el cuello del aturdido hombre,
como parre de una Have de inmovilizaci6n.
Cuando nuestro heroe ya 1 0 ruvo
controlado en el suelo, le griro a su primo:
-jRicky, ahimbrale la cara para ver .
quien es!
Todavia impresionado por la destreza '"
de Dante, el muchacho obedecio. Se acerc6
con su Iinrerna y enfoc6 el haz de luz hacia el
rostro del casi segura asesino de ani males.
-iPedro Carrillo! --exclamaron los
dos primos a coro.
I
, -
.iAb~a, don Roberto! jSenora Esre-
a. -grItaba Rkky.
h
Casi a rasrras e inmovilizado D
b' 1 1 d > ante
S a ~a. eva 0 a Pedro hasta la puerta de lo s
awiki, que ahora Ricky traraba de d
P d ' espenar.
oco espues, se encendio una luz en la
Y b . , 1 casa
se a no a puerra,
-~Que es esro? ~Que ha sucedido>
-.pregunto alarmado el alto y Haco Roberto:
mlen~ras su pequena esposa, Estela, asomaba
su ca eza por derras, colgaba de su brazo.
-
I .jAgarramos al asesino de anima"les!
es mformo Dante sofocado_ .H
Hamar a lo s carabineros! . I ay que
> -~ y es~aba aqu], en nuestros terre-
nos. -p.regunto la aSllstada mujer sin solr
a su mando. > ar
-Sf,. senora Estela -respondio Ri-
cky-. Lo pillarnos cuando iba marar a su
vaca,

116 .
-iDejenme ver quien es ese desgra-
dado! -orden6 don Roberto, acercindose a
117
Despues de pedirle perd6n, a Pedro
P?r la golpiza y de disculparse Con los Sa~i-

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