Este documento resume una entrevista con un hombre que vivió entre 15,000-7,000 A.C. en los Andes peruanos. El hombre explica que su gente eran cazadores-recolectores nómadas que vivían en cuevas y se movían siguiendo los ríos en busca de alimentos. Pintaban en las paredes de las cuevas escenas de caza pero no conocían el fuego. Se organizaban en grupos de 20-40 personas y adoraban ídolos totémicos por los que se sentían protegidos.