Este documento define la libertad como la capacidad de decidir cómo actuar, aunque con límites impuestos por la convivencia con los demás. Para ser libre, se debe ser responsable de nuestras acciones y respetar la libertad ajena. La responsabilidad implica controlar nuestras acciones y prever sus consecuencias. La responsabilidad colectiva es necesaria para cuidar los bienes comunes y resolver los grandes problemas del mundo.